El Gobierno cubano anunció esta semana un nuevo paquete de medidas enmarcado en su plan para “corregir distorsiones y reimpulsar la economía”.
Las nuevas medidas incluyen “la actualización de las tarifas eléctricas en determinados sectores” para “para incentivar el ahorro” y “la regulación centralizada de precios minoristas máximos al arroz y a los frijoles de producción nacional”, informó el primer ministro Manuel Marrero durante un encuentro con los gobernadores provinciales.
El paquete contiene también “la actualización del sistema de precios de la construcción para todos los actores económicos”, así como “modalidades de negocios entre las entidades estatales y las formas de gestión no estatales, buscando encadenamientos productivos”, según reseña el diario Granma, sin brindar más elementos sobre el contenido de las medidas.
La reseña, que pondera lo anunciado como una prueba del “avance” programa económico gubernamental, menciona en el grupo de nuevas disposiciones “la utilización de las tarjetas prepagos por personas jurídicas para la compra, fundamentalmente, de combustibles”.
Además, refiere otras medidas “encaminadas a la aplicación de incentivos para recuperar la atracción de inversionistas extranjeros en la Zona Especial de Desarrollo Mariel” y “la implementación de un nuevo mecanismo para la gestión, el control y la asignación de las divisas para todos los actores económicos”, algo ya anunciado anteriormente por las autoridades.
Granma también señala “el reordenamiento del comercio que realizan las formas de gestión no estatales” —aunque sin precisar si se trata de las medidas en esta dirección ya anunciadas el pasado diciembre o si se incluyen otras nuevas—, y “la redistribución de las inejecuciones del fondo de salario en las unidades presupuestadas, con el fin de incentivar la permanencia de la fuerza laboral, a partir del cumplimiento de sus funciones y misiones”.
Gobierno cubano restringe el comercio mayorista del sector privado
“En proceso de implementación”
En el encuentro, celebrado el miércoles, Marrero reiteró que el programa gubernamental es “transversal” a “las esencias y políticas de la vida económica y social del país”.
Acerca de las medidas anunciadas dijo que las mismas ya están “en proceso de implementación, a partir del aseguramiento que requieren” —aunque sin explicar el punto en que se halla esa implementación— y confirmó que “en los próximos días” se brindaría más información al respecto.
El Gobierno cubano impulsa actualmente un proceso de dolarización para hacer frente a la severa crisis económica que sufre la isla y buscar divisas para las menguadas arcas estatales. Este proceso, defendido como “necesario” por las autoridades, es un pilar del programa para “reimpulsar la economía” en 2025, el cual fue aprobado semanas atrás por el Consejo de Ministros.
Entonces, aunque los reportes oficiales no abundaron sobre las acciones y el cronograma del programa gubernamental, sí se mencionaron algunos elementos mencionados ahora entre las nuevas medidas, como un nuevo mecanismo para la gestión de las divisas de los actores económicos y las “propuestas para fortalecer los atributos” de la Zona Especial del Mariel.
No obstante, la información ofrecida de manera pública dejó vacíos e interrogantes —al igual que ahora—, algo lamentado por académicos y economistas, quienes hicieron notar la importancia de contar con dicha información para poder evaluar el plan del Gobierno de manera objetiva.
Llover sobre mojado
Uno de los expertos que lamentó las carencias de la información divulgada sobre el programa gubernamental, fue el economista Pedro Monreal, quien este jueves volvió a cuestionar lo reportado en la prensa oficial acerca del nuevo paquete de medidas.
A contrapelo del tono de la reseña de Granma, Monreal apunta que “las medidas anunciadas, lejos de demostrar ‘el avance’ en el programa del Gobierno cubano para 2025, muestran el temprano fracaso de los instrumentos económicos que prepararon y el habitual repliegue a la zona de confort de los mecanismos administrativos”.
En particular, carga contra el nuevo tope de precios anunciado, esta vez para el arroz y el frijol cosechados en Cuba, un tipo de medida reiterada por el Gobierno que —como él, otros economistas y muchos cubanos han alertado— termina muchas veces por ser un boomerang al provocar desabastecimiento de los productos “topados” y robustecer el mercado negro.
Al respecto, Monreal apuntó que “forzar topes de precios minoristas del arroz y los frijoles de producción nacional no solamente muestra incompetencia sino también temeridad” y subrayó que la medida ” no resuelve el déficit estructural de la oferta agropecuaria de Cuba”.
2/6 Forzar topes de precios minoristas del arroz y los frijoles de producción nacional no solamente muestra incompetencia sino también temeridad. Es populismo trasnochado que no resuelve el déficit estructural de la oferta agropecuaria de Cuba pic.twitter.com/KcVhYissgd
— Pedro Monreal (@pmmonreal) February 20, 2025
Además, el experto consideró “preocupante” que funcionarios locales, citados en reportes de prensa, “digan que si los vendedores no ofertan al precio topado ‘se cerrará el puesto y se tomarán las medidas pertinentes'”.
“Obviamente no sería un incremento de la oferta nacional porque la magia no funciona en la economía”, comentó.
Además, catalogó como una “alucinación voluntarista” la insistencia gubernamental en buscar “encadenamientos productivos” entre estatales y privados “en ausencia de cálculo económico, escasos incentivos laborales, baja inversión, precios distorsionados, y multiplicidad monetaria y cambiaria”.
El anuncio de nuevas medidas —aun cuando ya estén implementándose en algún grado— se suma a otras disposiciones reciente, como el aumento de la tasa de peaje y la venta de la gasolina especial solo en dólares, si bien esto último se debe, según las autoridades, al déficit de este tipo de combustible en medio de la actual crisis energética en la isla, y no al proceso de dolarización.