La flota naviera de la Isla dentro de algunos años surcará el Mar Caribe con la misma fuerza que lo hacía hace cuatro décadas, cuando alcanzó su mayor nivel de desarrollo. Al menos así indican los trabajos que se realizan actualmente para aumentar la capacidad de Cuba de transportación de cargas en embarcaciones.
Según explicó recientemente en La Habana, el viceministro del Transporte Lázaro González Marrero, ya es una realidad la gradual recuperación de la flota. Como demuestra el acuerdo con China de construir en ese país asiático diez buques para la Isla.
Los navíos, de 45 mil toneladas, son de última generación y ya se han incorporado cuatro a la flota. El resto podrán ser recibidos en la Terminal de Contenedores del Puerto del Mariel, cuando sean concluidas sus primeras etapas de desarrollo.
A las embarcaciones se suman siete tanqueros y cinco cargueros, que se fabricarán próximamente para su uso en operaciones en el Caribe y también destinados, en menor medida, a cabotaje.
Como parte de los trabajos por rescatar la flota de la Isla, en este momento son reparados en astilleros cubanos más de treinta barcos de la flota auxiliar que presta servicios, perteneciente a la Empresa de Navegación Caribe, a las que seguirán en 2013 cincuenta más.
Actualmente la marina mercante cubana, brinda servicios en todos los mares del mundo, especializada según los diferentes tipos de cargas y áreas geográficas. Las navieras cubanas transportan cargas secas, líquidas, refrigeradas, contenedorizadas y sueltas. Todas sus embarcaciones cuentan con el Certificado del Código de Gestión de la Calidad (ISM) avalado por el Lloyds Register of Shipping.
Pero la flota mercante cubana, también fue significativamente afectada por el período especial. Entre los años 2001 y 2006 se hizo una reorganización importante en el sector naviero en cuanto a buques se refiere, sin embargo la mayoría presentaban un elevado nivel de desgaste.
El deterioro general condujo, en los últimos años, a una notable disminución del número de embarcaciones operativas, sobre todo en los buques graneleros, portacontenedores y refrigerados.
El proceso de modernización de puertos y embarcaciones comenzó en 2010, debido a la necesidad de revitalizar tanto la flota como el desarrollo portuario, esencial para el país.
Las actuales inversiones en nuevos equipos más eficientes tendrán un reflejo en el aumento de la actividad portuaria. Esta, a la vez, va a tener un impacto muy importante en lo referente a la refinería y el polo petroquímico de Cienfuegos, señaló González Marrero.
La mayor utilización de la flota marítima para el traslado de mercancías, de igual manera permitirá sustituir el uso de los camiones, que en los últimos años concentró más del setenta por ciento de las cargas en el país.