Con las notables ausencias de varios jugadores establecidos, el llamado de un nuevo legionario, el regreso de elementos importantes, y la presencia de nombres prácticamente desconocidos para la afición del fútbol nacional, se anunció la convocatoria de la selección cubana para su partido de fecha FIFA ante Rusia, a celebrarse el 20 de noviembre en Volgogrado.
Si bien desde la llegada del nuevo cuerpo técnico podía percibirse cierta tendencia a la renovación del plantel, nunca como en esta convocatoria había sido tan evidente la voluntad del entrenador Yunielys Castillo de desprenderse de varios elementos medulares de los últimos años para reemplazarlos con jugadores que habían estado bajo su mando durante los últimos procesos de selecciones Sub-20.
Al defenestrado Maykel Reyes se le unieron en esta convocatoria los nombres de los defensores Jorge Luis Corrales (Tulsa FC) y Modesto Méndez (Hartford Athletic), ambos jugadores de la USL Championship, segundo nivel más importante en el fútbol de los Estados Unidos.
El caso de Corrales, por su pedigrí y experiencia en clubes de la MLS, fue el que más revuelo despertó en redes sociales, pero no menos llamativa resulta la exclusión de Modesto Méndez, quien —a sus 25 años de edad— no parece, ni de cerca, estar en esa ronda de despedida en que la selección te da las gracias por tus servicios.
Este proceso de renovación se antoja forzado y parece responder más a criterios extradeportivos que a un razonamiento lógico. La decisión además es imprudente, si tenemos en cuenta que la eliminatoria mundialista más importante de los últimos años se encuentra a la vuelta de la esquina. Para estas competiciones todos los rivales se preparan de forma más seria, por lo que se hace necesario llegar con un equipo consolidado y no con un proyecto en fase inicial.
Otras ausencias notables son las de los extremos Willian Pozo (KTP Kotka) y Yasniel Matos (Municipal), jugadores también establecidos en la selección mayor y que no podrán estar con el grupo en Volgogrado. Pozo, por causa de una lesión sufrida durante el primero de los dos partidos ante Honduras y de la que no ha logrado recuperarse del todo. Matos, por presentar problemas personales.
Vale destacar que, a pesar de que su nombre se encuentra en la lista de convocados, el defensor Yosel Piedra —una de las piezas con mayor jerarquía en el plantel— no podrá asistir al partido ante Rusia como consecuencia de una lesión sufrida durante la última jornada de liga en el fútbol de Costa Rica.
Si el panorama defensivo no fuera suficientemente gris, el zaguero Cavafe, también con molestias, es duda para el duelo en Volgogrado. Por lo que los cuatro centrales de mayor rango en nuestras convocatorias, sea por decisión técnica o por lesión, podrían estar descartados para el choque ante los rusos.
Lo más preocupante es que, observando el listado de Castillo, existen pocos nombres con en capacidad de amortizar el peso de estas ausencias. Quizá la mayor alegría sea el regreso de Karel Espino, centrocampista del Comunicaciones que, tras varios meses fuera de las canchas producto de una intervención quirúrgica en su rodilla derecha, volverá a enfundarse la playera de la selección nacional.
La presencia de Espino no solo otorga mayor presencia de músculo en el centro del campo de Los Leones del Caribe, sino que permite volver a utilizar a Yunior Yuri Pérez como zaguero; posición que ya desempeñó de buena manera durante la etapa de Pablo Elier Sánchez al frente de la absoluta. Si bien esta no es su demarcación ideal, sería una buena variante para compensar en alguna medida las pesadas ausencias en esa zona del campo.
Otra de las poquísimas buenas nuevas en esta convocatoria es el llamado de Fabián Gloor, lateral derecho de 21 años nacido en Cuba y formado futbolísticamente en Suiza. La ficha de este nuevo legionario pertenece al histórico FC Zürich, aunque no ha llegado a debutar con el primer equipo y su última temporada la jugó a préstamo en el Baden FC, club que milita en la segunda división de ese país.
De las caras nuevas en esta convocatoria plagada de ausencias importantes, Gloor es la única que parece tener algo de sentido, pues el resto de los jugadores noveles son prácticamente desconocidos y con muy escaso recorrido en nuestros campeonatos nacionales, algo que ha despertado suspicacias e indignación en la inmensa mayoría de la afición cubana.
Si bien la condición de jugador internacional es un plus para la exportación de atletas a clubes profesionales, y precisamente son los amistosos el escenario perfecto para ello, esto debe hacerse de forma gradual y nunca en detrimento de las figuras establecidas. Más aun teniendo en cuenta que, dentro del mismo plantel, hay otros jugadores que han demostrado estar muy por debajo del nivel mínimo requerido para una selección nacional.