El Festival Internacional de Ballet de La Habana “Alicia Alonso” celebrará su edición 27 desde el próximo 20 de octubre hasta el 13 de noviembre, y lo hará con una importante presencia internacional en la que, sin embargo, se extrañarán los bailarines estadounidenses.
En la cita, que volverá a los escenarios cubanos luego de la pausa impuesta por la pandemia, se presentarán reconocidas figuras y agrupaciones foráneas, entre las que destacan la Compañía Nacional de Danza de España, de la mano de su director Joaquín de Luz, y el Buenos Aires Ballet, liderado por Federico Fernández, según confirmaron los organizadores del festival este martes en conferencia de prensa.
Igualmente resaltan bailarines como los rusos Semyon Chudin, del Ballet Bolshoi de Moscú, y María Kochetkova, del American Ballet Theatre y el Ballet de San Francisco; los españoles Sara Calero, referente de la renovación de la danza española y el baile flamenco, y Ricardo Castellanos, del Ballet Nacional de Noruega y nieto de la legendaria bailarina cubana Mirta Plá; la italiana Susana Salvi, de la Ópera de Roma; el checo Michal Krčmář, del Ballet Nacional de Finlandia; y el brasileño Gustavo Carvhalo, del Ballet am Rhein, de Alemania.
Ellos compartirán protagonismo con otros invitados internacionales y las principales figuras del Ballet Nacional de Cuba (BNC), compañía anfitriona de la cita, y otras agrupaciones cubanas como Acosta Danza, Micompañía y Malpaso. Además, volverán a los escenarios de la Isla bailarines cubanos que se desempeñan en otros países, como Yolanda Correa (Alemania), Catherine Zuaznábar (Suiza), Erick Rodríguez (México) y Gian Carlo Pérez (Estados Unidos).
No estarán, en cambio, bailarines estadounidenses debido a restricciones en las normativas de su país para los intercambios culturales con Cuba, según precisaron los organizadores del festival. De acuerdo con Heriberto Cabezas, relacionista público del BNC y miembro del Comité Organizador, la inclusión de Cuba por la Administración Trump en la lista de presuntos países patrocinadores del terrorismo, obliga a los participantes de Estados Unidos a recibir autorizaciones específicas de las autoridades norteamericanas para asistir al evento.
Lo anterior, según explicó Cabezas, impedirá la presencia de varias figuras que habían sido invitadas al festival y que habían dado su conformidad a presentarse en la Isla. Además, tampoco podrá estrenarse la obra “Joyful We”, de la coreógrafa estadounidense Jessica Lang, como estaba previsto inicialmente, aunque en este caso se debe a “problemas de producción” del ballet, que obligan a posponer su estreno en Cuba para el próximo año.
El Festival Internacional de Ballet de La Habana tendrá como sede principal el Teatro Nacional de Cuba, con funciones en sus dos salas: la Avellaneda y la Covarrubias. De igual forma, tiene previstas presentaciones fuera de la capital cubana, en los teatros Terry, de Cienfuegos, y Sauto, de Matanzas, en tanto la directora general del BNC, Viengsay Valdés, aseguró que no han perdido las esperanzas de poder ofrecer alguna función en el Teatro Milanés, de Pinar del Río, a pesar de las severas afectaciones causadas en esa provincia por el huracán Ian.
Valdés comentó a la prensa que la cita mostrará un “espíritu renovador” y combinará tradición y contemporaneidad, al tiempo que subrayó el esfuerzo de autoridades y organizadores para poder celebrar el festival en el complejo contexto económico que atraviesa Cuba. Al respecto, el viceministro de Cultura de la Isla, Fernando Rojas, apuntó que, aun en medio de las actuales dificultades, el gobierno cubano brinda el “máximo apoyo” al evento y al BNC, por su alto significado para la nación cubana.
Entre los momentos más esperados del festival estarán las presentaciones de la célebre obra “Carmen”, con coreografía de Johan Inger, por la Compañía Nacional de Danza de España, que servirán como cierre a la cita; y varias funciones del clásico “Giselle”, con diferentes solistas cada noche, que darán inicio al jubileo por los 75 años del BNC. Además, también habrá exposiciones fotográficas y exhibiciones de filmes, como actividades colaterales.