En menos de dos meses, Cuba iniciará oficialmente su andar en el Clásico Mundial de Béisbol. A partir del próximo 8 de marzo, cuando se dé la voz de “play ball” en la ciudad taiwanesa de Taichung, el conjunto antillano buscará espantar los fantasmas de eventos anteriores y avanzar hasta las instancias decisivas del más exigente y reputado torneo beisbolero del orbe.
Con este afán, se reunirán por primera vez en el equipo jugadores que se desempeñan por su cuenta en ligas profesionales, incluyendo varios con experiencia en la MLB, junto a otros que lo hacen al amparo de la Federación Cubana (FCB) y peloteros del campeonato local. Se trata, sin dudas, de un hito para el deporte nacional de la isla —añorado durante muchos años por atletas, aficionados y especialistas—, que, al margen de polémicas y cuestionamientos, alimenta las expectativas de cara al Clásico Mundial.
Tras meses de controversias y rumores, de comunicados oficiales, presiones externas y declaraciones de posibles protagonistas a favor o en contra de sumarse a la selección, el pasado 6 de enero las autoridades beisboleras cubanas anunciaron una pre nómina de 50 jugadores, 12 de ellos profesionales residentes en el exterior y contratados de manera independiente. Entre ellos destacan nombres como los de los talentosos Yoan Moncada y Luis Robert Moirán, ambos de los Medias Blancas de Chicago, al tiempo que se sienten ausencias como la del ex big leaguer Yasmani Tomás, recién elegido MVP de la Liga Arco Mexicana del Pacífico, y quien había confirmado su voluntad de sumarse al conjunto si era convocado.
Del resto, sobresalen figuras como el veterano slugger Alfredo Despaigne y los cerradores Raidel Martínez y Liván Moinelo, con varias temporadas en Japón por intermedio de la FCB y excelentes resultados en ese prestigioso circuito profesional. También otros que han alternado su paso por ligas del Caribe con los torneos domésticos, como Yadir Drake, Erisbel Arruebarruena y los primos Roel y Raico Santos. Todos ellos, junto a otros atletas de probada calidad, deben conformar el núcleo del equipo que dirimirá en Taiwán su pase a la siguiente ronda frente a las novenas de Panamá, Países Bajos, Italia y los anfitriones de Taipéi en la llave A del certamen beisbolero.
Roster cubano al Clásico Mundial, ¿hasta dónde se abrió la puerta?
Las especulaciones sobre quiénes estarán finalmente en la selección cubana terminarán en solo unos días, este 24 de enero, cuando sea anunciado el grupo de 30 peloteros que representará a la isla en el Clásico. Así lo informó este lunes la FCB, la cual señaló que el adelanto de dos semanas con respecto a la fecha tope dada por los organizadores se debe a “los complejos trámites migratorios exigidos”, “la ruta crítica establecida (bases de entrenamiento y partidos de fogueo)” y “la necesaria adaptación al drástico cambio horario” que supondrá desempeñarse en el este de Asia.
A la par, una parte de los convocados comenzó a entrenar esta semana en el estadio Latinoamericano de La Habana, bajo la mirada del cuerpo técnico, encabezado por el manager Armando Johnson, y otros entrenadores sumados para apoyar la preparación. Sin embargo, esta etapa está lastrada por la ausencia de no pocos jugadores, entre ellos varios de los más reconocidos, pues como la propia FCB explicó al informar sobre el inicio de los entrenamientos “algunos siguen enrolados en la final de la I Liga Élite del Beisbol Cubano, en contratos en el exterior y otros solo podrán sumarse más adelante debido a las regulaciones establecidas por la Major League Baseball”.
En el caso de los peloteros de MLB, incluso, no está previsto que se integren al grupo hasta inicios de marzo, a las puertas ya del evento, mientras otros se irán incorporando en momentos previos. Esta situación abre lógicas interrogantes sobre la conformación final del conjunto, el team work y las dinámicas internas que podrían resultar de esta integración escalonada; un problema que, por demás, no afectará solo a la selección de Cuba. En cualquier caso, ya se sabe que el elenco de la isla no realizará entrenamientos ni juegos de confrontación en un país del área, como en un principio se manejó, y que en febrero viajará a Japón para continuar allí su puesta en forma y celebrar tres partidos amistosos frente a clubes profesionales de esa nación.
En el Latino
A lo largo de esta semana el llamado “Coloso del Cerro” ha acogido a puertas cerradas las prácticas de “los peloteros disponibles en este momento”, según las propias palabras de la FCB. Son, a fin de cuentas, los que podrán ser vistos y evaluados in situ por el cuerpo de dirección y los entrenadores cubanos antes de que sea anunciado oficialmente el equipo. La intención de estas sesiones y del trabajo planificado para las próximas semanas, ya con la selección definitiva, es que esta “dé la cara y se presente en buena forma”, aseguró a OnCuba Armando Johnson durante un entrenamiento en el estadio Latinoamericano.
