Hace aproximadamente seis meses, el más importante diario hispano de Florida quizás cometió el error más importante de su historia.
Financieramente con el agua al cuello, a punto de cerrar la redacción y de mandar a sus periodistas, editores y fotógrafos a trabajar en sus casas, El Nuevo Herald comenzó a buscar formas de diversificar ingresos y operaciones. Y en este marco, firmó un contrato con un semanario cubano de distribución gratuita llamado Libre.
Libre es heredero de El Matancero Libre, creado por Demetrio Pérez Jr., un controversial personaje de la ciudad propietario de la cadena de escuelas primarias Lincoln-Martí. Pérez Jr. quien se declaró culpable y fue condenado por un fraude al sistema de subsidios habitacionales a personas de bajos ingresos, el Plan 8. Aparece regularmente en la radio hispana con los llamados comentarios educacionales, en los que se manifiestan opiniones extremadamente conservadoras y consejos de cómo los estudiantes deben vestirse para acudir a clases, la obligatoriedad de asistir a misa o el rechazo a toda opción sexual que no se considere “normal”.
Pérez Jr. es también conocido por asociarse con los sectores más conservadores y extremistas del exilio cubano, y naturalmente, un férreo seguidor del presidente Donald Trump.
El contrato de El Nuevo Herald con Libre tiene el objetivo de darle mayor divulgación a la publicación insertándola una vez a la semana en el diario hispano, propiedad de la empresa Miami Herald Media Company. Durante unos años se enfrascaron en una experiencia similar con la distribución del diario español El País, que terminó cancelada.
Hace poco más de una semana un lector se quejó de que un comentario publicado en Libre insultaba a la comunidad judía. Aparentemente, la queja tomó por sorpresa a la dirección del rotativo y a la empresa propietaria, quienes se apresuraron a encarar el problema teniendo en cuenta la fortaleza de la comunidad judía en la ciudad y la sensibilidad del tema.
En un comunicado inicial, tanto la editora general de la publicación, Aminda Márquez, como la editora del diario, Nancy Sanmartín, aclararon que el artículo de Libre no reflejaba los valores de El Nuevo Herald, y que no había sido revisado antes de salir a la calle. También se cuestionaron cómo eso pudo suceder y que, desafortunadamente, no tenían un mecanismo interno para prevenir una situación semejante.
“Lamentamos profundamente que un comentario inflamatorio, racista y antisemita llegó a los suscriptores de El Nuevo Herald a través de Libre, una publicación hispana que paga a nuestra empresa para imprimir el producto e insertarlo en nuestra publicación impresa como un suplemento semanal”, dice la declaración.
Y enfatiza: “El hecho de que nadie de nuestra dirección, empezando por nosotras, leyó este suplemento insertado hasta que un lector llamó la atención, es muy preocupante. Es uno en una serie de fallos internos que estamos investigando para evitar que vuelva a suceder”. Además, confirmaron que han roto las relaciones con Libre. No lo volverán ni a imprimir ni a distribuir.
Enterado del asunto, Demetrio Pérez Jr. acusó a El Nuevo Herald de intentar censurar su publicación y de romper una relación contractual. Y, de paso, defendió el derecho a publicar la columna de marras.
“En un momento en la historia de nuestra nación, cuando todo periodista debe demandar un intercambio de ideas libre y sin límites, el liderazgo de El Nuevo Herald ha optado por silenciar un periódico vital para la comunidad. Aunque Libre puede no estar de acuerdo con el columnista y sus opiniones, defiende su derecho a decirlas, como debe de ser”, dijo.
La nota controversial
El artículo lo escribió Roberto Luque Escalona, un antiguo activista cubano de derechos humanos y autor de varios libros. Estuvo preso en Cuba en los años 90 del pasado siglo. Durante su encierro se declaró en huelga de hambre, pero la finalizó abruptamente cuando las autoridades carcelarias lo filmaron comiéndose un bocadito a escondidas. El video lo puso la televisión nacional. Luque terminó recociendo el problema y pidiendo disculpas a sus compañeros de la oposición.
¿Qué dijo? Bajo el título “Judíos americanos y judíos israelíes”, la nota criticaba a los judíos estadounidenses que apoyan al grupo Black Lives Matter y al movimiento Antifa comparándolos con los nazis que instigaron la persecución a los judíos el año 1938 y la destrucción de sus comercios.
“¿Qué tipo de personas son estos judíos?. Se pasan la vida hablando del Holocausto, pero se han olvidado del Kristallnacht (la Noche de los Cristales Rotos), cuanto las turbas nazis arrasaron con los negocios judíos a los largo de Alemania. Es lo mismo que están haciendo BLM y Antifa, solo que los nazis no robaban, solo destruían”.
¿Sabían o no sabían?
Como refleja el comunicado de la dirección del Herald, aparentemente nadie se enteró del contenido del artículo. Es posible. Pero lo que no pueden argüir es que no estaban al tanto del estilo de comentarios que Libre estaba distribuyendo mediante El Nuevo Herald.
Según confirmaron a OnCuba dos fuentes conocedoras del caso, hace varios meses la dirección fue advertida de que estaba distribuyendo Libre con varios artículos de matiz antijudío y racista, pero no hubo reacciones. No se tomaron medidas. Y, aparentemente, tampoco se le pasó la información al resto de los directivos de la empresa.
Esta semana el diario The New York Times confirmó el dato consultando varios ejemplares de Libre. El diario dijo que “encontró un número de declaraciones en columnas del Sr. Luque Escalona de naturaleza falsa, racista, sexista, antisemitas y homofobicas” y que los blancos fueron “la antigua primera dama, Michelle Obama, la candidata presidencial demócrata, Kamala Harris y el basquetbolista Lebron James”.
Vaya escándalo. Menos mal q cuando emigré no fui a florida el pensamiento retrógrado es comparable con los mas recalcitrantes del PCC. Es lamentable que existan personas q inciten al odio y la intolerancia y q estas personas luego se autoproclamen defensores de la libertad.
Dice Chucho del Chucho: Mejoraremos y perfeccionaremos el Granma, lograremos hacerlo totalmente seguro para exportarlo ya sea como periodico o en rollos pa’ que to’ el Mundo sepa la “VELDA”
La plana mayor del Nuevo Herald tenia que renunciar o ser despedida.
TRUMP 2020. LIBRE A CUBA DE LA OPRESIÓN COMUNISTA