Las autoridades cubanas detuvieron en La Habana a Martiño Ramos Soto, el profesor condenado por la Audiencia de Ourense a 13 años y medio de cárcel por abusar y violar a una alumna menor de edad.
Según fuentes consultadas por EFE este lunes, la Policía Nacional Revolucionaria era consciente de la presencia de Ramos Soto en la isla desde hacía meses y desde entonces, conscientes de su condena, estaba bajo observación, pero no había sido detenido.
Además, parece que hay disposición por parte de ambos países de facilitar su traslado a España, aunque no hay vigente un acuerdo de extradición.
Ramos Soto es uno de los diez nombres de reclamados por la justicia española cuya localización y arresto es prioritaria para la Sección de Fugitivos que, precisamente este lunes, pidió la colaboración ciudadana para recabar posibles pistas.
Buscando “tranquilidad” en Cuba
Fue el diario El Español quien dio en exclusiva que el profesor se encontraba en Cuba. “El exlíder de En Marea vive en La Habana, donde utiliza el nombre de Martín Soto y trabaja como fotógrafo. Reside allí al menos desde julio de 2025”.
Y en efecto, una serie de publicaciones suyas en Instagram en las que colgó fotos con ese nombre (el nombre de pila castellanizado y su apellido materno), comprueban esas afirmaciones.
“En la capital cubana se mueve sin llamar la atención. Participa en pequeños talleres de fotografía, aparece en exposiciones colectivas y frecuenta cafeterías del barrio de El Vedado”, añade El Español sobre el profesor del que “nadie allí conoce su identidad real” y que confesó a una fuente haber llegado a Cuba “buscando tranquilidad”.
En la foto del perfil, que mantiene todavía abierto durante todo este tiempo, se reconoce perfectamente al violador, en cuya portada del perfil se lee: “Por los estrechos cangilones de La Habana Vieja, un despacioso abanico de bienandanzas discretas y curvas ceñidas con placidez sonora”.
Contactos con otras menores
De acuerdo con La voz de Galicia, el profesor había desaparecido en septiembre de 2025, justo cuando el Tribunal Supremo confirmó la sentencia dictada un año antes por la Audiencia Provincial de Ourense.
En la vista, agrega el medio, se desveló que Ramos era “un depredador sexual que había contactado también con otras menores, alumnas suyas, con idénticas intenciones”.
La víctima, contactada por él a los 11 años a través de redes sociales, sufrió tocamientos en el colegio y agresiones posteriores en lugares apartados, con prácticas sádicas y golpes. En 2021, con 16 años, denunció los hechos tras ser abandonada en un descampado.
No fue hasta hace pocas horas que la Policía española lo incluyó en la lista de los diez fugitivos más buscados y emitió orden internacional de detención, aunque la Audiencia de Ourense solicitó el 31 de octubre la extradición, tramitada por el Ministerio de Justicia, pese la inexistencia de tratado bilateral en vigor.
“La Policía ya llevaba tiempo trabajando en este caso en concreto y barajaba diferentes lugares en los que podría estar, pero parece que definitivamente fue localizado en Cuba”, explicó el subdelegado del Gobierno en Ourense, Eladio Santos.
Ramos, suspendido de empleo desde la primera resolución judicial, había recurrido tanto la condena como el cese. Y mientras esperaba la sentencia firme, permaneció en libertad sin medidas cautelares.
Tras confirmarse la pena —que incluye 21 años de inhabilitación para trabajar con menores y 30 mil euros de indemnización—, se dio a la fuga.
Durante años fue profesor de música, director de coros infantiles y activista político local en Ourense, donde impulsó candidaturas municipalistas de izquierda.












