¿Por qué la gran mayoría del personal de seguridad de los negocios privados en La Habana son ciudadanos negros?
“Para que aguanten la puñalá”, resuelve de un tirón uno de los encuestados. Luego ríe. Es un chiste a la mitad. “Fifty en broma, fifty en serio”, equilibra y pide no poner su nombre en el reportaje.
Salpicada de cinismo, la respuesta alude a una eventual carne de cañón, pero evade la causa que investiga la propia pregunta. De cualquier modo, no debería arruinar la pertinencia de una indagación: ¿Se expande un patrón racial en la división del trabajo en la ciudad? Y ese patrón, que se aprovecha de las simbologías raciales, ¿es dominante en la ideología que atraviesa al sector privado?
Algunos activistas lo ven así y lo interpretan como una segregación que se enquista en una economía arrogante. “Al ser negocios privados se reservan el derecho de contratación y, mientras más nivel alcanzan, más se blanquean sus empleados”, estimó hace año y medio Daysi Rubiera, historiadora y fundadora del grupo feminista Afrocubanas, durante una entrevista con la agencia IPS.
De acuerdo con esta investigadora, “las personas de piel oscura quedan para aquellos espacios donde no se atiende al público y en los cuales se paga menos”.
Otro académico, Esteban Morales, valida tal opinión. “A lo mejor, ves en la recepción algunas muchachas negras, pero los negros están en la cocina. No son jefes de departamento, no son directores de hoteles, no son presidentes de corporaciones”, manifiesta en una exclusiva con OnCuba. “Eso tiene que ver con las desigualdades, que han crecido en nuestro país”.
Pese a ello, Morales se muestra cauto. “No diría que hay un problema negro en Cuba”, dice y desdramatiza el conflicto mediante lo que describe como “un racismo light”.
El ensayista cubano Fernando Martínez Heredia aplica un zoom más potente para escrutar la situación en el mediano plazo. Entrevistado por la revista digital La Jiribilla, Martínez Heredia entiende que las manifestaciones actuales de racismo “son un territorio del crecimiento de la cristalización de desigualdades sociales, un paso muy necesario para los que aspiran al retorno al capitalismo”.
Hace seis años, una carta llegó al buzón de la Central de Trabajadores de Cuba. Contenía una denuncia. El firmante era el ingeniero Norberto Mesa Carbonell, fundador y presidente de la Cofradía de la Negritud, un proyecto ciudadano independiente y antirracista que fue horneado en la caldera de presión de los años 90.
En su misiva afirmaba que “durante los dos últimos decenios, las manifestaciones de discriminación racial han tenido clara presencia en el campo laboral”.
Hacia 2010, el gobierno preparaba al sector estatal para restar 1 millón de puestos de trabajo, alrededor de la cuarta parte de la población económicamente activa. Se trataba de la mayor poda de empleos en todo el período socialista y aunque escalonada, los cofrades temían un masivo desempleo de trabajadores negros y mestizos que obviamente no serían rescatados por el mercado privado, entonces larvario y con los resquemores sociorraciales de rigor.
Para Alejandro de la Fuente, uno de los intelectuales cubanos más acreditados de la diáspora, “el decreciente control estatal sobre la contratación y promoción del personal en el sector privado crea oportunidades adicionales para que las prácticas discriminatorias operen libremente”.
En su libro Una nación para todos, editado por la casa de altos estudios Fernando Ortiz, este profesor titular de historia latinoamericana en la Universidad de Harvard, insiste en que los criterios precondicionantes de selectividad –entre ellos la llamada buena presencia y el nivel cultural– han vetado oportunidades de empleo a los negros en la Isla, sobre todo en sectores codiciados como el turismo. “Como ocurre con frecuencia, la intensidad de los prejuicios raciales se relaciona directamente con cuán deseable es el trabajo”, suscribe de La Fuente.
El asunto parece más complicado y se enreda en los sesgos que trae consigo toda generalización. Algunas de las presuntas víctimas del blanqueo en el mercado laboral niegan que tal cosa ocurra y exhiben un vigoroso sentido de autoafirmación.
Piel negra: ¿un valor agregado?
En una de las esquinas de la Plaza Vieja, donde desemboca la calle Muralla, un animado restaurante cafetería, con decorado vintage y mistificación de los años 50 (Fidel, Hemingway, Coca Cola…) se desmarca de la exclusión descrita por académicos y activistas.
