El gobierno de Estados Unidos advirtió este viernes que responderá, posiblemente con sanciones, si se “violan los derechos fundamentales” del pueblo cubano o se procesa a los promotores de la marcha cívica opositora convocada para el 15 de noviembre en Cuba.
Así lo indicó en una entrevista con la agencia EFE Juan González, el principal asesor para Latinoamérica del presidente estadounidense, Joe Biden, después de que la Fiscalía cubana advirtiera de que se imputarían delitos a los convocantes de esa marcha opositora en caso de que la lleven a cabo.
“Aquellos individuos que estén involucrados en violar los derechos fundamentales y universales del pueblo cubano, es algo a lo que nosotros hemos dejado muy claro que tenemos toda la intención de responder”, recalcó González a EFE por vía telefónica.
El asesor de Biden respondía así a la pregunta de si Washington sancionará a responsables cubanos en caso de que los organizadores de la marcha de noviembre acaben procesados o encarcelados por mantener en pie esa manifestación pacífica, una iniciativa inédita en 60 años.
El Gobierno de la Isla no autorizó la celebración de esa marcha, que considera “ilícita”, y este jueves la Fiscalía Provincial de La Habana afirmó que si los convocantes mantienen su plan, podrían incurrir en delitos penados con sanciones económicas y privación de la libertad de tres meses a un año.
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En un desafío a las autoridades, los activistas anunciaron la semana pasada que mantendrían la convocatoria de su marcha “pacífica y cívica”, que tiene como objetivo, según sus organizadores, manifestarse contra la violencia, pedir que se respeten “todos los derechos de todos los cubanos”, y la liberación de los presos políticos, entre otros temas.
Estados Unidos ha criticado duramente la decisión del Gobierno cubano de impedir la celebración de la protesta, y González opinó este viernes que los líderes del país caribeño le tienen “miedo a tener una conversación nacional con el pueblo cubano”.
“Amenazar a manifestantes pacíficos demuestra que uno ha perdido la voluntad y el apoyo del pueblo”, subrayó el asesor de Biden, quien no hizo alusión –al menos en el reporte de EFE— a un posible financiamiento u organización de la iniciativa desde territorio estadounidense, tal como alegan las autoridades cubanas.
No obstante, remarcó que “el futuro de Cuba no se va a determinar desde Washington, (pero) nosotros estamos totalmente comprometidos en apoyar, respaldar y fortalecer la voz del pueblo cubano que quiere un cambio”.
González también habló de la línea más dura que ha tomado hacia Cuba Biden, que ha sancionado a altos cargos militares de la Isla por su presunto papel en la represión de las protestas del pasado 11 de julio y ha evitado seguir la senda del deshielo que marcó el expresidente Barack Obama (2009-2017).
“Lo que tenemos que reconocer es que había un mundo antes del 11 de julio y otro después, donde el régimen (gobierno cubano) se quitó la máscara en los actos represivos en contra del pueblo”, opinó el funcionario estadounidense.
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Al contrario que durante el llamado “maleconazo” de 1994, lo que pasó en julio en las protestas de Cuba “ahora lo está viendo el mundo”, y “las personas que están sacrificando sus vidas, sus derechos” quieren “que los vean, y que los defiendan”, añadió.
“Nosotros estamos comprometidos en eso, y eso no lo vemos como una línea dura, sino que es un compromiso a favor de los derechos fundamentales de los cubanos”, señaló González.
El asesor no quiso pronunciarse sobre la postura de Biden respecto al embargo estadounidense sobre Cuba, al afirmar que ese es “un tema del Congreso de Estados Unidos”, que es el que tiene la capacidad de levantarlo.
Si quisiera, Biden podría instar al Congreso a levantar el embargo, como hizo Obama en su segundo mandato, pero su Gobierno optó este año por defenderlo durante la votación anual en la ONU de una resolución que condena esa medida estadounidense, al votar en contra del texto.
EFE / OnCuba
Excelente noticia, alguien tiene que ponerle un alto a las fechorías de la dictadura cubana. PATRIA Y VIDA.
Kurt Turing, por su nombre y apellido infiero que usted no es cubano. Imagino que tampoco está familiarizado con la esencia jurídica de ciertas realidades que se producen en Cuba. Entre los objetos sociales que hemos construido los cubanos en los últimos años se encuentra la nueva Constitución de la República. Esta fue aprobada con el respaldo del 86,85% de las personas que participaron en el referendo, mientras el 9% (706.400) votó para rechazarla y el 4,1% restante correspondió a votos en blanco o nulos. Del total del padrón (9.292.277), el 84,4%, ejerció el derecho al voto, mientras el resto no acudió a las mesas electorales. Votaron por el “Sí” un total de 6.816.169 cubanos, lo que representa el 73.31 % de los electores. En fin, cuando la mayoría de la población dijo “Sí” a su nueva Constitución legitimó el sistema o régimen social que usted llama “dictadura”. Lo único que le falta decir es el apellido de esta dictadura. El proyecto socialista cubano se reconoce a sí mismo como una dictadura del proletariado. Y como ya sabes, esta dictadura ha sido legitimada por la mayoría de la población cubana. Para nadie es un secreto que no es perfecta ni está libre de injusticias. Pero le aclaro una cosa, ningún gobierno extranjero tiene que venir a Cuba a decirnos cómo hacer cumplir nuestra legalidad socialista.
