La reducción de los vuelos entre Estados Unidos y Cuba trajo como consecuencia que aerolíneas de otros países han comenzado a suplir esas necesidades principalmente volcadas hacia la comunidad cubana del sur de Florida deseosa de pasar el fin de año con sus familiares.
Pero es también una especie de regreso a los orígenes cuando volar a Cuba era más difícil, apenas existían los vuelos chárter, y muchos pasajeros burlaban las restricciones viajando a través de terceros países, casi siempre México, Bahamas o Canadá. Varias empleados de agencias de viajes en Miami han confirmado a OnCuba que han comenzado a ver una subida en las reservaciones de vuelos a la isla en esta modalidad ahora rescatada.
“La gente está volando ahora por una aerolínea mexicana que ha abierto un vuelo diario de Mérida (en el estado de Yucatán, cerca de la costa occidental de Cuba) a La Habana que es más barato. Tardan un poco de tiempo porque tienen que viajar a México, pero realmente no es tanto. El proceso puede tardar unas tres horas, entre los vuelos y la escala en el aeropuerto”, explica María González, empleada de una agencia.
La aerolínea mexicana es Interjet que hasta hace dos semanas tenía dos vuelos semanales entre Mérida y La Habana y ahora ha subido a uno diario. Hasta Mérida los pasajeros vuelan en cualquier aerolínea norteamericana o mexicana y ahí enganchan con Interjet. Según el ejecutivo de la aerolínea, Héctor Navarrete Muñoz, los nuevos vuelos van a darle un nuevo dinamismo a la terminal aérea de Mérida que hasta ahora solo tenia conexiones con la isla a través de vuelos que venían de Ciudad México, pero aún así recibe unos 2 millones de pasajeros al año en los circuitos del Caribe.
“Calculamos que esto va a incrementar el número de pasajeros en unos 2,000 semanales, que podrán disfrutar de tarifas de bajo costo. Desde que comenzamos a valor a Cuba el año 2009, hemos transportado casi 23,000 personas”, afirmó.
Y el bajo costo es la clave de esta situación. Cuando la administración Trump suspendió hasta nuevo aviso los vuelos a varias provincias de Cuba y los concentró en La Habana, a partir del 10 de diciembre, muchos eventuales viajeros se asustaron ante una ola de rumores de que las empresas chárter afincadas en Miami iban a disparar los precios así como las aerolíneas estadounidenses que siguen volando a la capital cubana.
El rumor se disparó cuando la gente comenzó a consultar las páginas en Internet de las aerolíneas y las agencias de viaje y constataron que los precios para la segunda mitad de diciembre eran extremadamente elevados. Realmente, de lo que muchos no se percataron, quizá porque no tenían cómo compararlos, es que esos precios son habituales para la temporada alta que coincide con las festividades de Navidad y fin de año, coincidieron varios especialistas de viajes y la industria turística.
Si un vuelo a La Habana desde Miami estaba costando entre 200 y 500 dólares, tanto a través de aerolíneas comerciales como los vuelos chárter, en la segunda semana de diciembre pueden dispararse a más de 900 dólares y llegar a 1,500 o más. Pero lo mismo sucede, por ejemplo, en vuelos hacia Sudamérica o Europa, cuando los precios se duplican.
“El mercado siempre ha sido así y esto tiene dos factores que el pasajero muchas veces no tiene conocimiento. Los precios se disparan tradicionalmente porque hay mayor demanda. Pero también porque los aeropuertos aumentan los impuestos en la venta de boletos y las tasas que cobran a las aerolíneas. Normalmente, pasada esa etapa, termina la temporada alta y la vida vuelve a su normalidad”, puntualiza Roger Walter, un analista de la industria turística. Eso, enfatiza, “también sucede con los cruceros”.
El “pánico” se disparó cuando la administración Trump suspendió los vuelos y la gente se abalanzó en la búsqueda de pasajes para fin de año en Cuba y descubrieron que era un viaje demasiado caro que, además se encarece aún más si necesitan viajar al interior del país desde La Habana. Es en este marco cuando aparecen aerolíneas como Interjet que han apostado en el mercado de bajo costo y encontraron el filón del mercado del sur de Florida a través del aeropuerto de Mérida.
“Lo que estamos haciendo es, siempre con la ayuda del cliente, buscar un vuelo en que se combinen dos precios. El de Miami-Mérida y el de Mérida-La Habana. Y lo que estamos encontrando es que es más barato que la temporada alta de Miami a La Habana. Y la gente lo compra”, explica González.
Su agencia lidia tanto con las aerolíneas comerciales como con los chárter por eso se encuentra en buena posición de especular sobre el futuro. “Por ahora no creo, no lo veo así ni siquiera comercialmente hablando, que se vayan a subir los precios en relación a lo que eran antes de la temporada alta. Todo indica que se mantendrán lo mismo”, sostiene.
Siempre puede haber imponderables, que casi siempre no los generan las aerolíneas, sino que los aeropuertos puedan subir los costos de impuestos y uso de sus instalaciones. Pero, “hasta ahora”, no hay nada de nuevo en ese sentido, asegura.
Volar por terceros países es siempre un engorro, pero puede ser una alternativa barata para quien todavía no se ha agenciado un vuelo a Cuba y quiere pasar el fin de año allí.