Las autoridades cubanas desarticularon una operación de narcotráfico para la entrada de drogas a la isla, de acuerdo con medios oficiales.
El teniente coronel Rigoberto Cordovés, del Ministerio del Interior (Minint), explicó en un reporte televisivo que se trataba de un grupo organizado de cubanos residentes en el exterior, el cual introducía estupefacientes de forma ilícita en el país.
La investigación, según precisó el oficial, se inició a partir de la detección por las Tropas Guardafronteras de 114,33 kilogramos de mariguana en Bahía Honda, provincia de Artemisa, refiere Prensa Latina (PL).
La operación de narcotráfico también empleaba personas que actuaban como mulas o correos de droga a través de un canal áereo. Estas personas “introdujeron los estupefacientes dentro de equipos electrodomésticos, utilizando por primera vez la carga no comercial”, apunta el despacho.
De igual forma, el Minint de conjunto con la Aduana General de la República, comprobó “la introducción de cocaína dentro de baterías de motos eléctricas que venían a nombre de personas que se encargaban de recibir esta mercancía, extraerla y comerciarla, detalló Cordovés.
La información oficial precisa que a partir de las investigaciones realizadas hay 26 personas imputadas y se han incautado más de 300 kilogramos de drogas, entre marihuana, cocaína y anfetamina. También, se ocuparon casi 9 millones de pesos, medios de transporte como lanchas rápidas, autos, motos eléctricas y un arma de fuego.
Las autoridades cubanas han “reiterado en numerosas ocasiones su política de tolerancia cero ante los estupefacientes”, recuerda PL.
El reporte afirma que Cuba “es signataria de los principales instrumentos jurídicos multilaterales aprobados por las Naciones Unidas, entre ellos 11 tratados de extradición, 34 de asistencia jurídica, 42 de drogas y 31 de traslado de sancionados con otros países”.
Además, resalta que “por su posición geográfica la isla se ubica entre Estados Unidos, principal consumidor del mundo, y la región de Centroamérica y el Caribe, donde se encuentran varios de los principales productores y traficantes de estupefacientes”, lo cual, asegura, “obliga a una vigilancia permanente”.
Periódicamente las autoridades cubanas informan sobre la detección en frontera de intentos de entrada de drogas, o de recalos en las costas de la isla, aunque las cifras normalmente no resultan significativas si se comparan con las de otros países de la región.