El día a día de Erick Hernández, rey del dominio del balón, consiste en prepararse para romper récords. Esa ha sido su rutina durante los más de 20 años en los que se ha dedicado a domar las emociones y la pelota. Sus resultados han sido tan impresionantes que, tras imponer más de 50 marcas en su carrera, cualquiera pensaría que sumar una más es cosa de juego.
Pero la vida, como el deporte, es impredecible. Luego de tantos años, experiencias y récords en diferentes modalidades, Hernández nunca pensó que sería desafiado por los mismísimos Guinness. La prestigiosa organización, que lleva años certificando sus logros, le lanzó el reto de romper una marca ya conocida por el cubano: más toques al balón solo con la cabeza en el breve lapso de un minuto.
Oficialmente, la marca está en poder del chino Gao Chong desde el 3 de noviembre de 2007, cuando en Beijing dio 341 toques a la pelota solo con la cabeza en 60 segundos. Erick ya había intentado quebrar este récord en 2013 y 2022 con resultados agridulces. Hace una década consiguió 350 golpeos y el pasado curso subió a 351, pero ninguno de los dos registros fueron homologados debido a mínimos errores de tramitación.
Teniendo esto en cuenta, hace unos meses los Guinness se comunicaron con el dominador antillano y le propusieron que fuera de nuevo por la marca de Gao Chong. La propuesta sorprendió al exfutbolista, quien no dudó en ningún momento, aceptó el reto y se lo tomó como algo personal, aunque tenía claro que debía sacar la casta de los campeones para cumplir con el objetivo.
“Fueron largas semanas de preparación, horas de gimnasio trabajando los planos que más incidencias tendrían en buscar esta nueva marca. Aunque es corto el tiempo de duración, las exigencias son extremas, por lo que debía estar a tope física y mentalmente, con máxima concentración. Llegar al nivel más alto nivel posible era la clave del éxito”, aseguró Erick a OnCuba.
Además, explicó que el mayor peso en este récord no recae sobre el cuello y la espalda alta: “Contrario a lo que muchos pueden pensar, el ritmo de golpeo lo determinan la fuerza del cuádriceps, el bíceps femoral, los abductores y los gemelos, o sea, todo el tren inferior.”
Sobre esta etapa preparatoria, Jorge Velásquez, entrenador y fisioterapeuta de Erick, nos había explicado que se trabaja mucho la resistencia aeróbica y anaeróbica con ejercicios de gimnasia, a fin de aumentar la intensidad durante las diferentes etapas de entrenamiento. Además, es vital la concentración, porque en estos récords cortos cualquier detalle puede fallar y en instantes todo sale mal.
Pero gracias a la maestría y la extrema competitividad de Erick, el margen de error es mínimo. En el hotel Copacabana, que se ha convertido en el cuartel de operaciones del dominador habanero, la tensión se podía palpar desde el calentamiento previo. Era el gran día y no se trataba de un intento de récord más, pues en esta ocasión se sumaba peso y presión sobre sus hombros… o sobre su cabeza.
A la hora de la verdad, Erick tomó el balón Al Rihla —el mismo con el que brillaron Messi y Argentina en el Mundial de Catar— y comenzó a dar toques y más toques con todas las partes de su cuerpo, como hipnotizando la esférica. Tras ese breve calentamiento llevó la pelota a la cabeza, la dejó inmóvil por unos segundos y empezó entonces a golpear con un ritmo endemoniado.
Pasó un minuto que pareció una vida entera. El balón rebotó y lo hizo tan seguido que daba la impresión de que el cuero estaba pegado a la cabeza de Erick, quien totalizó 348 toques, entre cinco y seis por segundo. ¡Una barbaridad!
“Estamos en comunicación directa con Guinness; todo esto ha tenido mucha repercusión. Creo que por primera vez se hace un récord con esta magnitud en el país, con estas características, con estos parámetros. Significa mucho, porque era un reto bastante difícil”, explicó Erick, quien veló cuidadosamente por la estabilidad, el equilibrio y la coordinación.
Así estampó una nueva marca y otra gran proeza deportiva, aceptando el desafío de los Guinness, que ahora recibirá todo el paquete de evidencias y evaluará la homologación del récord, uno más para el gran campeón cubano.
Bestial,esto es algo muy dificil,siempre pense que todo era cuestion del cuello.