Si hay una actriz con experiencia en nuestros medios de comunicación esa es Ileana Wilson. Alcanzó la popularidad con su personaje de María Merced en la telenovela Pasión y Prejuicio y hasta el día de hoy continúa enamorando a los cubanos con sus magistrales interpretaciones.
No ha parado de trabajar desde que incursionó en el mundo artístico, hace ya más de cuatro décadas. A base de constancia y de su calidad interpretativa ha conseguido trascender en esta profesión y entregar su arte a naciones como España donde su participación en cine, teatro y televisión la han llevado a convertirse en una de las actrices más valoradas de su generación.
¿Cómo transcurrieron sus primeros años en la actuación y qué circunstancia le hizo tomar la decisión de dedicarse a esta profesión?
Mis primeros años en la actuación sucedieron en el Instituto Superior de Arte (ISA), donde me formé y aprendí de grandes maestros como: Ana Viñas, Luis y Nieda, Flora Lauten, Rine Leal, Sacha, Raquel Carrió, Fuxá, Graciela Pogolotti, Sonia P. Biotti, Armando Suárez, entre otros.
Todos estos grandes de la actuación plantaron una semillita en mí y me traspasaron el deseo de dedicarme al oficio de la interpretación y por eso les estaré eternamente agradecida.
Usted ha sido de las actrices que han tenido presencia en los medios de comunicación constantemente. ¿Cuándo empezó a sentir el reconocimiento del público?
Comencé a sentir el reconocimiento del público a partir de la telenovela Pasión y Prejuicio, de Eduardo Macías. Ese personaje (María Merced) me dio la oportunidad de enseñar una buena parte de todo lo que había aprendido y lo recibí como un regalo. Ya había pasado por la prueba de fuego de trabajar un año antes con el maestro José Antonio Rodríguez, y con actrices de la talla de la gran Susana Pérez, Tahimí Alvariño, Samuel Claxton, Aramis Delgado, y ser dirigida por Silvano Suárez y Jacki Ortega. Estas fueron experiencias maravillosas que tuve en mis comienzos y que enriquecieron mi carrera.
¿Qué características debe tener un personaje para que usted decida interpretarlo?
Me gusta interpretar. Creo que cada personaje esconde un secreto que los actores debemos encontrar para defenderlo. Siempre es un desafío y no me importa el tamaño. Me interesa que el personaje cuente algo, que trascienda en mí. Si me gusta, voy hasta las últimas consecuencias y me entrego.
Muchos actores hacen referencia a lo complejo que resulta insertarse en producciones internacionales, sin embargo, usted ha participado en series como La que se avecina y Raquel busca su sitio. ¿Qué impacto generó en tu carrera formar parte de estas historias?
Nuestro trabajo (el de los actores y actrices) consiste en servir un “plato fuerte” cada vez que tenemos la oportunidad. ¿Por qué no hacerlo en cualquier parte? Hacer televisión, cine y teatro fuera de Cuba, me entrenó en agilidad. Trabajar en el exterior en series de ese nivel te obliga a probarte cada vez y eso es una habilidad que vas desarrollando en la medida que lo vas haciendo.
De las experiencias que ha tenido hasta el momento, tanto en televisión, cine y teatro ¿Cuál ha sido en la que más ha aprendido?
Se aprende en todas. Son medios muy diferentes y el lenguaje cambia, por lo que tienes que estudiar y prepararte para responder a las necesidades que cada espacio requiere. No es lo mismo hacer teatro que televisión o cine. Son muy diferentes y en cada uno se manejan códigos muy distintos.
¿Cuál es su logro profesional o reconocimiento del que se siente más orgullosa?
Creo que mi mayor logro profesional es seguir sintiendo el amor que me produce viajar a través de los personajes. Cuando estoy interpretando, siento que todo es mejor. Es casi terapéutico, sanador.
Su faceta de actriz ha sido más conocida por el público, pero también incursiona en la música. ¿Qué herramientas le ha aportado esta manifestación artística a su carrera como actriz?
Para los intérpretes, la música abre un campo de infinitas posibilidades. Desarrollas la escucha, por lo que tu nivel de creatividad se dispara. Te entrena en estilos, nuevas formas y aporta un rigor que considero un plus para los que trabajamos en el arte escénico. La música me llena de dicha. Gracias a ella, hoy estoy formando parte del elenco del musical “Tina”.
Su participación en el musical de Tina Turner ha trascendido en varios medios especializados del mundo. ¿Qué sensaciones deja esta obra? ¿Qué redescubrió de esta estrella grabando esta serie?
Trabajar en el musical de “Tina” es cada día un reto. Me conmueve, me estremece, me cautiva. Su coraje, valentía, resiliencia y honestidad, hacen que quiera ser mejor mujer, madre y persona. Estuve más de un año audicionando para entrar en esta superproducción. Fue un acto de humildad y de compromiso y me siento muy honrada de formar parte del elenco. Es una maravillosa función, donde la música es la gran protagonista y la historia de Tina, un ejemplo de superación y de valentía.
¿Qué aspectos de la vida personal de Ileana Wilson desconoce el público que la ha seguido en pantalla?
De las cosas que mis seguidores desconocen de mí es que soy una persona muy casera. Me encanta el ambiente que se genera en el hogar, recibir a mis amigos y cocinar para ellos. Otra de las cosas que amo es vivir en la montaña con mis hijas y mi madre.
¿Cree que cualquier tiempo pasado fue mejor o valora más su presente? ¿Qué supone la madurez para una actriz?
Todo lo pasado sirvió para el hoy que soy. Agradezco a la vida todos días lo que me da y me inclino ante ella, porque vivir es una experiencia “maravillosa”; la madurez me pone siempre en perspectiva y me da paz.
El actor debe estarse reinventando a lo largo de su carrera, ¿cuál ha sido su fórmula para mantenerse activa y vigente?
Reinventarme todo el tiempo, Confiar, tirarme a la piscina, no resistirme, aprender a escuchar, no dejar mis sueños en manos de otro, trabajar en mí y creer.