Ya lo dice la sabiduría política: los extremos se tocan. Y no falla, independientemente del color de que se trate. El caso del retorno al poder de los talibanes en Afganistán constituye un ejemplo claro si lo colocamos frente al extremismo conservador de la sociedad estadounidense.
La debacle afgana y la evacuación de Estados Unidos fue tan acelerada que apenas les dio tiempo a los supremacistas blancos y a los extremistas, opositores al gobierno de Joe Biden, para expresar su admiración por lo que lograron los talibanes, un hecho preocupante para los funcionarios estadounidenses que pasaron a lidiar con un gobierno propenso al extremismo violento y doméstico, y al terrorismo.
A ese elogio también se ha unido a una ola de sentimiento antirefugiados de grupos de extrema derecha, toda vez que Estados Unidos se dispuso a evacuar a decenas de miles de afganos antes de la fecha límite del 31 de agosto, impuesta por la administración Biden.
Según un comentario de la cadena CNN, a raíz de esto han surgido varias tendencias preocupantes en plataformas en línea comúnmente utilizadas por grupos antigubernamentales, supremacistas blancos y otros grupos extremistas violentos. Presentan las actividades de los talibanes como un éxito y un modelo para quienes creen en su necesidad para desatar una guerra civil en Estados Unidos, opinó a la cadena el jefe de la Oficina de Inteligencia y Análisis del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés), John Cohen.
Cohen dijo que el DHS también ha analizado discusiones centradas en “el gran concepto de reemplazo”, una teoría conspirativa de que los inmigrantes, en este caso los afganos en Estados Unidos, llevarían a una pérdida de control y autoridad por parte de los estadounidenses blancos.
“Existe la preocupación de que este pensamiento pueda incitar a actividades violentas dirigidas a comunidades de inmigrantes, ciertas comunidades religiosas o incluso a quienes se reubican en Estados Unidos”, agregó.
Las comunidades de extrema derecha se han visto fortalecidas por los acontecimientos en Afganistán, “ya sea por su deseo de emular a los talibanes o por la retórica cada vez más violenta sobre las ‘invasiones’ de los afganos desplazados”, según un análisis reciente de SITE Intelligence Group, una organización no gubernamental estadounidense que rastrea la actividad en línea de organizaciones supremacistas blancas y jihadistas.
Entre otras cosas, encomian la toma de posesión de los talibanes y la consideran “una lección de amor por la patria, la libertad y la religión”, dijo SITE en su boletín semanal sobre extremistas de extrema derecha.
Realmente, enfatizó, esperan provocar lo que ven como una inevitable guerra racial que conduciría a un Estado solo para blancos en América del Norte y Europa, y terminan por elogiar a los talibanes por su antisemitismo, su homofobia y sus draconianas restricciones a la libertad de las mujeres, dijo SITE.
Por ejemplo, una cita tomada del canal Proud Boy to Fascist Pipeline Telegram decía: “Estos agricultores y hombres mínimamente entrenados lucharon para recuperar su nación del globohomo. Recuperaron su gobierno, instalaron su religión nacional como ley y ejecutaron disidentes. Si los hombres blancos en el oeste tuvieran el mismo coraje que los talibanes, en la actualidad no estaríamos gobernados por los judíos”.
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Globohomo es una palabra despectiva que se usa para insultar a los “globalistas”, el término utilizado por los promotores de teorías de conspiración para describir a su enemigo.
Durante meses, analistas y comentaristas estadounidenses han advertido que el extremismo violento doméstico es la mayor amenaza para el país, como es el caso del ataque del 6 de enero al Capitolio en Washington D.C..
Una parte importante del entorno actual de amenazas proviene de personas influenciadas por lo que ven en Internet, no por conocimiento propio, dijo Cohen a CNN hace dos semanas.
Megan Squire, profesora de Ciencias de la Computación en la Universidad de Elon, Carolina del Norte, que investiga los grupos extremistas nacionales, apunta que han aparecido tres tendencias principales relacionadas con Afganistán en plataformas utilizadas por una variedad de grupos de extrema derecha como supremacistas blancos, neonazis y foros como los de Proud Boys.
La primera opinión que surgió entre los grupos de extrema derecha se pudiera llamar “deleitarse con la humillación” de la retirada de Estados Unidos de Afganistán cuando vieron imágenes de combatientes talibanes tomando ciudad tras ciudad, junto con el material de combate abandonado, dijo Squire, destacando las celebraciones como imágenes de la derrota y sentimientos de humillación hacia Estados Unidos.
“Cuando uno profundiza en los grupos neonazis, ve alguna celebración de los talibanes, generalmente relacionada con una discusión extremadamente misógina o extremadamente antisemita”, agregó.
Sin embargo, lo más común gira en torno a la idea de que Estados Unidos está “importando a los talibanes” mediante la reubicación de afganos, y que los refugiados son demasiado diferentes para convertirse en ciudadanos reales, según Squire.
Y eso “es realmente una idea anti-musulmana, anti-inmigración”, destacó.