2023 fue un año de pobres resultados para los deportes colectivos en Cuba. Hace unas décadas los equipos antillanos ganaban sin muchas complicaciones; pero hoy el descenso es marcado, y la prueba fehaciente es que ni a nivel centrocaribeño se logran éxitos.
A tal punto ha llegado la crisis que, en este momento, Cuba no tiene ninguna disciplina colectiva clasificada a los Juegos Olímpicos de París 2024, y solo un conjunto (el voleibol masculino) presenta opciones reales de ganarse un espacio en la cita de la capital francesa. Este escenario es una prolongación de lo vivido en la pasada edición estival de Tokio, donde la isla no logró la inclusión de ninguno de sus equipos; aunque los chicos del voleibol estuvieron muy cerca de conseguir el pasaje.
Justamente, el deporte de la malla es la última modalidad colectiva en la que Cuba participó en Juegos Olímpicos, hace ocho años, en Río de Janeiro. Para aquella justa, la selección tuvo que armarse de manera alternativa con figuras muy jóvenes, debido al escándalo sexual alrededor de varios jugadores cubanos que se encontraban disputando la Liga Mundial días antes en Finlandia.
Preolímpico de voleibol: en la constancia está el peligro… de clasificar a París 2024
En Río 2016 comenzó la era de Nicolás Vives al frente del banquillo, y su debut con un equipo armado de prisa no pudo ser peor; era de esperar después del descabezamiento tras los sucesos de Tampere, Finlandia. Cuba terminó igualada en el último lugar con la selección de México.
Para París 2024, la historia podría diferente con una nueva generación de talentosos jugadores muy bien asentados en circuitos profesionales, pero primero hay que clasificar. A finales de 2023, el equipo perdió una oportunidad de conseguir el boleto en el Preolímpico de Brasil, donde terminaron en tercer lugar, con balance de 5-2, escoltando a la invicta Alemania y a los anfitriones, segundos con 6-1.
¿Cuáles son las opciones de clasificación que restan para Cuba? Con siete cupos entregados (Alemania, Brasil, Estados Unidos, Japón, Polonia, Canadá y Francia), solo quedan cinco, que serán otorgados por la ubicación en el ranking mundial tras el cierre de la etapa clasificatoria en la Liga de Naciones (VNL, por sus siglas en inglés).
La isla terminó el año en el onceno lugar (236,96 puntos), y tendrá que mirar a Serbia (novena, con 253,22 puntos), última clasificada por ranking hasta este momento, porque el décimo es Alemania, y tiene boleto para la capital gala.
A Cuba no le queda más que mostrar una buena cara en la VNL ante rivales de élite mundial. En esa justa se verá las caras contra Japón, Alemania, Brasil e Irán en la primera semana, del 21 al 26 de mayo, y con el gigante sudamericano como sede.
En la segunda, del 4 al 9 de junio en Ottawa, los cubanos jugarán contra Canadá, Italia, Francia y Países Bajos. El cierre del evento será en Eslovenia del 18 al 23 junio, y tendrá como rivales a Bulgaria, Serbia (el rival directo) y Polonia.
¿El voleibol masculino podrá conseguir el boleto a la Ciudad Luz? De no alcanzarlo serían los segundos Juegos Olímpicos consecutivos sin presencia cubana en deportes colectivos, algo que no sucedía desde los años 60. Es una triste realidad que reafirma el descenso en disciplinas en las que no ganamos ni a nivel regional, en Centroamérica y el Caribe.
2023, reflejo de la crisis
En las dos citas múltiples en las que participó nuestro país en 2023 solo se ganaron tres coronas en los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador, un escenario en el que la mayoría de las disciplinas arrasaba hace unos años. Solo el balonmano ganó en los dos sexos.
El otro título fue para el voleibol masculino, que, en una decisión polémica, asistió con toda su artillería en medio de la Liga de Naciones, donde se jugaba su permanencia. El equipo de Nicolás Vives, como era de esperar, solventó el evento sin mayores complicaciones y garantizó una corona esquiva desde la cita de Maracaibo 1998.
¿Dónde se perdió el botín cubano en los Juegos Centroamericanos y del Caribe?
El mayor fiasco en la capital salvadoreña estuvo en el hockey sobre césped en ambos sexos. Los hombres perdieron contra México en semifinales, y vieron rota una cadena ininterrumpida de títulos centrocaribeños desde La Habana 1982. Por su parte, las mujeres también cedieron ante la escuadra azteca en la final, y perdieron el título que ganaban de manera consecutiva desde Ponce 1993.
El baloncesto femenino se fue sin presea, y el voleibol de playa (para muchos, deporte no individual, sin clasificar en la categoría de deporte colectivo) solo terminó con medalla de bronce entre los hombres.
