Cuba y Canadá acordaron seguir manteniendo contactos al más alto nivel para “intercambiar puntos de vista” sobre la situación en Venezuela tras la visita que este miércoles efectuó a La Habana la canciller canadiense, Chrystia Freeland.
Freeland se reunió en La Habana con el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, quien le “reiteró la solidaridad de su país con el gobierno de Nicolás Maduro” y reconoció la postura de Ottawa frente a la aplicación de la ley Helms-Burton por parte de Estados Unidos.
Además, intercambió previamente con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, un encuentro en el que, de acuerdo con el Ministerio de Asuntos Exteriores de Canadá, los dos ministros trataron la crisis en Venezuela y se refirieron al “proceso de Noruega” en marcha.
Noruega está mediando directamente entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, liderada por Juan Guaidó, a quien Canadá, Estados Unidos y otra cincuentena de países consideran el mandatario legítimo de Venezuela.
Freeland y Rodríguez también señalaron “sus diferentes perspectivas sobre la crisis en Venezuela y expresaron esperanza que se pueda encontrar un camino para avanzar”, dijeron las autoridades canadienses.
Los dos responsables diplomáticos acordaron “que altos funcionarios se mantengan en contacto y continúe el intercambio de puntos de vista para ser tan útiles como sea posible”.
En reunión con ministra de Relaciones Exteriores de #Canadá @cafreeland, expresé que el recrudecimiento de medidas coercitivas de #EEUU vs #Venezuela daña a su pueblo y son contrarias al Derecho Intl y al proceso de diálogo. Reiteré invariable solidaridad con Pdte @NicolasMaduro pic.twitter.com/AJ0ywcR22y
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) August 28, 2019
La reunión es la tercera que han mantenido Freeland y Rodríguez desde el pasado mes de mayo y la segunda que se realiza en suelo cubano.
Mientras que Cuba es el principal aliado de Maduro en la región, Canadá, que mantiene fuertes lazos económicos y políticos con La Habana desde hace décadas, es uno de los principales valedores de Guaidó.
En los últimos meses, Canadá se ha visto envuelta en una creciente actividad diplomática en torno a la crisis venezolana.
Además de los contactos con altos funcionarios cubanos, Canadá está en conversación con la Unión Europea (UE), que no reconoce a Guaidó como presidente interino pese a que la mayoría de sus miembros sí lo hace, y especialmente con Estados Unidos.
A principios de agosto estuvo en Ottawa el enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, aunque el viaje no fue revelado por las autoridades canadienses.
Abrams señaló que Canadá y Estados Unidos están trabajando para acercar a la UE a las posiciones de los dos países norteamericanos, algo que no ha sido desmentido por el Gobierno canadiense.
Elliott Abrams también mostró su desconfianza sobre la productividad de las conversaciones de los canadienses con Cuba.
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En lo que puede considerarse una respuesta al escepticismo de Abrams, en Twitter, Freeland aseguró que las conversaciones que mantuvo hoy con Rodríguez fueron “útiles” y versaron “sobre los lazos entre Canadá y Cuba, la crisis en Venezuela y el apoyo a las empresas canadienses que operan en Cuba”.
Freeland y Rodríguez también trataron en la reunión sobre la activación del Título III de la ley estadounidense Helms-Burton, que castiga a las empresas extranjeras que mantienen actividades en Cuba.
A este respecto, Canadá reafirmó a Cuba su decisión de mantener la ley de Medidas Extraterritoriales Extranjeras (FEMA, por sus siglas en inglés), una ley de 1996 que protege los intereses de los canadienses e impide reconocer o ejecutar en Canadá decisiones judiciales a consecuencia de la ley Helms-Burton.
Según el Ministerio de Asuntos Exteriores canadiense, Ottawa “totalmente defenderá los intereses de los canadienses que realizan comercio e inversiones legítimas con Cuba”.