Tras su reciente escalada en el mercado informal de Cuba, las divisas han vuelto a retroceder en medio del choque de denuncias y declaraciones entre El Toque y el Gobierno de la isla.
El dólar, que el fin de semana había llegado hasta los 470 pesos (CUP), bajó 35 pesos en los últimos días para situarse en los 435 CUP, valor con el que amaneció este jueves de acuerdo con la tasa que publica el medio independiente, acusado de manipulación por las autoridades cubanas.
Mientras, el euro volvió a caerse de los 500 CUP, cotización a la que había llegado el pasado viernes, cuando las divisas experimentaban una nueva ola alcista tras la caída previa a raíz del paso del huracán Melissa y una campaña en redes que llamaba a boicotear a El Toque.
Ahora su valor es de 490 CUP, tras descender este miércoles hasta esa cotización.
El retroceso alcanza también al MLC, que tras fluctuar durante semanas alrededor de los 205 CUP —en un panorama marcado por la agudización de la crisis socioeconómica y la apuesta de las autoridades por la dolarización en la isla— había experimentado un ascenso hasta los 220 CUP.
No obstante, ha vuelto a caer y esta mañana se cotizaba a 210 CUP, según la tasa calculada a partir de las ofertas de compra y venta en las plataformas digitales.
Actualización de tasas de mercado informal de divisas en Cuba
Fecha: 20/11/2025Imagen 1: Tasa representativa del mercado informal (elTOQUE)
EUR: 490.00 CUP
USD: 435.00 CUP
MLC: 210.00 CUPHay ofertas en los rangos:
EUR: de 420.00 a 560.00 CUP
USD: de 390.00 a 485.00 CUP
MLC:… pic.twitter.com/HYjr99NOUN— El Toque (@eltoquecom) November 20, 2025
Gobierno vs. El Toque
El nuevo movimiento hacia abajo de las divisas en el mercado informal cubano llega en plena controversia sobre la tasa de El Toque y las denuncias en su contra por parte del Gobierno.
La pasada semana el propio primer ministro Manuel Marrero y otras autoridades acusaron al medio de tráfico de divisas y evasión fiscal, en tanto un programa especial en la televisión apuntó contra la publicación por esos delitos y por recibir fondos estadounidenses.
Desde entonces, en los medios oficiales y en perfiles en las redes afines han seguido apareciendo artículos acusatorios contra El Toque, al que consideran un actor de la guerra económica y política de Washington contra Cuba, cuya tasa perseguiría inducir la inflación y deprimir —aún más— el poder adquisitivo de la población para atizar el descontento social.
Este miércoles otro programa oficial divulgado en las redes y la televisión cubana reiteró las denuncias gubernamentales contra el medio opositor, al que acusó de “Caballo de Troya” de una “guerra de cuarta generación” contra el Gobierno cubano y de pretender con la divulgación de su tasa “crear descontento, dividir a la familia cubana y promover la desobediencia civil”.
La publicación, por su parte, no ha escondido su postura de oposición al Gobierno cubano ni la recepción de dinero por parte de entidades de Estados Unidos, pero ha negado las acusaciones de manipulación de la tasa y tráfico de divisas y ha sostenido que las autoridades de la isla buscan convertirlo en “un nuevo chivo expiatorio para desviar la atención de su estrepitoso fracaso”.
De igual forma, ha defendido su tasa de los cuestionamientos en su contra y los pedidos de que deje de publicarla, asegurando que la misma pretende ser “una referencia transparente y verificable del valor del peso cubano en un contexto en el que no existe una tasa oficial que refleje la realidad del mercado de divisas”.
A su juicio, aun cuando muchos cubanos consultan a diario su tasa “para orientar sus decisiones, la dirección del tipo de cambio se define en función de la escasez de dólares, las expectativas de devaluación y las políticas económicas del Gobierno cubano”.
Otras opiniones
Por su parte, varios economistas y otros expertos, incluso de entidades estatales, coinciden en que el comportamiento del mercado cambiario informal no puede achacarse a la actuación de un medio de prensa, un criterio que les parece sobredimensionado desde la visión oficialista.
El periodista Ariel Terrero considera ese argumento “carente de sostén económico alguno”, al tiempo que —a la par de cuestionar la ética y la independencia periodística de El Toque— reconoce que la publicación supo aprovechar la ausencia de una tasa formal actualizada y coherente para convertirse en referencia.
“Vio un vacío informativo clave y lo ocupó”, opinó, al tiempo que sostuvo que, en contraposición, “el Banco Central de Cuba (BCC) se ha mostrado incapaz de crear un mercado cambiario flexible, en lugar del inoperante sistema monetario y cambiario con varias monedas y tasas de cambio rígidas, inepto consecuentemente para aportar la información que urge a la población”.
No es el único que piensa de esta forma. El economista y profesor Juan Triana reconoce igualmente que, más allá de sus motivaciones, “El Toque aprovechó la oportunidad” y su tasa se convirtió en la guía que deberían ser el Gobierno y las autoridades monetarias.
Ello, explicó a OnCuba, “tiene que ver con un mercado monetario en el cual la autoridad monetaria ha prescindido de actuar, y eso nos ha pasado durante cinco años”.
Ante este vacío, se han multiplicado las voces que llaman al Gobierno a “tomar el control” del mercado cambiario y establecer de una vez la tasa flotante anunciada para el segundo semestre del año por el primer ministro Manuel Marrero ante la Asamblea Nacional y que, sin embargo, sigue sin definirse ni entrar en vigor.
En este sentido, el diputado Carlos Miguel Pérez Reyes, fundador y presidente de la mipyme privada Dofleini, convocó a las autoridades e instituciones a unirse en “un proyecto verdaderamente transformador, en beneficio de la mayoría de los cubanos”.
Se trata, dijo, de “un reclamo genuino de nuestro pueblo, de la Asamblea Nacional, del sector empresarial y de todo el que quiere que este país salga adelante”.
Sus palabras trascendieron luego de que, a raíz de las acusaciones contra El Toque, el BCC asegurara que “trabaja para consolidar un mercado cambiario oficial, ordenado y transparente, cuya tasa permita, de manera gradual, reflejar objetivamente la situación actual de la economía”.
Sin embargo, esta pretensión ha sido también puesta en solfa por académicos y analistas. Por ejemplo, el economista Pedro Monreal estimó que “no es factible establecer tasa de cambio formal flotante y mantener su valor dentro de un rango razonable si no cuenta con respaldo de la economía real, principalmente oferta interna de alimentos”.
Al respecto, el experto alertó que “si el mercado cambiario prometido por el Banco Central no es precedido de un programa plausible de transformación productiva que proporcione un anclaje a la estabilidad del peso cubano, la tasa flotante pudiera trasladar un costo social inasumible políticamente”.