El polo acuático, solo convocado entre los hombres por la poca inscripción de equipos femeninos, perdió la final contra Puerto Rico. El béisbol se compuso después de derrotas iniciales, y no pudo discutir el título ante México debido a las inclemencias del tiempo, por lo que el comité organizador entregó las medallas de acuerdo a los resultados en la fase clasificatoria. Cuba terminó con plata en nuestro deporte nacional.
La otra medalla de plata la conquistó la selección nacional femenina de softbol, que cedió en la final ante su adversario más temido, el equipo de Puerto Rico. Los hombres concluyeron en un inesperado quinto lugar, después de codearse en 2022 con el primer nivel mundial, y finalizar justamente en el quinto puesto en la lid del orbe de Nueva Zelanda.
¿Y qué sucedió en Santiago 2023? Una debacle en los deportes colectivos. No existe otro calificativo. Solo la plata del vóley de playa maquilló el panorama, aunque para muchos este deporte en el que juega una dupla no forma parte de los colectivos.
Ni el voleibol masculino con su equipo alternativo pudo acceder al podio. Y ni hablar de las muchachas, ultimas en la lid, sin apenas ganar un set. Lamentable imagen para un equipo que campeó por su respeto a nivel mundial a finales de siglo XX e inicios del XXI.
Lo del béisbol a nivel panamericano en las dos últimas citas múltiples ha sido increíble. La selección que dirigió Armando Johnson igualó el sexto lugar de Lima 2019 en otra competencia para el olvido.
Quizá lo único rescatable haya sido el cuarto lugar de las basquetbolistas, aunque el equipo tenía el potencial para la medalla de bronce. El resto de las disciplinas colectivas finalizó entre el quinto y octavo lugar, en actuaciones discretas en la mayoría de los casos.
Balonmano, ¿mejor deporte colectivo de 2023?
En medio de este panorama: ¿por qué deporte decantarse entre lo mejor de 2023? Si el béisbol hubiera tenido una digna actuación en Santiago 2023, contaría con muchas papeletas. El deporte nacional tuvo un excelente resultado en el V Clásico Mundial, al llegar a semifinales diecisiete años después.
La plata en San Salvador 2023 supo a oro, porque la lluvia impidió la discusión de la corona y, así, permitió recuperar un título que no se gana desde Veracruz 2014. Y posteriormente se ganó la Copa del Caribe. Además, Cuba conquistó la corona mundial en la primera lid para juveniles de Baseball5 celebrada durante octubre en Ankara, la capital turca.
Pero el fiasco en la capital chilena echó por tierra la candidatura, más allá de las pobres demostraciones en los torneos panamericanos sub-12 y sub-23, en los que no se alcanzaron las respectivas clasificaciones mundialistas.
Cuba recupera el título del balonmano en Juegos Centrocaribes
El voleibol masculino no pudo sumar una actuación decorosa en la Liga de Naciones a su título en San Salvador. En la primera, apenas sumó ocho puntos, producto de tres victorias y nueve reveses. Terminaría en el lugar 13, aunque le alcanzó para mantenerse en la edición de 2024.
Esto deja las mayores opciones para el balonmano. ¿Las razones? Fue el único deporte que ganó en los dos sexos en San Salvador 2023. Todavía se recuerdan los paradones de la portera Niurkis Mora en los segundos finales, y la victoria in extremis ante Puerto Rico con marcador de 29-28.
Los hombres no vapulearon a sus rivales, como ocurrió en Barranquilla 2018, pero cumplieron con su favoritismo, con cerrado triunfo de 30-29 ante Republica Dominicana. Apretaditos, pero con dos coronas para la historia.
Más allá de estos resultados, el balonmano cubano se coronó en el Campeonato Mundial de Naciones Emergentes celebrado en Bulgaria durante los días finales de abril. Cuba se constituyó en el primer campeón no europeo de este torneo.
En esta lid, Hanser Rodríguez resultó electo como el Jugador Más Valioso de la Justa, y Lidier Vergara fue incluido en el Todos Estrellas como mejor defensor. Nuevamente, el portero Magnol Suárez tuvo un marcado protagonismo con el 42 % de efectividad en paradas, solo superado por Craig McClleland, de Gran Bretaña.
En los Juegos Panamericanos ambos equipos de balonmano se quedaron por debajo de lo esperado, con el sexto lugar en cada caso. Los hombres tenían para mucho más con par de derrotas ante Uruguay y Estados Unidos, equipos a los que se les podía ganar. Las mujeres sufrieron el desquite de las boricuas, quienes se agenciaron el quinto lugar con cerrada victoria de 30-28.
A pesar de la pobre demostración en la capital chilena, al igual que los restantes equipos, el balonmano resultó el mejor deporte colectivo del año en Cuba. En el país de los ciegos, el tuerto es rey.
Fue una sleccion rapida la que escogieron