Bien. Cabe la posibilidad de que La Vitrola, un botón de muestra de la triunfante economía no estatal, se comporte como una isla en medio de un mar de prejuicios étnicos y culturales. Su empleomanía es multirracial, también equilibrada en género y en edades, aunque prima la juventud de los mozos.
José Angel es uno de ellos. Es negro. A los 18 años se estrenó en el puerto, atendiendo cruceros y yates como empleado de Inmigración y Extranjería. Ahora tiene 29, domina el inglés y trabaja turnos de ocho horas en días alternos. “Aquí no exigen requisitos físicos. Ni por el color, ni por ser bonito o feo”, pero advierte, sin citarlos: “Hay lugares en que debes ser blanco”.
En La Vitrola, donde esta semana la reina del pop, Madonna, celebró su cumpleaños, los empleados tienen que exhibir rostros rasurados y pulcros. Ni tan siquiera un bigotillo es permitido, y el uniforme –pantalón negro y camisa blanca cruzada con tirantes rojos y rematada con pajarita de igual color– exhibirá una limpieza de monaguillo. “Tienes que tener una imagen de higiene, prestancia. Es un lugar que siempre está lleno. La mayoría son europeos”, dice José Angel y haciendo gala de sus buenas maneras, termina cortésmente la charla para atender a unas turistas recién llegadas de Canadá.
Desde su discreto puesto de observador, la escena ha sido monitoreada por alguien que dice llamarse Eloy, a secas. Alto, macizo, negro al igual que el mesero, es uno de los hombres de la seguridad de La Vitrola y responde al estereotipo de “negrón de discoteca”, esos que al levantarse dejan combado el sofá y cuyas manazas podrían darle trabajo de sobra a los cirujanos reconstructivos. Con los brazos cruzados, Eloy dialoga con OnCuba sin perder contacto visual con su perímetro de vigilancia.
“Mi función aquí es controlar el área. Que no existan problemas ni asedios a los clientes. No he tenido problemas serios. A las personas las trato con respeto y ellas son recíprocas”. Eloy tiene un pasado de custodio. No entra en tratos, ni en diálogo con los extranjeros. “Lo mío es la seguridad. Cuando piden direcciones, los remito al portero del lugar”, dice, en tono afable, pese a lo tronante de su voz.
¿El hecho de que seas negro es un elemento a favor…? “No hombre, no. No creo. Eso va en la persona. No va en el tema racial, de si es blanco o negro, cualquiera puede ocupar esta posición”, responde convencido y por si las moscas, reconfirma su parecer: “Cualquier tipo de persona impone respeto y según su forma y su carácter, así lo valorarán y lo respetarán. Eso no va en la raza”.
¿Y este trabajo es todo el tiempo de pie? “Todo el tiempo. No me canso. Tengo 39 años y estoy de pie desde que tenía 18.”
Custodios de todos los colores
La guayabera de René Lázaro Gómez Sánchez es blanca y está impoluta. Le concede una dignidad emanante. Fornido y palabrero, tiene 57 años y de acuerdo con la escala vernácula de la epidermis, es un “negro claro”. Hace catorce años es guardia de la Sociedad Gallega Rosalía de Castro, ubicada en un hollinado e imponente edificio de la calle Egido, a unas cuadras del Capitolio Nacional.
René ostenta un expediente deportivo. Practicó judo y boxeo. Pese a la conflictividad social de la zona, su trabajo transcurre sin muchos sobresaltos. Debe velar por que los clientes no entren “en short y camiseta, porque hay una escuela de baile de niñas”, o que porten o introduzcan, de contrabando, bebidas alcohólicas.
“Hasta ahora no he tenido que enfrentar actos de violencia”, reconoce y está en desacuerdo en que su condición racial ayude en la proyección del respeto. “Hay custodios de todos los colores. Los hay blanquitos y chiquiticos. Son luchadores, boxeadores, karatecas. Hay quien busca gente que sea grande, superior, corpulenta, para poder meter una llave. Pero eso no determina. Determina la bomba [corazón] de la persona y su inteligencia”.
Y remata: “Se busca otro tipo de dialéctica que traiga poder de convencimiento. No siempre la violencia. La violencia requiere violencia”, dice mostrando unos incisivos encasquillados en oro.
