El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a tres programadores informáticos norcoreanos de una amplia gama de ataques globales, cuyas víctimas incluyeron bancos y un estudio cinematográfico, informaron este miércoles los fiscales federales.
La acusación, que acaba de ser revelada al público, parte de una demanda criminal anterior iniciada en 2018 y agrega a otros dos acusados norcoreanos. Los fiscales dicen que los tres programadores son agentes de un organismo de inteligencia militar del gobierno de Corea del Norte.
Los acusados realizaban los ataques cibernéticos por encargo gubernamental con el objetivo de usar los fondos robados en beneficio de su gobierno, señalan los fiscales. En ocasiones, trabajaban desde lugares situados en Rusia y China, añaden.
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La acusación agrega que el organismo de inteligencia, llamado Oficina General de Reconocimiento, es parte de una conjura global que obtuvo más de 1.300 millones de dólares en diversas monedas y criptomonedas mediante la extorsión de bancos y empresas; desató una amplia campaña de “ransomware”, un programa informático malicioso que bloquea una computadora y que muestra un mensaje exigiendo el pago de un rescate para liberar los datos del usuario; y hackeó al estudio Sony Pictures Entertainment en 2014 debido una película de Hollywood que desagradó al gobierno norcoreano.
“Como señala el acta de acusación de hoy, los agentes de Corea del Norte, por medio de teclados en lugar de armas, robando carteras digitales de criptomonedas en lugar de bolsas de dinero, son los principales ladrones de bancos del mundo”, dijo a la prensa el secretario adjunto de Justicia, John Demers, el principal funcionario del Departamento en materia de seguridad nacional.
El modelo de hackeo criminal norcoreano contrasta con el de otras naciones adversarias como Rusia, China e Irán, más interesadas en el espionaje, el robo de propiedad intelectual u ocasionarle trastornos a la democracia.
“Lo que es singular en Corea del Norte es que trata de recolectar fondos a través de actividades cibernéticas ilegales” como el robo de moneda tradicional y criptomoneda, dijo Demers.
Debido a su sistema económico y las sanciones impuestas al país, “utilizan su capacidad cibernética para tratar de conseguir dinero de donde puedan, que no es algo que vemos de parte de actores en China, Rusia o Irán”, acotó.