El presidente Tabaré Vázquez, como comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Uruguay, condenó a 30 días de prisión a Guido Manini Ríos, el Jefe del Ejército, por “indisciplina”. Manini Ríos había criticado nuevas medidas del gobierno sobre las jubilaciones y pensiones de los miembros de la Fuerza.
“Las faltas de disciplina se venían reiterando”, dijo Jorge Menéndez, Ministro de Defensa del país. La mayoría de los “actos de desacato” tuvieron que ver con declaraciones críticas a los medios, a propósito de la reforma del Servicio de Retiros y Pensiones Militares impulsado por el Ministerio de Trabajo.
Manini Ríos dijo: “si el señor ministro agarra una calculadora, toma los términos de la ley y la realidad de un soldado nuestro, se va a dar cuenta que lo que yo digo es así. El soldado va a tener que hacer más años para irse con la mitad”.
Según la Constitución, el jefe de las Fuerzas Armadas no puede pronunciarse políticamente: “formar parte de comisiones o clubes políticos, de suscribir manifiestos de partido, autorizar el uso de su nombre y, en general ejecutar cualquier otro acto público o privado de carácter político, salvo el voto”, dice el artículo 77.
El jefe del ejército está en México cumpliendo una misión y apenas pise suelo uruguayo el 18 de septiembre debe cumplir un arresto domiciliario. El oficialismo aclaró, sin embargo, que puede “dar explicaciones al Presidente” y hasta a apelar la medida a su regreso.
La oposición criticó a Tabaré Vásquez. “Es una humillación a las Fuerzas Armadas” dijo el ex presidente Jorge Sanguinetti. Aunque desde el oficialismo defienden el uso de la medida precautoria recordando la historia reciente del país: entre 1973 y 1985 Uruguay fue gobernado por una dictadura militar, que aliada a otras de la región, escribió una de las páginas más sangrientas de la historia latinoamericana. Esa parte del pasado no ha sido del todo resuelta por los orientales del Río de la Plata. A diferencia de su vecino Argentina, en Uruguay solo se han identificado 4 desaparecidos.