El director español Pedro Almodóvar se ha sumado a un coro de voces que desde el Festival de Cine de Venecia piden reabrir las salas y regresar a la normalidad del cine después de las restricciones del coronavirus. Las películas, dijo, están hechas para verlas en la pantalla grande, no en casa.
Directores y actores han expresado júbilo al regresar a la alfombra roja en el Lido y las proyecciones —aunque en forma modificada— después que la pandemia cerró las salas en todo el mundo.
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“El solo hecho de prepararse para hoy fue bastante surrealista y había una sensación de normalidad”, dijo la actriz francesa Stacy Martin al presentar en la competencia “Lovers”, de Nicole García.
Los organizadores de Venecia se enorgullecen de realizar el festival en forma presencial a pesar de las costosas y molestas restricciones antivirus que incluyen el uso de la mascarilla protectora, las salas reducidas a la mitad o un tercio de su aforo, los controles de la temperatura, la higienización de las manos. Procedieron con el primer gran festival de la era COVID, convencidos de la necesidad de despejar un camino para una industria duramente golpeada por las restricciones.
Almodóvar, que estrenó su película breve “La voz humana” el jueves, dijo que las plataformas de streaming cumplieron un “papel esencial” al divertir a la gente durante los meses de encierro en casa a los que los forzó el coronavirus.
Pero, también contribuyeron al fenómeno “peligroso” de que la gente se siente cada vez más cómoda al vivir, trabajar y comer en casa, una suerte de “encarcelamiento” que según él se debe resistir.
“Y el antídoto es el cine”, dijo, al describir la salida y el sentarse al lado de extraños en una sala “donde te encuentras llorando o disfrutando con otros”.
“So coloco mi filme en una plataforma como Netflix, de alguna manera pierdo ese contacto y ese punto de encuentro con el espectador”, dijo. “Por eso hay que decirle a la gente que vaya al cine, que vaya a las salas, porque algunas cosas solo se descubrirán en la pantalla grande, en la oscuridad con la persona que no conocemos”.
Con todo, la experiencia no será la misma.
“Ties”, el drama familiar de Daniele Luchetti, recibió una ovación al inaugurar el festival el miércoles por la noche. Pero el director italiano dijo luego que algo no era normal. Bajo las normas de distanciamiento social, los espectadores sentían que estaban encerrados en una “burbuja al vacío”, y el ruido de los aplausos al final sonaba disperso.
“Sé muy bien cómo reacciona una audiencia a una película, tanto cuando les gusta como cuando no les gusta”, dijo Luchetti a The Associated Press después del estreno. ”Esta vez la atmósfera era muy rara. El solo hecho de no tener a alguien a tu lado: no podía girar y ver a una multitud que reía o miraba atentamente”.
Dijo que escuchó los aplausos al final, pero que eran dispersos, dado que había una butaca vacía entre cada una ocupada. “Era un aplauso en un espacio con un balance distinto”. Sin embargo, reconoció, “creo que tenemos que acostumbrarnos a esto”.
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— La Biennale di Venezia (@la_Biennale) September 4, 2020
Tilda Swinton, quien protagoniza el cortometraje de Almodóvar y recibió un León de Oro a la Trayectoria, dijo algo similar desde el escenario de la sala principal del Lido, al sostener que le conmovía ver los ojos y las orejas de los espectadores (aunque no sus bocas, cubiertas por las mascarillas).
“Cuando me pregunto cómo puedo expresar debidamente mi gratitud por este honor, me faltan las palabras”, dijo. “Pero creo que puedo decirles de alguna manera qué significa estar aquí con ustedes esta noche. Qué significa estar a punto de ver una película en Venecia.
“Pura felicidad”, dijo.