Aunque los apagones siguen golpeando con fuerza a los cubanos, las últimas jornadas han traído una discreta mejoría en el déficit. Al menos según los reportes de la Unión Eléctrica (UNE).
A lo largo del fin de semana y también este lunes —de acuerdo con los estimados oficiales— las afectaciones diurnas se sitúan por debajo de los 1000 MW, una barrera que en las últimas semanas había sido sobrepasada habitualmente durante el día.
Mientras, aunque sigue siendo alto, también en las noches el déficit también ha retrocedido debido —al parecer— a una disminución del número de unidades térmicas fuera del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) y un menor desabastecimiento de combustible en la generación distribuida.
Según la UNE, mientras el viernes la máxima afectación ascendió hasta los 1633 MW durante el pico nocturno, el sábado fue de 1389 MW y ayer de 1248 MW. Se trata de cifras visiblemente mejores que las de la semana pasada, cuando los registros negativos llegaron a sobrepasar los 1900 y los 2000 MW en esa franja horaria en medio de un carrusel de averías.
La afectación eléctrica vuelve a sobrepasar los 2000 MW por averías y limitaciones en la generación
Este lunes
No obstante, el déficit de generación ha seguido extendiéndose durante todo el día sin que la disponibilidad pueda cubrir toda la demanda y este domingo no fue la excepción.
Hoy, tras otra madrugada de apagones, la afectación era de 596 MW a las 6:00 de la mañana, mientras que para el mediodía el pronóstico se sitúa en los 750 MW, un entorno similar al estimado de la UNE para esa hora durante el fin de semana.
Para la noche, la previsión oficial asciende hasta los 1350 MW, mientras que la disponibilidad debe alcanzar los 2170 MW. Para ello deben incorporarse 170 de los 578 MW que están fuera en la generación distribuida por falta de combustible.
En cuanto a la térmica, son cuatro las unidades desconectadas por averías o mantenimientos, en tanto las limitaciones de los bloques en funcionamiento totalizan 490 MW.
Se trata de un escenario más favorable que el de las últimas semanas, aunque las plantas sometidas a largos mantenimientos siguen sin conectarse y cualquier rotura o salida imprevista de otra podría elevar el déficit pronosticado y traducirse en más apagones en la isla.