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Isla Verde se anuncia como un Festival de Cine. No en vano; su programa tiene al séptimo arte en el centro, pero suma otras manifestaciones artísticas. Artes visuales, música y teatro se enfocan en un eje: el medioambiente. Pero este no es un evento meramente cultural.
El hecho de haber nacido como el primer festival de cine dedicado a este tema en el Caribe, hace que el impacto de Isla Verde no esté solo en el disfrute, o en el aporte artístico que puede brindar. Este es un encuentro para impulsar un modo de ver y vivir la vida.
El tercer Festival Internacional de Cine y Medio Ambiente del Caribe Isla Verde tendrá lugar en la Isla de la Juventud entre el 6 y el 12 de abril. Según su presidente, el Premio Nacional de Cine 2024 Jorge Perugorría, esta es una edición de consolidación para el aún joven encuentro.
“Seguimos defendiendo el sueño que nos motivó a hacer este festival, creemos que la Isla, si escoge el camino del desarrollo sostenible, puede ser un referente de conservación del Caribe y del mundo. Seguimos defendiendo también la idea de que este festival se convierta en los próximos años, si no lo es ya, en el encuentro más importante entre la ciencia y el arte del Caribe”, expresó Pichy, actor, director y artista plástico.

Organizado por la Galería Taller Gorría, la productora Four Wives y la Fundación Antonio Núñez Jiménez para Naturaleza y el Hombre (FANJ), y con el respaldo económico de la Unión Europea y el Programa Transcultura de la UNESCO, el evento nació como una iniciativa del Proyecto de Desarrollo Local (PDL) de mismo nombre, que fundó Perugorría en el municipio especial.
Es uno de los pocos —o el único— evento de esta envergadura en Cuba que no se encuentro del todo anclado al sistema institucional de la cultura en el país, aunque, por supuesto, entidades gubernamentales como el Icaic se cuentan entre los colaboradores.
“Es una alianza estratégica, la Isla de la Juventud es uno de los beneficiarios de nuestro proyecto Municipios sostenibles en Cuba. Este Festival va a proporcionar un impulso adicional para convertirla en un referente de desarrollo sostenible”, explicó Isabel Brilhante Pedrosa, Embajadora de la Unión Europea, organización que asume la financiación fundamental del evento.
Un programa para disfrutar, pensar y crear
Por primera vez el Festival tendrá un país invitado de honor: España. Esta es una de las novedades que presentó su equipo en conferencia de prensa. La presencia de la nación europea atraviesa casi todas las áreas del programa.
La inauguración incluirá el estreno en Cuba del largometraje Mariposas Negras, del director español David Baute, filme ganador del Premio Goya 2025 a la Mejor Película de Animación.
“Es un lujo, los Goya acaban de pasar y vamos a presentar una película ganadora. Es un filme que habla sobre la emigración, que es fundamental en el tema medioambiental. Una de las grandes causas de la migración es el impacto climático. La gente emigra porque no tiene agua, porque la tierra se contamina, porque no pueden cultivar, porque los desiertos cada vez crecen más y hacen inhabitables ciertas regiones”, explicó Perugorría en el encuentro con la prensa.
El evento tendrá como sede principal al Cine Caribe en Nueva Gerona. El acceso será gratuito. Una pantalla móvil llevará proyecciones a otras zonas de la ciudad y a la comunidad La Fe.
La plástica será, detrás del cine, la manifestación artística con mayor presencia. La exposición De la Isla a la Luna 2.0 reunirá a más de 30 artistas cubanos, caribeños, brasileños y europeos, entre ellos los Premios Nacionales de Artes Plásticas Manuel Mendive y José Ángel Toirac. Sus múltiples formaciones, que van desde la arquitectura, el diseño y las artes visuales, se exhibirán en el Presidio Modelo y la Escuela Vocacional de Arte del territorio.
Las piezas serán diversas en cuanto a estéticas, pero con lenguaje común, centrado en el tema del cambio climático, el desarrollo sostenible y la relación entre el ser humano y la naturaleza.

Además, habrá música. El cantante, bajista, compositor y productor Alain Pérez dará el concierto inaugural, mientras que el sonido de cierre lo pondrán el cantante y compositor Kelvis Ochoa, en un regreso a su natal Isla de la Juventud, y el cantaor andaluz Desmelenao.
Por otro lado, el programa ambiental y formativo Aprendiendo en la Isla Verde tendrá un peso esencial en el evento. Se impartirá más de una veintena de talleres, conferencias y capacitaciones que abordarán una gran cantidad de aristas, como los emprendimientos sostenibles y el turismo comunitario y fotográfico.
“El encanto de estar en la Isla de la Juventud y en este Festival es realmente esta alianza única entre los artistas y los científicos. El arte permite entender, amplificar, estos mensajes necesarios para el cuidado del medioambiente”, declaró Anne Lemaistre, Directora de la Oficina Regional de la Unesco en La Habana, entidad que organiza varios de estos intercambios.
