Los promotores de una marcha pacífica el 20 de noviembre en varias ciudades de toda Cuba adelantaron la convocatoria al día 15, una rápida respuesta al gobierno cubano después de que éste anunciara ejercicios militares en la primera fecha prevista.
El grupo civil Archipiélago, convocante de la “Marcha pacífica por el cambio”, decidió este viernes que “no tenía otra opción” que anticipar la cita en las calles, porque mantenerla “no tenía ningún sentido” después del anuncio de las autoridades, explicó a la agencia EFE su coordinador, el dramaturgo Yunior García Aguilera.
El Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR) de Cuba anunció la noche del jueves la realización del ejercicio militar “Moncada” entre el 18 y el 20 de noviembre, y declaró, además, esta última fecha como Día Nacional de la Defensa.
En ese ejercicio está prevista la participación de “los jefes, dirigentes y los órganos de mando y dirección”, según el anuncio del MINFAR, en el que asegura que las fechas ya estaban programadas de antemano y se mantienen –a diferencia del año pasado en el que se suspendieron por la COVID-19– por la mejoría de la situación epidemiológica en el país.
Los organizadores de la marcha del ahora 15N interpretan el movimiento de las autoridades como “una amenaza, un mensaje no directo; pero por nuestra experiencia anterior, un mensaje más que claro de que no van a permitir la marcha”, según García Aguilera.
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Los antecedentes
La plataforma virtual ciudadana Archipiélago había solicitado el mes pasado a través de cartas dirigidas al Gobernador de La Habana, Reinaldo García, y el intendente del Consejo de Administración Municipal (CAM) de la capital, Alexis Acosta, la autorización para llevar a cabo una manifestación pacífica contra la violencia el 20 de noviembre.
Una veintena de firmantes alegaron en su solicitud el reconocimiento de los derechos de reunión, manifestación y asociación con fines lícitos y pacíficos establecidos en la Constitución cubana aprobada en 2019.
Además, argumentaron que la Declaración Universal de los Derechos Humanos garantiza el derecho a la libertad de reunión y asociación pacíficas y expusieron que se trata de una marcha “contra la violencia, para exigir que se respeten todos los derechos de todos los cubanos, por la liberación de los presos políticos y la solución de las diferencias a través de vías democráticas y pacíficas”.
Asimismo, hicieron extensiva su iniciativa a los ciudadanos de todo el territorio nacional y a partir de entonces se han registrado peticiones similares a las autoridades locales en otras ciudades como Cienfuegos, Pinar del Río, Holguín y Santa Clara.
Como hasta la fecha, según dijo García, no han recibido una respuesta oficial de las autoridades, “entendimos que las señales como citaciones y amenazas a los firmantes de las solicitudes de las marchas, no eran positivas y que no se iban a permitir”.
Por ello, agregó, “nos alarmó la noticia de ayer” y tras consultar a los involucrados en la convocatoria “consideramos que era urgente tomar una decisión ciudadana y por eso decidimos por consenso cambiar la fecha de la marcha”.
El activista entregó este viernes una nota en la sede de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento unicameral), en la que el grupo informó de su decisión de cambiar la fecha para no realizar la marcha en medio de la movilización militar.
“Queremos evitar cualquier tipo de confrontación violenta entre las Fuerzas Armadas y la sociedad civil”, señaló García.
Nueva fecha y un solo cambio
Los organizadores de la manifestación destacan que su reprogramación para el 15 de noviembre coincidirá con la reapertura de las fronteras al turismo internacional y mantienen las características del proyecto, que prevé la participación de unas 5.000 personas con un recorrido que comenzaría en la avenida Malecón y finalizaría frente al Capitolio Nacional, la sede de la Asamblea Nacional.
Como único cambio, Yunior García indicó que al ser lunes la nueva fecha se prevé un retraso de una hora en su inicio –las 3:00 de la tarde– y su término dos horas después.
En Cuba los derechos de huelga y manifestación no se contemplan fuera de las instituciones estatales, por lo que, de realizarse, la marcha del 15N podría sentar un precedente histórico.
El pasado 11 de julio miles de cubanos salieron a las calles para reclamar más libertades y manifestarse contra la situación existente, en las mayores protestas antigubernamentales en seis décadas en Cuba, que se saldaron con centenares de detenidos y condenas de cárcel. Además, ocurrieron actos de vandalismo y enfrentamientos con simpatizantes del gobierno, que considera los hechos como “disturbios” y parte de una operación en su contra organizada desde Estados Unidos.
El país caribeño atraviesa una difícil situación sanitaria por la pandemia y una grave crisis económica, con una incipiente inflación, escasez de alimentos, medicinas y otros productos, largas colas y cortes de luz, lo que ha aumentado el descontento entre la población, al tiempo que las autoridades han dado luz verde a una gradual desescalada y algunas reformas, en busca de paliar la situación.