A finales del año pasado se supo la noticia de la elección del Dr. Rafael Acosta de Arriba como Miembro de Número de la Academia de Historia de Cuba. En sesión solemne, el prestigioso intelectual cubano ofrecerá este martes su discurso de ingreso “Historia y visualidad, un binomio que apenas comienza”, en el Aula Magna del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana. Será el Dr. Félix Julio Alfonso quien pronuncie las palabras de recibimiento a esta Academia, creada en 1910, recién terminada la segunda intervención estadounidense en la Isla.
El actual director de la Revista de la Biblioteca Nacional José Martí ocupará la silla que lleva la letra M, destinada anteriormente al historiador Alejandro García Álvarez. Esta será una oportunidad para que Acosta de Arriba rinda homenaje a historiadores que influyeron en su vocación, como Hortensia Pichardo, Eusebio Leal Spengler, Francisco Pérez Guzmán y Jorge Ibarra Cuesta. También evocará al recientemente fallecido Juan Valdés Paz, sociólogo e intelectual agudísimo, historiador a su manera, cuyo agudo olfato para la política y la historiografía fueron igualmente una referencia para quien ya forma parte de este cuerpo académico.
El discurso de ingreso versará en torno a una práctica común en el mundo académico internacional: el estudio de la historia (y otras Ciencias Sociales) desde los diferentes ángulos de la visualidad, la fotografía, la iconografía, etc. Una tendencia que se corresponde con el enorme y desenfrenado dominio de “lo visual” en la cultura universal desde hace unas cuantas décadas. Sobre tales cuestiones, y acerca de la situación que presenta en la academia cubana, disertará el Dr. Acosta, merecedor también de la Orden “Carlos J. Finlay”, la máxima distinción que otorga el gobierno cubano en el ámbito de las Ciencias. Acosta de Arriba es uno de los principales estudiosos de la vida y obra de Carlos Manuel de Céspedes, así como del pensamiento cubano del siglo XIX, además de que ha incursionado en otros temas referidos a la literatura y las artes visuales y a la década de los sesenta del siglo XX.
Rafael Acosta: “La poesía es un medio muy eficaz de conocimiento”
La Academia de la Historia de Cuba es una de las primeras en su tipo del continente americano, solo precedida por las de Venezuela, Argentina, Colombia y Perú. Al igual que ocurrió en 1901 con la creación de la Biblioteca Nacional de Cuba, la existencia y fundación de la Academia partieron de la voluntad de los más reconocidos intelectuales nacionalistas cubanos.