En este sentido, a la Escuela Elemental de Arte llegará buena parte de los artistas participantes en el evento para impartir talleres a los estudiantes.
El impacto directo del evento en el medioambiente de la zona está concebido en actividades de limpieza de playas, acciones de reciclaje y reforestación. Esta última ocurre fundamentalmente a través de la iniciativa “Pinar del Cine”, que ha sembrado ya, durante las anteriores ediciones del festival, más de 2 500 pinos para la revitalización de los suelos y su uso productivo. Ese número crecerá este año.
“El movimiento ambiental mundial, y cubano también, perdió 20 años en los que la educación ambiental se entendió como trabajo exclusivo para los niños y jóvenes, sin entender que ese niño y joven 30 años después no iba a tener nada que proteger si los decisores no entendían la gravedad y la urgencia del momento. En ese sentido aportamos este año al programa el trabajo bien articulado con toda la ciencia y los gestores ambientales. Pusimos el trabajo con los niños y los jóvenes al mismo nivel de importancia”, explica Liliana Núñez Veliz, presidenta de FANJ.
En competencia
Más de 100 obras se presentaron a la selección oficial del Festival Internacional de Cine y Medio Ambiente del Caribe Isla Verde. Treinta y ocho de ellas fueron seleccionadas para la competencia, que este año incluye las categorías de Cortometraje y Largometraje.
El crecimiento de la participación no solo está en el número de producciones, sino en la diversidad de países desde donde llegaron: Argentina, Colombia, Brasil, México, Puerto Rico, Trinidad y Tobago y Chile; de Europa, Francia y España; y por primera vez llegan competidores desde zonas más distantes, como Bangladesh, India, Senegal e Indonesia.
En el área competitiva el evento ofrece otra novedad, y es que suma el apartado de Cine en Construcción, dedicado a impulsar proyectos cinematográficos en desarrollo.
El jurado es uno de los lujos que se da el Festival Isla Verde. La categoría Largometraje reúne nombres como el escritor cubano Leonardo Padura, la directora y guionista Lucía López Coll, el dramaturgo y cineasta Arturo Sotto, el fotógrafo español Héctor Garrido, y el biólogo Fabián Pina.

En Cortometraje estarán la científica ambiental Tamara Figueredo, el escritor Reinaldo Montero, la directora artística Sahily Moreda Gallardo, el actor Vladimir Cruz y el fotógrafo Humberto Mayol.
El director de cine Kiki Álvarez, la actriz Laura de la Uz, y el director artístico y organizativo de Orizzonti Hub, el italiano Antonio Urrata, decidirán en el área de Cine en Construcción.
Ademas, se entregarán cuatro Premios Especiales Isla Verde para reconocer el impacto y legado de instituciones, proyectos y figuras que han contribuido significativamente a la conservación del medio ambiente y la divulgación científica.
Este año serán laureados el Grupo Empresarial Flora y Fauna, el Proyecto Conservación Jardines de la Reina. De manera post mortem se reconocerá a dos figuras esenciales para colocar el tema medioambiental en el sentir e imaginario colectivo de los cubanos: el naturalista español Félix Rodríguez de la Fuente, creador del programa de televisión El hombre y la tierra; y el biólogo cubano José Ramón Cuevas, fundador y conductor de Entorno, el más importante y popular programa dedicado a la naturaleza que ha tenido la Televisión Cubana.
“Hicieron mucho por la concientización [ambiental] cuando no era un tema de moda, fueron pioneros en plantear la necesidad que ya tenemos hoy en esta temática” resumió Perugorría.

Jorge Perugorría: que la transformación que necesita la Isla venga de ellos mismos
Isla Verde es el segundo Festival que dirige Jorge Perugorría. Él mismo asume constantemente que la huella que dejó en él la experiencia al frente del Festival Internacional de Cine Pobre de Gibara tiene mucho que ver con la creación del primer festival de cine y medioambiente del Caribe.
El actor, director, artista visual, promotor cultural y de seguro muchas cosas más que incluso él todavía está por mostrarnos o descubrir, conversó con OnCuba unos minutos.
Mencionabas que esta tercera edición es de consolidación. ¿Por qué?
Este un proyecto que nace prácticamente desde las nuevas Formas de Gestión no Estatales (FGNE) hechas en Cuba. Creamos un Proyecto de Desarrollo Local (PDL) en la Isla de la Juventud, que se llama Isla Verde, y empezamos a buscar fondos y ayuda. En un momento como este no me pareció oportuno pedir un presupuesto a las instituciones cubanas, que tienen tantos festivales y eventos.
