Según informaciones aún por confirmar en detalle, provenientes de fuentes del Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, se ha producido una decisión importante para el proceso de reforma de la economía cubana: la apertura para la inversión de cubanos en el exterior con capitales menores a un millón de dólares.
Es cierto que es una medida que pudo haberse promovido antes —vale para la reforma en general— a eso nos hemos referido muchas veces. También es cierto, como con razón apunta Pedro Monreal en reciente texto, que toda la legislación vigente en Cuba referida a la inversión extranjera está concebida para inversiones mayores y que si un pequeño inversionista tiene que adaptarse a ella los costos de transacción serían desproporcionados y por los tanto desestimulantes, también es cierto que sin la necesaria legalización de las PYMES la operatividad de esta medida sería cuestionable, sobre todo teniendo en cuenta que hasta el momento el flujo de capitales para pequeñas inversiones que ha venido desde los cubanos en el exterior se ha dado a través de las remesas para el apoyo a negocios familiares, lo cual, sin mucha legislación al respecto, ha funcionado bien y ha elevado la oferta y el empleo. También es cierto que debería haber una política que canalice esos recursos potenciales hacia las principales urgencias del país, sobre todo la producción de alimentos.
Cuba promoverá inversiones de cubanos residentes en el exterior
Sin embargo, todas estas limitaciones aún presentes y los persistentes problemas de secuencia en las medidas, que de no resolverse podrían convertir en letra muerta esta decisión, no deben impedir que apreciemos como muy positiva una decisión que se mueve en la dirección correcta de la reforma integral que debe ser. O sea, a mi criterio, esta importante medida tomada por el gobierno no debe ser rechazada o menospreciada por tardía e incompleta, sino analizada con sentido positivo. Se debe argumentar cómo hacerla realmente operativa y estimulante para los inversionistas cubanos residentes en el exterior, también para los cubanos residentes en Cuba y, sobre todo, cómo potenciar su impacto en la economía nacional. Claro, eso pasa por la legalización de la PYMES, el ajuste de las leyes de inversión, entre otras, o sea, por la reforma integral de la economía en el sentido que tantas veces hemos expresado.
Obviamente, en este tema también está el muy importante asunto de las restricciones que impone el bloqueo proveniente del país donde están asentados la mayor parte (no todos) de los cubanos residentes en el exterior.
Por otra parte se debe atender a la dimensión política del proceso de reforma y el contexto real en el que esta se desarrolla, en este sentido se habría resuelto uno de los nudos más polémicos y que mayor resistencia ha encontrado entre los sectores más conservadores —el de promover la inversión, incluso de pequeña y mediana escala, de cubanos residentes fuera de la Isla— y eso por sí mismo tiene una notable importancia que no debemos subestimar.
Una posible inversión que muchos cubanos como yo, residentes en el exterior siempre hemos pensado tiene más sentido, es poner cierto capital para que nuestras familias que constantemente tenemos que estar mandandole remesas
puedan abrir sus propias fuentes de vida, ese tan conocido de “enseñarlos a pescar en vez de tener que mandarle el pescado constantemente”, pero pregunto algo porque a lo mejor me perdió parte de esta historia reciente, las reglas del juego del partido único y plenipotenciario fueron cambiadas como para asegurar seguridad y personalidad jurídica a los emprendimientos, estatus legal y capacidad de lograr suministros estables con importación directa, contratación directa de la fuerza de trabajo y la existencia de locales comerciales privados legales para su explotación, porque si los suministros tienen.que ser una empresa estatal por medio, la contratación de la fuerza de trabajo otra chupa sangre, y la comercialización otra que se encarga de pasar de mano con ganancias sin hacer nada, aquí lo que estamos es disfrazadamente alimentando el sistema de burocracia partidista que con la engañosa historia de distribuir las ganancias siempre se queda con la mayor parte y cualquier negocio se convierte en inviable. Hay primero que estar de acuerdo en compartir el pastel, en aceptar sin cuestionamiento que los residentes en el exterior nos fuimos porque no estábamos de acuerdo en como el gobierno manejaba las cosas y si quieren ahora que están con el agua al cuello de nuestros dineros, pues tienen que cambiarse reglas del juego que hacen que el PCC sea el dueño de todo y de todos, de lo contrario será demasiado complicado que sea creíble su repentina buena voluntad.
Más claro no puede ser su comentario. Pondré de ejemplo un caso puntual que me está sucediendo a mi actualmente, el cual es una consecuencia de todas esas políticas y regulaciones que usted comenta. Actualmente estoy remodelando el pequeño apartamento de mis padres en Cuba (apenas 60 metros cuadrados). Puse mucho dinero para eso, dólares que afortunadamente una amistad tenía en Cuba sin poderlos sacar y convinimos en pasárselos a México (Durango) por transferencia bancaria desde aqui (vivo en Austin, Texas). Pues nada, a pesar de que todo estaba pactado para hacerse en un mes ya llevo tres meses en esta tragedia constructiva y aún no resuelvo las lozas de mármol para el piso (mi gente allá las comenzó a buscar desde hace seis meses). ¿Puede invertirse en un país así? ¿Puede confiarse una cadena de suministro (algo más complejo que una simple remodelación) a un sistema donde nada funciona? En cambio, mi casa en México (Monterrey) tiene 500 metros cuadrados y en menos de dos meses estará lista toda la remodelación (baños, pisos, portón de entrada, fachada…).
Excelente idea si se autorizan los PIMES, personalidad jurídica y garantías para el Patrimonio, los activos y el Capital. No puede existir ningún riesgo de cercenar la organización después que se invierta.
Por lo que las garantías jurídicas protección etc deben estar aseguradas
Es perentorio que el País se redireccione a estás formas de gestión para Abrir Mercados y crear confianza.