Pero k gana…el gobierno americano con esas sanciones?? No detienen los abusos..no detienen a nadie…siguen los atropellos..las duras cárceles..todo es una hipocrecia..
Ya lo expresé en otro artículo de OnCuba y lo voy a repetir. Esa marcha demanda libertades sociales que son legítimas. El problema radica en que deben expresarse en un contexto que no atente contra la soberanía e independencia de Cuba.
El rumbo que está tomando esta crisis beneficia la política hostil del gobierno yanqui. Una prueba de ello son sus amenazas, pretende implementar nuevas sanciones contra Cuba si procesa a los convocantes a la marcha.
Además de injerencia en los asuntos internos del Estado cubano, esa política yanqui sirve de pretexto para incrementar la crisis que se vive en el país. Es un hecho comprobado, al gobierno yanqui no le interesa el bienestar de la sociedad cubana. Solo está preocupado por sus pretensiones contrarrevolucionarias. Los fundamentos de esa política podemos encontrarlos por ejemplo, en el infame memorando de Lester Mallory, orientado a provocar en Cuba “hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.
A partir de todo ello puedo concluir que los convocantes a la marcha están cometiendo traición a la Patria. En el contexto político y jurídico cubano esa marcha es ilegítima. Está en sintonía con los intereses contrarrevolucionarios que se oponen al desarrollo de Cuba.
Y que hay del derecho a la libre manifestacion, libre expresion y la libre reunion plasmados en nuestra Constitucion?? Ustedes interpretan la Constitucion a su antojo?? El gobierno TIENE que permitir la marcha y garantizar su desarrollo y seguridad como en cualquier lugar del mundo . Si durante la manifestacion algun revoltoso comete un delito, la policia debe apresarlo, pero no se vale golpearalo, ni desaparecerlo, tampoco pedir al pueblo que vaya contra ellos.
Usted es un cubano indigno. Usted es uno de esos que no puede con esa verdad mas grande que una catedral y que solo le queda retoricamente blasfemar improperios y ofensas contra los cubanos dignos que se manifiestan y luchan por una vida llena de bienestar y progreso. Adelante chicos del 11J, adelante chicos del 15N, Cuba os contempla orgullosa.
Que codigo penal establece condenas de mas de 10 años, incluso mas de 20 años a jovenes por solo manifestarse pacificamente en justo apego a lo constitucionalmente establecido?? Estas condenando a chicos del barrio, excelentes profesionales, buenos estudiantes o dignos ciudadanos. La justicia se impondra, nuestro dia ya viene llegando.
Facundo Correcto, a sus ofensas voy a responder con argumentos racionales. Como usted no me conoce personalmente, puedo concluir que estás argumentando de esta manera por falta de conocimiento sobre mí, es decir, por en la ignorancia.
Cuando dices que soy “un cubano indigno” por x razones, estás argumentando con la falacia ad hominem (del latín ‘contra el hombre’): “consiste en dar por sentada la falsedad de una afirmación tomando como argumento quién es el emisor de esta.”
En efecto, has utilizado esta falacia para desacreditarme. En vez de criticar el contenido del argumento que defiendo, señalas mi supuesta característica indigna. Ello no prueba nada acerca de la falsedad o veracidad de mis argumentos políticos y jurídicos.
Facundo Correcto, le puedo decir que el tema de la “libertad de opinión” entraña, desde el punto de vista dialéctico, una relación contradictoria. Por un lado es razonable, lícito y legítimo que las personas expresen sus opiniones. Por otro, estas opiniones deben realizarse de manera responsable.
No es razonable, lícito ni legítimo que las personas se expresen por ejemplo, calumniando o propagando noticias falsas sobre el Gobierno. Ello está tipificado como delitos penales dentro de las leyes cubanas. Según estas, usted no debe manifestarse o reunirse para atentar contra el régimen o sistema social legitimado por nuestra Constitución.
Además, para expresar demandas sociales existe un procedimiento regulado por la ley. El artículo 61 de la constitución cubana establece que las personas tienen –entre otros- derecho a dirigir sus quejas y peticiones a las autoridades, las que están obligadas a tramitarlas y dar las respuestas oportunas, pertinentes y fundamentadas en el plazo y según el procedimiento establecido en la ley. Todo ello se cumplió con la petición de los convocantes a la marcha. Se les respondió que No, por múltiples razones.
Entre las más importantes, el vínculo de esta marcha con elementos subversivos y terroristas. Pongo como ejemplo la relación que existe entre Yunior García y Ramón Saúl Sánchez. Este último es el protagonista de numerosos actos terroristas contra personas, embarcaciones y misiones diplomáticas cubanas.
También se puede argumentar que esta supuesta “marcha pacífica” forma parte de una estrategia dirigida a un golpe blando. Esta incluye cinco etapas: “la generación de un clima de malestar (ablandamiento); la deslegitimación del gobierno, por medio de campañas sobre la libertad de prensa y los derechos humanos; el calentamiento de la calle, la combinación de estrategias de lucha; y la fractura institucional, que prepara el terreno para una intervención militar. Cada uno de estos pasos se evidencian en el caso cubano.”