El manager insistió en que “todos los jugadores” convocados, tanto los que entrenan por estos días en La Habana como los que juegan en Estados Unidos y otros países de manera independiente —a los que muchos consideran “sembrados” en la nómina definitiva—, están en igualdad de condiciones para integrar el conjunto. Pero, más allá de los nombres que aparezcan finalmente en el roster, el técnico de la Isla de la Juventud reconoció que de cara al Clásico “la tarea es bien difícil”.
“Todavía no tenemos todas las armas”, dijo el experimentado director, quien comentó que el cuerpo de dirección se mantiene a la espera de poder sumar a los jugadores que se desempeñan en la MLB e insertarlos en el engranaje del elenco. Como se recordará, no fue hasta fines de diciembre que se informó del otorgamiento del permiso necesario por parte del gobierno de Estados Unidos para que los jugadores cubanos residentes en ese país pudieran representar al combinado nacional en el Clásico, y, de acuerdo con Johnson, todavía faltan detalles por ultimar sobre su integración al resto del plantel cubano.
No obstante, el mentor consideró que, una vez que puedan unirse a los demás jugadores, el proceso colectivo no debería ser complicado. “Son atletas de calidad, con mucha maestría, con los que pensamos que no haya que hacer muchos ajustes, y creemos que se pueden integrar bien con el resto del equipo y que con el aporte de ellos y de todos en general podemos lograr cosas importantes en el torneo. Pero, de momento, hay que esperar y, si se concreta lo que queremos, creo que estaremos en condiciones de darle una alegría a la afición cubana”, aseveró.
Esta apreciación del manager es compartida también por jugadores de la preselección, entre ellos varios de los que militan en la liga profesional japonesa. Es el caso de Yariel Rodríguez, lanzador con tres años en las filas de los Dragones de Chunichi y uno de los hombres que por estos días entrena en el Latino a las órdenes de experimentados técnicos como Pedro Luis Lazo, José Elósegui y José Manuel Cortina.
“Me parece bien contar con atletas que vienen de otras ligas, que están jugando a un alto nivel, como lo estamos haciendo los que nos desempeñamos en Japón. Pienso que eso le da una mayor fortaleza a la selección nacional y la hace más competitiva para poder llegar lejos en el Clásico, que es lo que queremos —comentó Yariel a OnCuba—. No creo que haya problemas en la manera en que ellos se integren al resto del equipo, porque son jugadores profesionales, de mucha calidad, de experiencia, y si quisieron estar junto a nosotros y representar a Cuba en el torneo es porque están dispuestos a dar el máximo para lograr un buen resultado.”
Acerca de su papel en el combinado de la isla, el pitcher camagüeyano afirmó estar dispuesto a hacer “lo que se necesite”. Tras una campaña consagratoria como relevista en el circuito nipón, al que agradece por el apredizaje y el crecimiento profesional, el “Gallero de San Serapio” dijo estar preparado para volver a sus orígenes y abrir partidos con el uniforme de las cuatro letras: “Aunque ya me acostumbré a relevar con los Dragones, sé que en el Cuba podría tener otra responsabilidad. Los entrenadores me han dicho que existe la posibilidad de que abra algún juego, y yo les respondí que sí, que me sentía en condiciones para ser abridor si así lo necesita el equipo, y pienso dar lo mejor de mí en el rol que me asignen”.
Esa es también la mentalidad de Ariel Martínez, quien aparece en el roster cubano como primera base, pero podría desempeñarse igualmente en los jardines y como receptor, posición que reconoce como su preferida. El ahora jugador de los Luchadores de Nippon Ham, luego de tres campañas con el Chunichi, aseguró que “sea cual sea” el lugar que le corresponda en el terreno, su intención es “hacerlo lo mejor posible” y “producir carreras para el equipo, para ayudar a conseguir victorias”. “Para ganar en la pelota hace falta hacer carreras —apuntó a OnCuba—, y uno de mis objetivos para el Clásico es estar bien al bate durante el torneo. Para eso me estoy preparando”.
Sobre el elenco, el matancero estimó que, aunque no tenga “esa súper estrella como Estados Unidos, República Dominicana o Japón”, es un grupo “bien repartido” y “con muchas ganas”, y destacó la fortaleza en el área del pitcheo, en la que a su juicio Cuba cuenta con “excelentes lanzadores para el cierre de los partidos”. Además, valoró como “muy positiva” la combinación con jugadores que militan en la MLB: “Ellos pueden aportarnos mucho, como nosotros también podemos aportarles a ellos, pero sobre todo creo que los demás podemos aprender de su experiencia, porque están en el mejor béisbol del mundo. Y es una ilusión poder jugar con ellos, compartir con peloteros como Luis Robert, con el que ya jugué en los juveniles, y poder representar juntos a Cuba”.