Solo 152,251 trabajadores autónomos cubanos, un tercio de los 579,415 registrados en Cuba hasta septiembre de 2017, tenían un contrato laboral establecido, de acuerdo con un informe del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social divulgado este lunes.
El temor a perder el empleo y la remuneración que reciben son las principales causas por las que los trabajadores del incipiente sector privado renuncian a los derechos que les garantiza la legislación, indicó la directora jurídica del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social, Yudelvis Álvarez, citada por el semanario oficial Trabajadores.
Se trata, además, de empleos con salarios en pesos convertibles CUC, la moneda “fuerte” del país caribeño, paritaria con el dólar y que convive con el devaluado peso cubano CUP, en la que se pagan los salarios estatales.
La directiva señaló que un estudio reciente sobre la contratación de los trabajadores por cuenta propia arrojó que es “deficiente” el establecimiento de esa garantía.
“El contrato es la principal herramienta que tienen para impedir la impunidad”, subrayó la jurista, para quien el trabajo independiente es una actividad laboral que “llegó para quedarse” en el panorama laboral cubano.
Pero cree que quienes lo ejercen “necesitan estar informados de sus derechos para que las violaciones que se cometan contra ellos no pasen desapercibidas”.
El trabajo privado lo ejercen más de medio millón de “cuentapropistas”, que representan el 12 por ciento de la fuerza laboral de la isla, acogidos a unas 170 categorías de actividades permitidas por el Gobierno cubano.
La ampliación del trabajo privado –donde se incluyen las cooperativas no agropecuarias– en 2010 ha sido una de las reformas clave del gobierno del saliente mandatario cubano, Raúl Castro, con el objetivo de actualizar el modelo socialista y reducir las abultadas plantillas del sector estatal.
En agosto pasado, las autoridades anunciaron un proceso de reorganización del trabajo por cuenta propia, que ha congelado hasta ahora la entrega de nuevas licencias a restaurantes privados y casas de renta turísticas, entre otras actividades, con el fin de frenar ilegalidades, “desviaciones” y “corregir deficiencias”.
EFE/ OnCuba