Un juez federal canceló una regla que permite a las autoridades de inmigración negarle asilo a las personas que llegan a la frontera entre Estados Unidos y México sin presentar primero una solicitud on line o buscar protección en un país por el que pasaron.
Pero el juez retrasó la entrada en vigencia de su fallo para darle tiempo a la administración Biden para apelar, lo cual el secretario de Seguridad Interna, Alejandro Mayorkas se apresuró a confirmar.
“Estamos totalmente en desacuerdo con el fallo de hoy y estamos seguros de que la regla es legal. El Departamento de Justicia ha dicho que apelará rápidamente esta decisión y solicitará una suspensión pendiente de apelación”, dijo el secretario.
“Para ser claros, debido a que el tribunal de distrito suspendió temporalmente su decisión, el fallo no cambia nada de inmediato. No limita nuestra capacidad de imponer consecuencias por la entrada ilegal. No crean las mentiras de los traficantes de personas. Se presumirá que aquellos que no usen una de las muchas vías legales que hemos ampliado no son elegibles para el asilo, y si no tienen una base para permanecer en Estados Unidos, estarán sujetos a la expulsión inmediata, una prohibición mínima de cinco años para la admisión y un posible proceso penal por reingreso ilegal. Alentamos a los migrantes a ignorar las mentiras de los traficantes de personas y a utilizar las vías legales, seguras y ordenadas que se han ampliado bajo la administración Biden”, acotó Mayorkas.
La orden del juez Jon Tigar, del Distrito Norte de California elimina una herramienta clave establecida por la administración Biden cuando las restricciones de asilo basadas en el coronavirus expiraron en mayo. La nueva regla impone severas limitaciones a los migrantes que buscan asilo, pero incluye excepciones y no se aplica a los niños que viajen solos.
“La regla, que ha estado vigente durante dos meses, no puede permanecer vigente”, escribió Tigar. Defensores de los derechos de los inmigrantes aplaudieron la decisión del juez.
“La promesa de Estados Unidos es servir como un faro de libertad y esperanza, y la administración puede y debe hacer mejor para cumplir esta promesa en lugar de perpetuar políticas crueles e ineficaces que la traicionan”, dijo en un comunicado la abogada de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles, (ACLU) Katrina Eiland, quien defendió el caso.
La ACLU y otros grupos opinaron que la regla viola una ley estadounidense que protege el derecho al asilo sin importar cómo ingresa una persona al país. Los grupos dijeron que obliga a los migrantes a buscar protección en países que no tienen el mismo sistema sólido de asilo y protecciones de derechos humanos que Estados Unidos. También esgrimieron que la aplicación informática CBP One que el Gobierno quiere que usen los migrantes no tiene suficientes citas y no está disponible en suficientes idiomas.
Pero la administración sostiene que los sistemas de protección en otros países por los que viajan los migrantes han mejorado. En contrapartida el juez afirmó que no es factible que algunos migrantes busquen protección en un país de tránsito y señaló la violencia que muchos enfrentan en México.
“Mientras esperan una adjudicación, los solicitantes de asilo deben permanecer en México, donde los migrantes generalmente corren un mayor riesgo de violencia por parte de actores estatales y no estatales”, escribió el juez, designado por el presidente Barack Obama.
También escribió que la regla es ilegal porque supone que las personas no son elegibles para el asilo si ingresan al país entre cruces fronterizos legales. Pero, dijo, el Congreso estableció expresamente que eso no debería afectar si alguien es elegible para asilo.
El juez también rechazó los argumentos de la administración de que había brindado otras vías para que las personas vinieran a Estados Unidos. En enero la administración inauguró un programa que permite la entrada de hasta 30 000 emigrantes mensuales desde Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela si tienen un patrocinador. El juez señaló que esas vías no están disponibles para todos los emigrantes.
La administración Biden también argumentó que estaba permitiendo que cientos de miles de personas ingresaran a Estados Unidos a través de la aplicación CBP One. Los emigrantes usan la aplicación para programar una cita y presentarse en la frontera para solicitar asilo. Pero muchos potenciales beneficiarios se han quejado de que el sistema ha colapsado.
Tigar enfatizó que la demanda supera las 1 450 citas diarias disponibles, lo que deja a los solicitantes de asilo esperando en México, donde corren un “grave riesgo de violencia”.
La administración Biden dijo que la regla de asilo era una parte clave de su estrategia para lograr un equilibrio entre la aplicación estricta de la frontera y garantizar varias vías para que los emigrantes presenten solicitudes de asilo válidas.
Según Aduanas y Protección Fronteriza, los encuentros totales a lo largo de la frontera sur, es decir, los migrantes que llegaron a uno de los puertos de entrada o intentaron cruzar entre ellos, se redujeron un 30 % en junio en comparación con el mes anterior. La agencia dijo que es el total mensual más bajo desde febrero de 2021.