El Gobierno cubano proyecta un crecimiento de 1 % del Producto Interno Bruto (PIB) para 2025, lo que se contrapone al criterio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) que indica un decrecimiento de 0,1 % para el año próximo.
El aumento de un punto porcentual del BIP fue anunciado en la Asamblea Nacional por el ministro de Economía y Planificación, Joaquín Alonso Vázquez, quien argumentó que el desempeño se basa en la reanimación de varios sectores.
“Este comportamiento se sustenta en la recuperación del turismo y de los ingresos de los principales rubros exportables, así como en la reanimación de las actividades productivas, agropecuarias e industriales, y en los servicios sociales a la población”, manifestó el titular en un informe redactado por el sitio Cubadebate.
Asimismo, el funcionario dijo que en el pronóstico de crecimiento de 2025 incide también la estabilización del Sistema Electroenergético Nacional y mejoras en el balance de combustibles.
Sin embargo, todos los factores que deberán reflotar la economía el próximo año, según las proyecciones citadas por Alonso Vázquez, tuvieron retrocesos durante este 2024, sobre todo el turismo y la agricultura.
Para 2023 se previó un crecimiento entre 2 % y 3 % , pero el PIB acabó cayendo 1,9 %, en tanto el Gobierno ya descartó que la economía crezca este 2024, cuando la estimación oficial inicial era un aumento de 2 %.
Por su parte, en su informe Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2024, presentado el miércoles en Santiago de Chile, la agencia de la ONU calculó que Latinoamérica crecerá 2,4 % en 2025, en tanto Cuba registrará un descenso de 0,1 % de su PIB.
Por otra parte, las tres economías regionales que tendrán un comportamiento recesivo este año son Cuba, con -1%, junto a Argentina (-3,2 %) y Haití (-4 %).
Luego de dos años recesivos, Cuba proyecta un crecimiento de 1 % del PIB para 2025
Cepal indicó que “las economías de la región seguirán este año y el próximo sumidas en una trampa de baja capacidad para crecer, con tasas de crecimiento que se mantendrán bajas y con una dinámica de crecimiento que depende del consumo privado, y menos de la inversión”.
Durante la última década, el crecimiento promedio anual de la región fue del 1 %, “lo que implica a su vez un estancamiento del PIB per cápita durante ese período”, añadió el organismo.
Venezuela (6,2 %), República Dominicana (5,2 %), Paraguay (4,2 %) y Costa Rica (4,1%) se colocan al frente del pelotón latinoamericano más destacado en cuanto al crecimiento del PIB, aunque de lejos de Guyana, cuyo boom petrolero respalda un crecimiento espectacular de 41.5 %, seguida por Belice (7%) y Antigua y Barbuda (6%), tres naciones del Caribe anglófono.
En el ecuador de la tabla se encuentran Nicaragua (3,7 %), Honduras (3,6 %), Guatemala (3,5 %), Brasil (3,2 %), Perú (3,1 %), Uruguay (3,1 %), El Salvador (3 %), Panamá (2,6 %) y las islas del Caribe (2,5 %).
Luego, en los lugares más rezagados dentro de cifras positivas aparecen Chile (2,3 %), Bolivia (1,7 %), Colombia (1,8 %), México (1,4 %) y Ecuador (0,8 %).
Latinoamérica, la región más desigual del mundo, creció un 6,9 % en 2021, como rebote tras el desplome de la pandemia, pero en 2022 se desaceleró hasta el 3,7 % y en 2023 cerró con un crecimiento del 2,3 %.