Falsos positivos
– ¿Puedo hacer algunas preguntas…?
– ¿No vamos a salir por algún canal de televisión subversivo…?
A muchos les gusta el ardid retórico de responder con una pregunta. Ganan segundos para ponerse en guardia. Tal es el caso de Ernesto, custodio del restorán El Criollito, un negro atlético con gafas de lágrimas, mentón firme y guayabera planchada. Junto a él, dos custodios más. Frank, un mestizo de ojos claros y desafiantes, y René, un capirro o mulato blanconazo, si aplicamos la alucinante tipificación racial de los cubanos.
A diario los tres enfrentan un catálogo situacional diverso en este negocio de La Habana profunda. Unas veces es divertido, otras peligroso. Lidian, sobre todo, con timadores de turistas. Les hacen creer que El criollito es un restaurante de alta gama, cuando en realidad es un local con un bufet sin muchas pretensiones.
“Vienen personas con diferentes características: el que está en la calle sin trabajar, el que está jineteando, el delincuente, el que es un guía que tiene educación”, enumera Ernesto y afirma que “si pudiera trabajar en una oficina con aire acondicionado y con un lápiz pusiera números y ganara miles”, no estuviera “aquí parado doce horas”.
Igualmente da cuenta de conductas exasperantes. “Aquí vienen colombianos, mexicanos, rusos, que son pesadísimos cuando beben y gritan y hay que persuadirlos sin llegar a la violencia.”
La obligación más ingrata del personal de seguridad es impedir el robo de alimentos por los cocineros u otros empleados, a quienes deben revisar cuando entran y cuando salen. “Estamos aquí para cuidar los intereses de alguien, que paga para eso. Esa es la filosofía de esta vida”, resume René.
– Los custodios deben ser altos, fuertes y negros para que sean más respetados. ¿No es así?
A coro, los tres desmienten la hipótesis, presentada con una dosis afirmativa para insuflarle un poco de mérito.
“El respeto no es por el tamaño, ni por el color de la piel, sino por la presencia. Si el custodio tiene mala apariencia, lo respetarán menos”, entiende Frank, el menos parlanchín del trío.
Según René, la psicología aplicada a situaciones de riesgo da buen resultado. “Aquí han venido negros altos, fuertes y feos y al final han tenido que coger su camino y portarse bien, porque uno le explica las cosas”.
“Cuando tú respetas a una persona, aunque te vea chiquitico, la persona te atiende y te escucha”, argumenta Ernesto. “Hay personas que son grandes, fuertes y no inspiran respeto”. Y procura una sentencia para sellar la plática. “En esta profesión lo que no se puede ser es cobarde”.
Casting racial
Pedro es dueño de una cafetería en el oeste de la ciudad y quiere negociar. “No pongas mi nombre y seré todo lo sincero que quieras”, propone a OnCuba, mientras exhala el humo de un Montecristo número cuatro e invita a un café.
Aceptado el trato tiene un par de cosas que decir: “Por su tradición pendenciera, por siglos de desventaja –recuerda la esclavitud– los negros están más aptos para enfrentar hechos de violencia o potenciales amenazas. Son tipos de la calle, toda la vida han tenido que sobrevivir en la calle y son unos malditos, en el mejor sentido de la palabra. ¿Y lo segundo?: “Que los blancos no están pa’ eso. Los blancos no se fajan”.
Propongo a este emprendedor, antiguo becario en Moscú como estudiante de ingeniería, la siguiente dinámica de opción. Dos hombres igualmente de fornidos, resueltos, íntegros y leales, con edades similares y experiencia en artes de defensa personal. Uno es negro, el otro es blanco. ¿Cuál es el favorito para cuidar tu negocio?
Frotando su antebrazo izquierdo con el índice de su mano derecha, Pedro responde sin titubear. “El color decide”.
En el censo de 2012, el último de los efectuados, de un total de unos 11,2 millones de habitantes, 9,3 por ciento eran de piel negra y 26,6 por ciento mestiza. El resto era blanca, y los menos de todos, asiáticos.
Como la clasificación racial se dejó a la autoevaluación de los encuestados y no estuvo sujeta a criterios científicos, un investigador como Esteban Morales disiente de las estadísticas. Según este doctor en Economía, más del 60 por ciento de la población cubana es no blanca.
