El jefe de policía de la ciudad de Miami, Jorge Colina, se encuentra retenido en su casa después de que en una segunda prueba diera positivo al Covid-19, el mortal coronavirus.
El oficial se hizo una primera prueba durante la segunda semana de marzo, y dio negativa. Después se supo que el alcalde de Miami, Francis Suárez, tenía el virus, aparentemente contraído mediante un diplomático que integró la comitiva del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, a su paso por el sur de Florida. Tanto el alcalde como el jefe de la policía acompañaron muy de cerca al mandatario, e incluso estrecharon su mano.
En ese momento, Colina no dio positivo. El alcalde se refugió en su casa durante casi tres semanas para ser atendido, pero el jefe policial siguió trabajando en su despacho.
A finales de la semana pasada el oficial volvió a pasar por la prueba –pero esta vez fue positivo. Según fuentes clínicas, la segunda prueba suele ser recomendada porque aunque el período de incubación es de catorce días, no hay certeza absoluta. Como ha quedado demostrado, puede ser más prolongado.
Colina no ha hecho declaraciones a la prensa, pero la oficina de prensa de la policía de Miami ha distribuido un comunicado suyo. “Mis síntomas son leves, mi estado de ánimo es alto y tengo muchas razones para creer que tendré una recuperación completa. Estoy siguiendo nuestras políticas internas y entrando en autoaislamiento hasta que las pruebas de seguimiento determinen que ya no estoy en riesgo de transmitir el virus a los compañeros de trabajo”, dijo.
Colina tiene una cuenta Twitter, pero no la usa desde el jueves pasado, cuando participó en un homenaje que el equipo de béisbol Miami Marlins le dio Departamento de Policía de Miami por cuidar el orden en el estadio durante los partidos.
El coronavirus en Miami-Dade
Por otro lado, el alcalde del condado Miami-Dade, Carlos Giménez, se reunió este lunes por la tarde vía Twitter con un grupo de ciudadanos a fin de recoger sugerencias sobre la posibilidad de levantar algunas restricciones de movimiento de la ciudadanía y de poner a funcionar de nuevo espacios públicos como restaurantes, bares, parques, piscinas públicas, playas, marinas y campos de golf, que siguen cerrados. “Nada será reabierto sin el permiso de los médicos”, precisó.
Giménez dijo que no tiene una fecha decidida para aflojar las restricciones, pero adelantó al inicio de la conversación que contrariamente al gobernador de Florida, Ron DeSantis, de momento no piensa abrir las playas. “No creo que sea prudente. El gobernador y yo tenemos diferentes opiniones”, afirmó.
El panorama del coronavirus en el sur de Florida no da muestras de mejorar lo suficiente como para abrir las playas, lo cual ha sucedido en otras partes del estado, donde los alcaldes han seguido las sugerencias del gobernador. Este lunes se supo que en Florida hay 26,660 casos de Covid-19 confirmados y 789 muertos. En el condado Miami-Dade son 9,460 y 215 fallecidos.
Por eso, adelantó el alcalde, “tendremos tolerancia cero con aquellos que no cumplan con la distancia social”. O lo que es lo mismo: quien infrinja la ley será multado o encarcelado.