El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechazó este lunes la demanda de cientos de miles de ciudadanos para que acepte un acuerdo de cese al fuego en la Franja de Gaza y traiga a casa a los rehenes que aún están vivos en poder de la resistencia palestina.
La mayoría de los servicios básicos se mantuvieron detenidos este lunes en Israel y los organizadores pretenden extender el paro para obligar a Netanyahu alcanzar un canje de prisioneros con Hamás.
En su primer discurso público desde que las protestas masivas del domingo demostraron la indignación colectiva ante el hallazgo de otros seis rehenes muertos, Netanyahu aseguró que insistirá en el control del llamado corredor Filadelfia.
Denominado en clave por palestinos y egipcios como corredor Saladino, se trata de una estrecha franja de 14 kilómetros a lo largo de la frontera de Gaza con Egipto, que según Israel es usada por Hamás para introducir armas de contrabando en el enclave, una afirmación que es negada tanto por El Cairo como por Hamás.
Netanyahu señaló que el corredor es vital para garantizar que Hamás no puede rearmarse a través de los túneles. “Este es el oxígeno de Hamás”, afirmó el mandatario, de acuerdo con reportes de prensa.
Contra toda evidencia, Netanyahu dijo que la ofensiva obligará a los combatientes palestinos a ceder a las exigencias israelíes, facilitará potencialmente las operaciones de rescate y, en última instancia, aniquilará al grupo.
Pese al disgusto público del presidente Joe Biden por la intransigencia del primer ministro israelí, no hay señales de que Washington presione a Tal Aviv más allá de la retórica.
Hamás culpa a Netanyahu
El grupo Hamás ha acusado a Israel de retrasar las negociaciones sobre un alto el fuego durante meses al emitir nuevas demandas, entre ellas el control israelí duradero sobre dos corredores estratégicos en Gaza.
La organización islámica, que en 2007 ganó el poder en Gaza mediante elecciones, ha ofrecido liberar a todos los rehenes a cambio del fin de la guerra, la retirada completa de las fuerzas israelíes y la liberación de un gran número de prisioneros palestinos, entre ellos combatientes.
En líneas generales son las condiciones exigidas en un esbozo de acuerdo presentado por Biden en julio.
Khalil al-Hayya, el funcionario de Hamás que dirige las negociaciones, declaró a la cadena qatarí Al Jazeera el domingo por la noche que Netanyahu había considerado que mantener el corredor Filadelfia era “más importante” que conseguir la liberación de los rehenes.
Al-Hayya dijo también que Hamás había ofrecido “gran flexibilidad”, incluyendo reducir la demanda de liberar a 500 presos palestinos a cambio de cada soldado israelí cautivo a sólo 50, y de 250 presos palestinos por cada rehén civil israelí a 30.
El negociador acusó a Israel de introducir nuevas condiciones, entre ellas aumentar el número de presos que serían deportados tras su liberación y prohibir la excarcelación de presos ancianos o enfermos condenados a cadena perpetua.
La prensa israelí ha reportado profundas diferencias entre Netanyahu y funcionarios de seguridad de alto rango, incluido el ministro de Defensa, Yoav Gallant, que consideran que ha llegado el momento de un alto el fuego.
Manejo de rehenes
Entretanto, el portavoz del brazo armado de Hamás, las Brigadas Al Qassam, Abu Ubaida, anunció el lunes que el grupo emitió nuevas instrucciones a los guardias sobre cómo manejar a los rehenes si las fuerzas israelíes se acercan a sus posiciones en Gaza.
“La insistencia de Netanyahu en liberar a los prisioneros mediante la presión militar, en lugar de sellar un acuerdo, significa que serán devueltos a sus familias envueltos en mantas. Sus familias deben elegir si los quieren vivos o muertos”, afirmó Ubaida.
Tras casi once meses de guerra, el número de personas muertas documentadas en la Franja de Gaza a causa de las operaciones de Israel se situó este lunes en 40 786 y el heridos en 94 224, cifras que en su mayoría corresponden a mujeres y niños.
Entretanto, en la Cisjordania ocupada, el Ministerio palestino de Salud precisó que la nueva ronda de agresiones en ese territorio ocupada acabó con la vida de 29 personas y dejó más de un centenar de heridos.
Frentes norte y mar Rojo
Mientras, el grupo libanés Hizbulah bombardeó este lunes los asentamientos de Ein Yaakov, Ga’aton y Yehi’am, en represalia por las agresiones israelíes contra las aldeas del sur, en particular el ataque a Naqoura, donde mataron a dos civiles libaneses que se trasladaban en auto.
Como parte del frente de apoyo a Gaza, el movimiento político y militar Chií notificó el disparo de proyectiles de artillería hacia el emplazamiento de Bayyad Blida.
Asimismo, entre otras acciones, hostigaron Al-Ramtha, un sitio en las colinas libanesas ocupadas de Kfar Shuba e infligieron daños en una operación contra un despliegue de tropas enemigas en las alturas de Adather.
Antes del mediodía, Hizbulah comunicó el ataque a edificios utilizados por soldados israelíes en los asentamientos de Avivim y Al-Manara. Además, compartió imágenes de una acción anterior al puesto de control del asentamiento Kfar Yuval, perteneciente al ejército de Tel Aviv.
Los medios israelíes reflejaron la caída de varios cohetes en la zona de Ein Yaakov, en Galilea Occidental.
Entretanto, dos barcos mercantes fueron atacados este lunes frente a las costas de Yemen, uno de ellos reivindicado por los rebeldes hutíes, indicó la agencia británica de seguridad marítima (UKMTO), que no reportó víctimas.
(Con información de medios internacionales)