Las recientes ilegalidades llamadas por la prensa oficial “actos vandálicos” contra el sistema hidráulico en Pinar del Río, han exacerbado la ya crítica situación del abastecimiento de agua en la provincia. Y los agricultores pinareños cargan con responsabilidad en estos hechos.
La suya es una especie de “piratería hidráulica” que busca garantizar el agua necesaria para sus cultivos a través de cauces ilegales, en momentos en que la sequía y la crisis amenazan esas producciones.
Según Engrasio Machín Iglesias, director de Inspección Estatal en la Delegación Provincial de Recursos Hidráulicos, la mayoría de los problemas se concentran en las cuatro conductoras que abastecen a la ciudad de Pinar del Río, así como a los municipios de Consolación del Sur y Viñales.
En Viñales, por ejemplo, se descubrió que un productor agrícola desviaba agua destinada al hotel Los Jazmines y a la comunidad aledaña para sus cultivos.
Estas acciones, conocidas como “pinchazos”, buscan respaldar labores agrícolas que deberían contar con otras soluciones de riego, narró un informe publicado este lunes en el diario Granma.
Cifras preocupantes
El arroz, uno de los cultivos más demandantes de agua en Cuba, consume más del 30 % del agua total destinada a la agricultura en el país.
A pesar de esto, las normas netas de riego para este cultivo en Pinar del Río son inferiores a las recomendadas por la Resolución 7/2020 del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), con diferencias de hasta un 9.8 %.
Además, solo 7 % de la agricultura cubana cuenta con sistemas de riego, lo que dificulta la producción de alimentos en un entorno de sequías persistentes y cambio climático.
Esta escasez de infraestructura ha llevado a algunos agricultores a recurrir a prácticas ilegales como el desvío de agua de las conductoras, para asegurar el riego de sus cultivos.
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Piratería hidráulica
Julio César Rodríguez Pimentel, delegado de Recursos Hidráulicos en Vueltabajo, explicó que los infractores emplean técnicas como abrir huecos en las tuberías subterráneas o romper las válvulas de las ventosas para desviar el agua hacia sus plantaciones.
En noviembre fueron detectados dos sitios del sistema conocido como Kilo 5 (que tributa a la parte norte de la ciudad y posee los ciclos más largos), en los que se usaba el agua para el riego de frijoles, plátanos y frutales; en enero se encontraron dos más, puntualiza el reporte de Granma.
Rodríguez Pimentel dijo que los inspectores detectan los desvíos de agua “cuando ven un campo verde cerca de la conductora, en tiempos de seca, y comienzan a buscar de dónde están recibiendo el agua”.
Entre las causas por las que las violaciones se repiten, el director de Inspección Estatal mencionó el hecho de que el importe de las multas es muy bajo.
El funcionario narró que se han ejecutado acciones conjuntas con los inspectores de la Dirección Integral de Supervisión, facultados para imponer multas mucho más fuertes.
Aunque se han impuesto multas a los responsables, se consideran insuficientes para disuadir las infracciones.
Machín Iglesias opinó que para rebajar los casos de ilegalidades se necesitan medidas más contundentes como multas más elevadas y acciones conjuntas con la Dirección Integral de Supervisión.
Impacto en la población
La crisis del agua en Pinar del Río no solo afecta a la agricultura, sino también a la población. Según datos del INRH, solo 61.2 % de los cubanos tiene acceso a agua potable gestionada sin riesgo, lo que significa que casi cuatro de cada diez personas enfrentan dificultades para acceder a este recurso esencial.
Mientras las autoridades trabajan en soluciones a largo plazo, como mejorar la infraestructura hidráulica y la mecanización de la agricultura, los actos vandálicos continúan agravando la situación.
Las principales fuentes de agua para el riego en Cuba incluyen tanto aguas superficiales como subterráneas.
Según estudios, los recursos hídricos potenciales del país se estiman en 38.1 km³, de los cuales 6.4 km³ corresponden a aguas subterráneas distribuidas en 165 unidades hidrogeológicas.
Estas aguas subterráneas están asociadas principalmente a rocas miocénicas que se caracterizan por su elevada capacidad acuífera.
Por su parte, las aguas superficiales provienen de ríos, embalses y presas. Por ejemplo, la presa Zaza de Sancti Spíritus es una de las más grandes del país, con una capacidad de almacenamiento de casi 1,020 hm³. Además, el río Toa, en Guantánamo, es uno de los más caudalosos, aunque no cuenta con embalses de acumulación significativos.
Más problemas que agua: Inversiones hidráulicas en Pinar del Río siguen quedando a deber
Escenario pinareño
Pinar del Río enfrenta una crisis hidráulica persistente, a pesar de las significativas inversiones realizadas en los últimos años.
Según reportes oficiales, la provincia ha ejecutado inversiones por 141.7 millones de pesos en 2024, duplicando el monto inicial planificado de 69.8 millones.
Estas inversiones incluyeron la construcción de 6.8 km de conductoras, 11.2 km de redes de acueducto y 36.2 km de acometidas hidráulicas, beneficiando a más de 58 000 pinareños y eliminando el abasto de agua mediante carros cisternas para 1 740 clientes.
Sin embargo, los problemas persisten debido al envejecimiento de las redes, roturas frecuentes de equipos de bombeo y la falta de control en las operaciones.
A pesar de contar con suficientes reservas de agua, la provincia enfrenta ciclos de abasto que pueden extenderse hasta 40 días, lo que genera irritación entre la población.
En su respuesta, las autoridades han implementado medidas como la instalación de nuevos equipos de bombeo y la erradicación de ilegalidades, pero aún esas iniciativas quedan por debajo de garantizar un servicio eficiente.
Distribución regional
Las provincias con mayores recursos hídricos aprovechables (RHA) son Guantánamo (3 261 hm³), Pinar del Río (2 430 hm³) y La Habana (1 826.7 hm³).
Sin embargo, la disponibilidad de agua varía significativamente entre regiones, con provincias como Las Tunas y el municipio especial Isla de la Juventud enfrentando niveles críticos de estrés hídrico.
Dadas las características físico-geográficas y socioeconómicas de Las Tunas, el peligro hidrometeorológico extremo que se manifiesta con mayor frecuencia es la sequía y, por tanto, el que más impacta en el territorio.
Las lluvias son muy locales, y en su mayoría ocurren fuera de las cuencas y embalses. Las comunidades rurales son las más afectadas.
Los índices de evaporación e infiltración se consideran los más altos del país. Predominan los suelos arenosos, por lo que generalmente no ocurre el escurrimiento y toda el agua es absorbida por la tierra, una tendencia que se ha incrementado gradualmente.