Más allá de tales referencias, el color de las personas no aparece en ningún otro indicador del censo, lo cual es un disparate a los ojos de muchos investigadores y activistas raciales.
“Si le interesa conocer la tasa de fecundidad de las mujeres negras, cuáles son las profesiones en las que negras y negros están sobrerrepresentados o la cantidad de personas negras en puestos de dirección, sus preguntas nunca serán respondidas por un Censo realizado en la Cuba post-revolucionaria”, se lee en el blog Negra cubana tenía que ser.
“Nuestras estadísticas no pueden ser incoloras”, exige Esteban Morales. “Si tenemos un 3 por ciento de desempleo, tenemos que saber qué color tiene ese desempleo. No es lo mismo ser blanco y estar desempleado, que ser negro y estar desempleado”, explica y revela que actualmente, contrario de los años 80, la mayoría de la población carcelaria es blanca, “porque son los blancos los que más están en el poder y tienen la posibilidad de corromperse en esas empresas de capital”.
Graduado de Economía Política en la universidad Lomonosov, de Moscú, y profesor por décadas de la Universidad de La Habana, además de fundador del Centro de Estudios sobre Estados Unidos, Morales es autor, entre tantos, del libro Desafíos de la problemática racial en Cuba, Editorial Fernando Ortiz, 2007, una deriva de su tesis para un segundo doctorado, esta vez en Ciencias Económicas.
Su trabajo de tesis enfrentó no pocas reticencias en el aparato académico, pues desde 1962 el pensamiento oficial considera el racismo institucional una práctica desterrada por la Revolución, respondiendo con ojeriza a su debate público. “El prejuicio y la negación de que el problema existe está en todas partes. El problema más grave que tenemos es que hay gente que niega el problema”, advierte el investigador.
Interesado en ilustrar a la burocracia en la necesidad de unas estadísticas con cromatismo racial, el doctor Morales se ocupa de tal asunto en la comisión José Antonio Aponte. Esa iniciativa de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) encara, desde la perspectiva cultural, los conflictos raciales en el país.
Nombrándose Aponte, la Comisión echó mano a la historia para blindarse de legitimidad ante cualquier impugnación. En 1811, setenta y cinco años antes de que se decretara la abolición de la esclavitud en la Isla, un negro liberto, carpintero y tallador, José Antonio Aponte, encabezó un conato de insurrección inspirado en la república haitiana.
El movimiento aspiraba a la supresión del sistema esclavista y de la trata de africanos que para entonces había forzado a cerca de 1 millón de ellos a trabajar como bestias en la colonia cubana. Aponte fracasó. Fue ahorcado en 1812 y su cabeza mostrada en una jaula de hierro en La Habana como escarmiento público. En el imaginario de los blancos quedó por muchos años una frase, ya en desuso, para describir la vileza de alguien. “Es más malo que Aponte”.
Me parece que querer ver racismo en todo, crea diferencias que a la larga es racismo. En Cuba, como en otros lugares del mundo las personas negras se fueron incorporando a la sociedad, como parte de un proceso que comenzó hace años con la abolicion de la esclavitud, por supuesto que muchas familias negras aun cargan las desventajas de generaciones de discriminacion pero en general se ha hecho mucho por que esas cosas no sucedan, por ejemplo cualquier persona blanca hoy dia puede tener una pareja mestiza o negra y nadie se atreve a juzgarlo por eso, si miramos 40 o 50 anos atras no era asi, pero la sociedad va librandose de los lastres como el racismo pero es un proceso social que tarda anos, lo que si pienso es que querer verlo en cada detalle es mas racista que otra cosa…
ahora el racismo persiste, por supuesto, pero me parece que llegara el punto en que aprenderemos a querernos y respetarnos como cubanos independientemente del color de la piel…
saludos oncuba.
