Una delegación de congresistas de Estados Unidos se reunió este lunes en La Habana con el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla.
La comitiva está integrada por los representantes republicanos Tom Emmer y Jason Lewis, ambos de Minnesota; Roger Marshall, de Kansas; James Comer, de Kentucky; y Jack Bergman, de Michigan.
Rodríguez y los legisladores estadounidenses “abordaron temas de interés para ambos países”, como es común en las notas divulgadas por la Cancillería cubana.
En el encuentro también estuvieron presentes Josefina Vidal y Gustavo Machín, directora y subdirector general para los Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Isla. Por la parte norteamericana participó, además, Jeffrey DeLaurentis, encargado de negocios de la embajada de Washington en Cuba.
La visita se realiza dos semanas después de la presencia en La Habana de otro grupo de congresistas estadounidenses, encabezada por los senadores Patrick Leahy, demócrata por Vermont, y el republicano Thad Cochran, de Mississippi.
En esa ocasión, los legisladores se reunieron con el presidente Raúl Castro, y con varios ministros, entre ellos el de Relaciones Exteriores. Además, recorrieron el Capitolio habanero y participaron en la firma de dos memorandos de entendimiento entre el gobierno cubano y los puertos sureños de Pascagoula y Gulfport.
Esta vez la principal novedad radica en que todos los miembros de la delegación visitante pertenecen al Partido Republicano, el cual tiene hoy en sus manos la presidencia y la mayoría en el Congreso de los Estados Unidos.
Aunque el llamado Grand Old Party ha sido tradicionalmente más reacio a las relaciones con Cuba, varios de sus congresistas se han mostrado favorables a mantener e incluso incrementar los acuerdos alcanzados entre la administración Obama y el gobierno cubano.
Esta posición descansa, en lo principal, en las perspectivas comerciales que muchos estados de base republicana tendrían de consolidarse los vínculos con la Isla.
A pesar de esto, el presidente Trump ha cuestionado los acuerdos de su predecesor con La Habana y el vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, ha dicho públicamente que la política hacia Cuba se encuentra en la actualidad bajo revisión.
Hasta el momento, el gobierno cubano ha sido cauteloso en sus declaraciones sobre las relaciones con los Estados Unidos bajo el mandato de Donald Trump.
En su primera referencia al respecto luego del cambio presidencial estadounidense, en la V Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), Raúl Castro confirmó “la voluntad de Cuba de continuar negociando los asuntos bilaterales pendientes con los Estados Unidos, sobre la base de la igualdad, la reciprocidad y el respeto a la soberanía”.
Dijo además que las dos naciones “pueden cooperar y convivir civilizadamente, respetando las diferencias y promoviendo todo aquello que beneficie a ambos países y pueblos”, pero reafirmó que “no debe esperarse que para ello Cuba realice concesiones inherentes a su soberanía e independencia”.
Sin embargo, este domingo en la Cumbre Extraordinaria del ALBA-TCP, celebrada en Caracas, el presidente cubano subió un poco el tono, aunque no habló directamente sobre el diálogo entre los dos países.
En Venezuela, Raúl Castro dijo que “la nueva agenda del gobierno de los Estados Unidos amenaza con desatar un proteccionismo comercial extremo y egoísta”, criticó la deportación de “migrantes generados por la desigual distribución de la riqueza” y señaló que el muro que pretende levantar Trump en la frontera con México es una expresión de “esa irracionalidad, no solo contra este hermano país, sino contra toda nuestra región”.
“La pobreza, las catástrofes, los migrantes no se contienen con muros sino con cooperación, entendimiento y paz”, afirmó Raúl en un discurso que, aun cuando confirmó la postura tradicional de Cuba sobre las políticas de los Estados Unidos con América Latina, dejó abierta la puerta a las soluciones diplomáticas.
miren la cara de fiesta del canciller
Raul Castro hablando de cooperacion, entendimiento y paz, sino fuera tan triste, diera risa …