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La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa) anunció que ya había habilitado más de 45 000 líneas de estudiantes universitarios para la compra de su “plan sectorial”, una medida implementada a raíz de las criticas por el polémico tarifazo del pasado 30 de mayo.
En medio del rechazo de los cubanos al impopular aumento de las tarifas, la compañía dijo que el proceso de adjudicación específico para los universitarios se lleva a cabo en las universidades del país y que es “imprescindible” para seguir incorporando estudiantes.
El plan sectorial para este sector estudiantil fue lanzado el pasado 19 de junio por el monopolio estatal, junto a un “plan adicional”, que ofrece 2 gigabytes (GB) por un costo de 1200 pesos.
Este último fue concebido como una alternativa intermedia entre los planes “extra” —que se venden a precios muy elevados en pesos cubanos o en dólares— y el plan “económico” de 6 GB que en teoría pueden adquirir todos los cubanos con los 360 pesos a los que Etecsa limitó las recargas nacionales durante un mes.
En cambio, el plan para los universitarios ofrece a estos la posibilidad de acceder un segundo plan de 6 GB con otra recarga de 360 pesos, lo que en la práctica les brinda esa ventaja sobre el resto de la población de la isla.
Al anunciar la medida, que responde al reclamo de la comunidad universitaria, la empresa explicó que trabajaba en actualizar los registros de titulares del servicio móvil en las universidades, y que cada estudiante sería notificado mediante un SMS a medida que concluyeran esos trámites.
Las líneas móviles de más de 4️⃣5️⃣ mil estudiantes han sido habilitadas para comprar su plan sectorial .
El proceso de adjudicación de este servicio que se lleva a cabo en las universidades, es imprescindible para continuar incorporando más .#EtecsaConCuba pic.twitter.com/L1l6Tzo4AV— ETECSA (@ETECSA_Cuba) June 26, 2025
Críticas y justificaciones
Aunque el tarifazo generó una oleada de cuestionamientos y quejas en toda Cuba, los universitarios estuvieron entre sus críticos más activos con numerosas declaraciones públicas e, incluso, la convocatoria a un paro docente.
Al menos una veintena de facultades en el país emitieron comunicados expresando su desacuerdo con el aumento de tarifas, según fuentes no oficiales, si bien algunas de esas declaraciones fueron desmentidas o matizadas por canales oficiales, mientras que tanto el Gobierno cubano como la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) nacional atribuyeron parte de las críticas a manipulaciones y campañas promovidas supuestamente desde el extranjero.
En respuesta a los cuestionamientos y protestas, Etecsa accedió a beneficiar a los estudiantes con un plan específico y aplicar otras medidas para las universidades. Además, la FEU creó una comisión para la presentación de propuestas que se aplicarían “según su factibilidad”.
Es en este contexto que fue lanzado el plan sectorial y que se anuncia ahora la cifra de líneas habilitadas hasta el momento para su uso. No obstante, como ya hicieron en su momento los propios universitarios, otros sectores de la población han seguido mostrando su descontento por una variante que consideran excluyente.
“Eso es deshonesto, inmoral, ya que los que pagamos los estudios de todos en este país somos los trabajadores y no se tiene en cuenta al pueblo para hacer algún beneficio”, escribió un usuario en redes sociales a raíz de la medida exclusiva para los universitarios.
Varios de los comentarios señalan que los estudiantes de las demás enseñanzas también necesitan planes más asequibles, así como el resto de la población, y mientras se repite una pregunta: “¿y los demás?”.
Por el momento, sin embargo, Etecsa no ha anunciado otras posibles flexibilizaciones al tarifazo y ha reiterado la necesidad de la medida para hacer frente a su declive financiero y tecnológico.
Su presidenta ejecutiva de Etecsa, Tania Velázquez Rodríguez, al justificar las nuevas tarifas, ha dicho que la empresa se halla en una “situación extremadamente crítica”, marcada por la escasez de divisas y la fuerte caída de ingresos en los últimos años.
Ello, aseguró, ha limitado seriamente la capacidad de la compañía para sostener sus operaciones.
No obstante, mientras la empresa defiende como solución el cobro en dólares o a precios superiores a pensiones y salarios, y busca recuperar a toda costa las recargas internacionales, no pocos señalan el impacto social de estas medidas.
Para el economista Pedro Monreal, por ejemplo, con el tarifazo se “sacrifica ‘planificadamente’ la inclusión social en un servicio público básico, cambiando derecho por rentabilidad”.