Autoridades estatales y federales anunciaron hoy viernes el cierre de todas las actividades no esenciales en la Ciudad de México y en el estado de México. Todo el centro del país, donde se concentra gran parte de su población, regresa a una cuarentena vigente al inicio de la epidemia.
Hugo López-Gatell, vocero del Gobierno Federal para la pandemia, dijo que el cierre entraría en vigor del sábado 19 de diciembre al 10 enero.
Los llamados urgentes a la ciudadanía para quedarse en casa, hace dos semanas no fueron suficientes. El ritmo de contagios y hospitalizaciones siguió en aumento en toda la zona metropolitana, la capital y sus suburbios, donde viven 23 millones de personas.
“La inercia que tiene la epidemia requiere esfuerzos adicionales […] medidas extraordinarias que en este momento son indispensables” para reducir contagios y muertes, indicó López-Gatell.
Se cerrarán comercios no esenciales, restaurantes -aunque sí podrán tener comida para llevar-, gimnasios y lugares de reuniones.
En la capital mexicana la cuarentena no ha conllevado medidas coercitivas, pero las autoridades llevan semanas haciendo recorridos para tratar de que se cumplan las normas. Hay patrullas que recorren algunos puntos de la ciudad recordando que se está en una situación de emergencia.
Además de todas la infraestructura de salud, entre las actividades permitidas estará la construcción y manufactura, el transporte o los servicios funerarios, financieros y de telecomunicaciones, aunque todas “deberán seguir escrupulosamente los protocolos” higiénicos, señaló el subsecretario.
México tiene casi 1,3 millones de contagiados confirmados y al menos 116.487 personas han fallecido por la COVID-19. El 30% de los casos están en la capital o el estado de México, entidades que en los últimos cuatro días han registrado las mayores cifras de hospitalizados diarios de toda la pandemia.
El total de personas hospitalizadas el lunes en las dos entidades era 6.605. Tres días después, rayaban las 7.000.
Tanto la jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum, como el gobernador del estado de México, Alfredo del Mazo, declararon en ambas entidades el “semáforo rojo”, el nivel máximo de alerta que todo el personal sanitario y ciertos sectores sociales llevaba reclamando desde fines de noviembre para intentar reducir la movilidad.
“Son decisiones difíciles -dijo Del Mazo- pero el día de hoy lo que tenemos que privilegiar es la salud y salvar vidas”.
El jueves se había llegado al 80% de ocupación de camas generales en la capital con cada vez más hospitales totalmente saturados.
Del Mazo también anunció que se estaba contratando más personal médico y aumentando el número de pruebas para rastrear mejor a posibles contagiados.
Mientras las autoridades anunciaban la nueva cuarentena, las canales de televisión locales mostraban lugares como el aeropuerto de Ciudad de México llenos de gente que parecía iniciar su periodo vacacional.
Associated Press/OnCuba.