Redacción OnCuba
El Ministerio de Comercio Interior de Cuba (Mincin) aclaró este miércoles que no se aplicarán multas a quienes mantengan en la “libreta de abastecimiento” a personas fallecidas o que vivan fuera de la Isla, aunque de no tramitarlo causarían baja automática.
Una nota del Mincin explica que las Oficinas de Registro de Consumidores (Oficodas) realizan actualmente un proceso de actualización de datos, que “no implica la aplicación de multas, aunque sí la facultad al Registro de Consumidores para dar baja de oficio a las personas que están fuera”.
Actualización del Registro de Consumidores. #Cuba #CubaViva @DiazCanelB @PresidenciaCuba @LuisTFonseca @BetsyDazVelzqu2 @MiriamP04398282 @GriselAvila13 @FranSilvaHerre1 @OteroPupo @LubenSmith
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La aclaración llega tras rumores sobre la imposición de multas de hasta 5000 pesos a quienes incumplieran con lo establecido en las normas, respecto a los motivos y plazos para notificar baja en el Registro de Consumidores, informó el diario Granma.
Esa situación provocó, en pleno rebrote de COVID-19, grandes aglomeraciones en las Oficodas para actualizar los datos relacionados con la llamada “libreta”, a través de la cual se compra la canasta normada de alimentos en Cuba.
Según lo dispuesto en la Resolución 78/91 del Mincin, los jefes de núcleos familiares tienen la obligación de dar baja a toda persona inscrita en su libreta por motivos de fallecimiento, estar recluida en centros penitenciarios, encontrarse en hogares de ancianos o instituciones hospitalarias por más de 3 meses.
Asimismo, la norma establece que causan baja del registro las personas que hayan salido del territorio nacional por más de 90 días o de forma permanente, indica la fuente.
De acuerdo con el comunicado, una vez que esas personas regresen a la Isla, tienen derecho a darse alta nuevamente en el Registro de Consumidores y recibir los productos de la libreta de abastecimiento, si mantienen su condición de residentes en Cuba.
El Registro de Consumidores de Cuba comenzó un proceso de digitalización de datos en 2019, ante el gran cúmulo estadísticas que manejaba para la distribución de los productos que el Estado vendía a precios subsidiados hasta diciembre pasado.
Estas oficinas registraban manualmente las actualizaciones de un conjunto de información que incluye la cantidad de consumidores de los productos racionados –distribuidos a través de la libreta de abastecimiento– por cada territorio, las altas y bajas por causas como nacimientos, muertes, traslados internos y emigración, así como las dietas médicas y otras asignaciones que se distribuyen a personas enfermas, vulnerables o afectadas por fenómenos climatológicos.
