Los oligarcas rusos siguen muriendo misteriosamente en Moscú. Dos características los unen: haberse opuesto a la invasión de Vladimir Putin a Ucrania y dirigir empresas petroleras.
El último ha sido Ravil Maganov, presidente de la petrolera Lukoil, quien falleció este jueves según varios medios de prensa rusos. El anuncio de su muerte también es sospechoso. Primero su empresa confirmó a la agencia TASS que el empresario, de 67 años, ha “fallecido luego de una enfermedad grave”.
Pero Novosti aseguró poco después que murió a causa de heridas provocadas por una caída del sexto piso del Hospital Clínico Central de Moscú. El despacho insinúa que el empresario se suicidó.
Las autoridades investigadoras dijeron que estaban trabajando en el lugar para establecer cómo murió. TASS posteriormente recogió la versión de la caída y dijo que tenía fuentes asegurando que había caído de una ventana del sexto piso en la madrugada del jueves. Y luego también agregó que se había quitado la vida.
Pero lo cierto es que poco después de que Rusia invadiera Ucrania, la junta de Lukoil pidió que el conflicto terminara lo antes posible, expresando su solidaridad con las víctimas de “esta tragedia”, dijo la BBC al reseñar su muerte.
Y recordó que durante los últimos meses varios oligarcas energéticos rusos han muerto en circunstancias misteriosas.
El cuerpo del ex gerente millonario de Novatek, Sergei Protosenya, fue encontrado junto a su esposa e hija en una villa española en abril. Ese mismo mes un ex vicepresidente de Gazprombank, Vladislav Avayev, fue encontrado muerto junto a su esposa e hija en su apartamento de Moscú. Y en mayo el ex magnate de Lukoil, Alexander Subbotin, murió de insuficiencia cardíaca, supuestamente después de buscar un tratamiento alternativo con un curandero. Todos eran conocidos por oponerse a la invasión a Ucrania.
Lukoil es la empresa privada de procesamiento de combustibles más grande de Rusia. En su comunicado, recordó que se había convertido en una de las empresas de energía más grandes del mundo y que esto se debió al talento gerencial de Maganov, hasta ahora un hombre del entorno de Putin.
Maganov comenzó a trabajar para la petrolera privada en 1993 y asumió su presidencia hace dos años. Hace tres el mandatario ruso lo condecoró por su trayectoria.
Oficialmente se encontraba recibiendo tratamiento en el hospital en las afueras de Moscú, conocido por tener entre sus pacientes a miembros de la élite política y empresarial rusa.