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Mientras American Airlines premia al aeropuerto de La Habana por su servicio a los clientes, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) lo clasifica como uno de los cinco más congestionados de la región latinoamericana.
En este acápite, la entidad internacional ubica al “José Martí” junto a grandes aeropuertos de América Latina como los de Bogotá (Colombia), Guarulhos (Brasil), Lima (Perú) y Ciudad de México, los cuales, no obstante, superan al de La Habana en cantidad de vuelos y pasajeros diarios.
Según Alejandro Muñoz, subdirector de Miembros y Relaciones Externas de IATA para las Américas, aun con el retroceso experimentado por el sector turístico cubano, el aeropuerto de La Habana opera actualmente en nivel 3, el grado más alto de saturación.
A pesar de la baja del turismo, Muñoz aseguró que sigue habiendo “mucho interés de aerolíneas en volar a Cuba”, lo que contrasta con una “infraestructura limitada” en la terminal aérea, referenció el sitio especializado Reportur.
El problema, de acuerdo con el directivo de la IATA, no es uniforme, sino que se concentra en determinadas franjas horarias, coincidentes con los horarios de check-in y check-out hoteleros, lo que complica aún más la gestión del tráfico aéreo.
Muñoz recalcó que los “slots” —los períodos de tiempo específicos asignados a las aerolíneas para sus aterrizajes— no son el problema, sino la solución, al permitir ordenar las operaciones en terminales sobrecargadas.
“Lo que está congestionado son algunas horas del aeropuerto que ameritan la implementación de un sistema de slots”, apuntó en referencia a la situación del aeropuerto habanero, lo que, en su opinión refleja la necesidad de modernizar la infraestructura aeroportuaria cubana.

Una modernización necesaria
Precisamente a inicios de año, el Gobierno cubano anunció que pretende elevar el nivel de operaciones de sus principales aeropuertos internacionales mediante un programa de inversiones, como parte de un plan de desarrollo de la aviación hasta 2030.
De acuerdo con las autoridades, se prevé la ampliación y remodelación de la Terminal 3 del aeropuerto José Martí, lo que permitiría incrementar en un 30 % la capacidad de llegada de pasajeros.
También se planea la expansión de la Terminal 2, destinada al tránsito internacional, con el objetivo de absorber un posible aumento de operaciones aéreas.
El pasado abril, durante la III Feria Internacional de Transporte y Logística el presidente de la Corporación de la Aviación Cubana S.A. (Cacsa), Joel Beltrán Archer Santos, reafirmó la intención gubernamental de convertir a Cuba en “el hub aéreo más competitivo en el Caribe”.
La intención, señaló, es que la isla sea capaz de atraer “mayor inversión nacional y extranjera” en el sector aeroportuario, con liderazgo para el aeropuerto habanero.
Tal meta, sin embargo, contrasta con la significativa caída de turistas y viajeros en general que sufre la isla, que no ha podido recuperar los niveles previos a la COVID-19, afectada por los efectos de la propia pandemia, las sanciones estadounidenses y la profunda crisis económica en el país.
Reconocimiento de American Airlines
En ese contexto, la compañía American Airlines (AA) reconoció al aeropuerto de La Habana con la Copa del Servicio al Cliente, correspondiente al primer trimestre de 2025.
La aerolínea estadounidense, si bien ha anunciado que disminuirá sus vuelos a Cuba tras la llegada de Trump a la Casa Blanca, sigue brindando la principal conexión aérea entre la isla y el país norteamericano, empleada para sus viajes de ida y vuelta por muchos cubanos residentes en Estados Unidos.
En sus redes sociales, el aeropuerto celebró el reconocimiento que lo posiciona al nivel de destinos como Cancún, Ciudad de México, Punta Cana y Nassau, lo que, asegura, reafirma “la calidad y excelencia” de sus servicios.
Se trata de la segunda ocasión que el Aeropuerto Internacional de La Habana recibe este reconocimiento de AA, lo que, para la dirección del “José Martí” refleja su “compromiso constante con la satisfacción del cliente”.
Asimismo, argumenta que ha superado metas clave como las métricas de puntualidad (T0) y manejo de equipajes, lo que contrasta con la clasificación de la IATA por su congestión en determinados horarios y también con las críticas de no pocas personas que lo utilizan.
Aunque ya en la terminal habanera se han realizado algunas inversiones, estas son aún insuficientes para agilizar sus operaciones, al tiempo que los cuestionamientos de los viajeros se extienden también al trato en sus diferentes áreas y los precios de productos y servicios.