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Las gemelas cubanas Luz de América y Luz de Oriente cumplieron el pasado primero de mayo 100 años en Baracoa, y familiares, amigos y la emisora local celebraron el aniversario.
Nacidas el 1 de mayo de 1925, ambas viven en la comunidad de El Guayabo, en el consejo popular Sabanilla de Baracoa, en Guantánamo.
De apellidos Machado Quintero, América y Oriente (como las conocen en Baracoa) llegaron al centenario rodeadas de sus hijos, nietos, biznietos y tataranietos, junto a la música que acompañó la celebración.
En declaraciones a Radio Baracoa, Luz de América dijo que nunca pensó llegar a los 100 años de vida y aconsejó “creer en Dios, en él nada más, y guardar los otros santos”.
Luz de Oriente comentó que estaba emocionada y nerviosa, y dijo entre risas que tenía la cama llena de regalos. “Hay que cuidarse a ver si se pueden llegar a los 100 años”, añadió.
Uno de los seis nietos de América, la periodista Claudia Rafaela Ortiz, escribió en su cuenta en Facebook que lo más lejos que han estado una de la otra es a un patio de distancia, pues viven en casas contiguas.
“Un parto. Dos hermanas. Y esperarse para cumplir, juntas, los 100 años. Sobrevivirle a cosas tristísimas para estar aquí, porque vivir tiene eso”, publicó.
Gemelas cubanas: vivir tanto es un regalo
En declaraciones a OnCuba, Claudia Rafaela dijo que su abuela tuvo 3 hijos, 6 nietos, 6 bisnietos y una tataranieta, mientras Luz de Oriente tuvo un hijo, 3 nietos y 4 bisnietos.
“Desde que yo tengo uso de razón ellas siempre han estado ahí y no de forma pasiva, mi abuela fue cuidadora de nosotros, incluso, hasta que no pudo caminar por una fractura de cadera y un accidente cerebrovascular. Su hermana sí camina”, cuenta Claudia.
Cuando eso ocurrió, hace ya 15 años, América no pudo seguir caminando; sin embargo, dice Claudia, “tiene la mente clarita, mi abuela todo lo ve, todo lo supervisa, todo lo recuerda”.
Claudia, también gemela, se pregunta si no están cansadas porque han tenido que vivir momentos tristes, y cuenta que su abuela vio morir a uno de sus 3 hijos y ahora su hija padece un Alzheimer ya avanzado.
“Solo está bien mi papá, que nació cuando mi abuela tenía 43 años, y ya sus otros dos hermanos tenían más de 20”, comentó a OnCuba.

“Siempre me he preguntado si no es doloroso vivir tanto, pero el día que le celebramos los 100 años me convencí de que no, que vivir tanto es un regalo porque ellas estaban felices”.
La nieta Claudia cuenta que las gemelas cubanas, durante su fiesta de cumpleaños comieron todo el dulce que quisieron y estuvieron desde las diez de la mañana hasta las siete de la noche con los mariachis, tuvieron una misa solo para ellas y recordaban todos los cánticos religiosos.
Claudia dijo que no paraba de llegar gente al cumpleaños porque “todo el que ha vivido en esta comunidad, que es grande, desde que nació, ya ellas dos estaban ahí”.