Las labores de mantenimiento en la Central Termoeléctrica (CTE) Antonio Guiteras de Matanzas entran en su recta final, luego de que la planta saliera de circulación el pasado 4 de noviembre por una avería en los calentadores de aire regenerativos, la cual precipitó un proceso de reparación más abarcador para intentar conseguir estabilidad en la generación de la unidad más importante del país.
Alrededor de 800 especialistas de distintas esferas han trabajado en la instalación desde el pasado sábado 5 de noviembre, y se espera que las tareas de mantenimiento se extiendan hasta finales de la semana entrante, cuando se supone ya la planta pueda aportar al Sistema Eléctrico Nacional.
De acuerdo con información del diario oficialista Granma, se han realizado hasta el momento acciones en áreas de apoyo al proceso de generación, así como labores de limpieza, reparación, pintura y conservación, con la participación de paileros, soldadores, electricistas, mecánicos y técnicos de diversas especialidades.
La Guiteras no se sometía a un mantenimiento tan prolongado–12 días estimados– desde hace años, por lo que el actual proceso es de vital importancia para resolver la mayor cantidad de dificultades técnicas en aras de lograr más estabilidad en la generación.
“No hacemos nada con alcanzar los 280 megawatts y salir de nuevo a la semana. De ahí que el principal objetivo de este mantenimiento es poder extender la permanencia en línea de la planta, con parámetros de confiabilidad”, explicó a Granma el director general de la unidad matancera, el ingeniero Misbel Palmero Aguiar.
El propio directivo aclaró que el hecho de entrar en mantenimiento luego de detener la termoeléctrica por una avería, no representó un problema en la organización del proceso, pues ya venían preparándose para una parada de esta naturaleza. Además, puntualizó que hasta el momento no han afrontado dificultades con el suministro de insumos y materiales necesarios para acometer las labores de reparación.
Según Granma, los trabajadores de distintas provincias involucrados en el mantenimiento aspiran a que esta intervención en la central yumurina demore un poco menos del tiempo previsto, sin que ello signifique menos rigor en las labores. De hecho, aseguran, “estas experiencias en el control y la fiscalización son vitales y contribuyen a evitar los descuidos”.
El regreso al sistema de la Guiteras es una prioridad para la Unión Eléctrica de Cuba, que afronta una compleja crisis energética desde hace meses. Distintos factores se han conjugado para el aumento exponencial de los apagones en la Isla, entre ellos la falta de combustible, las roturas y fallos en las anticuadas plantas termoeléctricas y los mantenimientos programados.
Siete de las ocho centrales terrestres tienen más de 40 años, cuando la edad media de estas infraestructuras es de 30. Para agravar más la situación, dichas plantas no se han podido someter a reparaciones capitales en años, debido en gran medida a las dificultades y restricciones que impone el bloqueo comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba.
El Gobierno cubano, que también ha sido señalado durante la última década por su escasa previsión para afrontar una eventual crisis energética, anunció en septiembre que pretende reducir los apagones antes de finales de este año con reparaciones y nuevas inversiones.