Para crear un festival de este tipo teníamos que gestionar nosotros los fondos, pero eso siempre es un desafío. Uno no sabe si el año que viene lo podrá conseguir, si podremos seguir adelante, y en medio de todo eso ya logramos una especie de estabilidad en esta colaboración que tenemos con la Unión Europea, con la Unesco y su proyecto Transcultura. Nos han dado dos años de margen y parece que vamos a continuar colaborando. Ellos nos garantizan que el festival continúe.
Por eso digo que este año Isla Verde se consolida como un festival que puede tener una larga vida en su ambición de contribuir al tema del medioambiente en el Caribe.
El Proyecto de Desarrollo Local es la cuna del evento, pero tiene el fin de trabajar de manera constante, no solo la semana en que transcurre el Festival. ¿Cuál ha sido su impacto en este año transcurrido desde el último Isla Verde?
Esas acciones van a aparecer a medida que el Festival tenga más visibilidad internacional, que lleguemos a fundaciones, a organizaciones internacionales que puedan brindar un apoyo y aporten fondos para el desarrollo de proyectos en la isla. Pero ese es un camino largo.
En ese sentido hacemos pequeñas acciones. Cada vez queremos hacer más para que el Festival esté vivo el año entero. Por ahora son charlas, talleres, cosas pequeñas. Nuestra ambición es contribuir al desarrollo sostenible en la Isla de la Juventud.
¿Cuánto crees que puede el emprendimiento contribuir a la cultura general de Cuba?
Yo creo en el emprendimiento. De hecho, llevo años trabajando prácticamente como emprendedor. Creo que es fundamental para el desarrollo de Cuba. Los mismos emprendedores lo han demostrado.
Desde el primer día hemos contado con su apoyo. Los hemos convocado a dar charlas en la Isla, sobre cómo se puede escribir y desarrollar un proyecto, cómo aspirar a un fondo. Ahí han estado.
Lo que queremos es dar herramientas a la gente para que la transformación que necesita la Isla venga de ellos mismos. De eso se trata nuestro aporte, de ofrecer conocimientos para que ellos puedan arrancar sus proyectos, y sobre todo relacionados con el desarrollo sostenible.
Isla Verde nace y se produce en La Habana y la Isla de la Juventud es su locación. ¿Cómo han hecho para que los pineros sientan el Festival como suyo?
Desde el principio hemos tenido el apoyo de las instituciones de la Isla. Si no, habría sido imposible hacer estratégicamente un festival así, con el tema de la transportación, de los locales que usamos, tanto el Presidio Modelo, como el Cine de Caribe. Hemos tenido el apoyo del gobierno y las instituciones de la Isla, pero al público hay que conquistarlo poco a poco.
Esa experiencia yo también la viví en Gibara. Los gibareños ya hicieron del Festival de Cine Pobre creado por Humberto Solás su fiesta nacional. Ellos lo esperan. ¿Cómo lograr y transmitir ese espíritu entre la gente de la Isla? Lo primero es el resultado del propio trabajo que hacemos.
A los niños de secundaria y preuniversitario, que muy pronto será nuestro público, los estamos formando nosotros, ofreciéndoles una cultura medioambiental que les permita apreciar cine con estas temáticas.
Utilizamos también la música y los músicos para que la gente se entere del festival, para que participe. Tratamos de llegar a más personas. Es uno de los retos que tenemos.
¿De qué manera crees que un evento cultural puede transformar una comunidad?
Es increíble, pero un evento cultural puede tener, si se hace bien, un impacto que cambie la vida de una comunidad realmente. En el caso de Gibara, fue un proyecto que finalmente terminó no solo con la concientización del cine, sino con el amor a él.
Mira cuánto movimiento hay de cineastas gibareños, de gente que quiere hacer cosas con el audiovisual, pero también relacionado al turismo, por la belleza de Gibara, sus características, por el patrimonio arquitectónico que tiene. Yo creo que el festival es el mejor aliado. Y la transformación se vio desde la primera vez, o sea, a partir de cómo empezaron los primeros hostales, paladares, el crecimiento ligado al emprendimiento.
En el caso nuestro, es lo mismo, pero con un vínculo más fuerte con proyectos de desarrollo sostenible. Estimulamos el emprendimiento, pero con una conciencia medioambiental. Ese es el impacto que queremos tener y ya empezamos a ver resultados. Hay proyectos de turismo de buceo contemplativo, de avistamiento de aves, de senderismo.
Hay personas que están emprendiendo en la agricultura, algo que puede hacerse más visible dentro de un lugar como la Isla de la Juventud, porque la mayoría de los alimentos llegan de La Habana, y La Habana los tiene que traer de otro lado.
La meta es que la isla sea autosustentable energéticamente, alimentariamente, y que nosotros contribuyamos a que ese desarrollo sea consciente y sostenible. Creo que con el Festival estamos aportando un granito de arena a esa causa.
¿Cómo pasaste del actor, a director, luego promotor cultural y ambientalista?
Siempre me estoy reinventando.