Vemos racismo donde quiera, en realidad muchos negros son más racistas que los blancos, pero de eso nadie escribe nada…
no creo q sean negros o mestizos los gua.rdias de seguridad de estos lugares. tengo amigos q eligen a sus empleados de seguridad solo por las aptitudes fisicas, o sea resistencia, inteligencia, valor, respeto, y alguna habilidad en defensa personal. estos son los requisitos idoneos para desempeñar este tipo de trabajo
Jejeje, resulta que si una plaza se le niega a un blanco y se le ofrece a un negro, entonces también es racismo contra los negros. Hasta ahora conocía que si a un negro le negaban un puesto de trabajo, era lógico tildar de racista a quien se lo negó, pero ese no es el caso, es todo lo contrario. Además, ¿alguien obliga a los negros a trabajar en esos puestos?
qué bien trabajo. varias ideas. este tema tiene varias aristas. menciono sólo una. en muchos países por Ley las empresas privadas o no deben emplear a un porciento de blancos, negros, personas con discapacidad. no sé si eso funcionaría también para Cuba. Claro luego están los puestos que esas personas ocupan, porque en el caso de los restaurantes privados en Cuba hay negros pero en la puerta, el baño y la cocina. sucede en el restaurante de 23 y h. apenas un ejemplo de cientos. hay que partir por reconocer que el problema existe, discutirlo sin tapujos. es ahora o nunca porque nuestros queridos Neo emprendedores están reproduciendo a toda velocidad los peores patrones. otro elemento es que el Estado, sus instituciones debían dar el ejemplo y no es. debían existir políticas específicas para la población negra.
En Canadá abundan los BLANCONES DE DISCOTECA, y no creo que sean escogidos por el color de la piel, sino por la fortaleza y el tamaño, que en ciertos lugares son necesarios para imponer respeto.
El unico racismo que existe en Cuba es el racismo de estado. Pero no es problema a nivel social, nuestro mestizaje no lo creo el sol del Caribe, es resultado de la mezcla interracial de más de 500 años. Y si tenemos un diccionario entero de frases racistas; que son usadas como simple acervo de nuestro choteo. Negro Mono y tú ; Blanquito peste a leche… Y la risa final de todos cerrando cada frase
Podremos seguir viviendo bajo la luna de Valencia, tratar de ser realista o no, imaginar el mundo como quisieramos que fuera y no reconocer la persistencia, crecimiento y espansion del racismo en Cuba a partir de la decada de los 90’s. Cuanto me gustaria estar errado, pero es mejor irritar a los que hoy niegan estos hechos al igual que negaron las verdades de Galileo que ser complice consciente de estas dolorosas conclusions. Mi opinion sobre el mismo aparece en http://www.havanatimes.org/sp/?p=117961
Los negros en Cuba siempre fueron y siguen siendo discriminados. A partir del año 1959, tienen las mismas oportunidades para el estudio que el resto de la población, sin embargo no existe una correlación entre población negra y la presencia de estos en puestos públicos, dirigenciales y/o profesionales. Y no es por falta de preparación. Se trató al negro como parte de la población, cuando realmente existía (y existe) un problema de discriminación muy arraigado. El “problema negro y sociedad” es peculiar y como tal hay que enfrentarlo. O si no analicemos: en los barrios más populares en Cuba la población negra es mayoritaria; en las cárceles idem; en las universidades el negro tiene una presencia mínima. ¿Acaso esto no es una muestra efectiva de que en Cuba los negros y los blancos no son iguales?…
El racismo en Cuba si existe. Y es un problema bien grande. Muchos (como Lew aquí abajo), lo tratan de minimizar tirándolo a jarana, pero la broma termina cuando ves que esa forma de pensar te afecta la vida, que tienen que hacer el doble de esfuerzo para lograr un mismo resultado, que no pueden acceder a puestos de alta jerarquía porque los bloquean, que cuando sale el grupo de supuestos amigos se olvidan de los negros.
En US hay racismo pro-blancos y racismo pro-negros. En latinoamérica el racismo es siempre pro-blancos.
Nótese que las sociedades donde conviven varias razas son las mas racistas. En América hay mas racismo que en Europa y Africa. En Cuba también existe el racismo pro-blanco de los mismos negros, se nota mucho en la frase: “…hay que adelantar la raza” y cuando la logran “adelantar”, se convierten en los padres y abuelos diciéndoles a hijos y nietos: “yo no voy a peinar pasas, negros, ni los zapatos”. De ahí que prospere tanto el racismo. No es que el estado ayude mucho con el tema. Cuando les hablan de racismo todo se limita a decir que “…al triunfo de la revolución se erradicó el racismo”. Jajajaja! Otra fantasía más!
Por último está la actitud de las propias personas de color ante el problema. Si no reconoces y te ocupas de tu problema, nadie lo hará por tí. La población carcelaria cubana es mayoritariamente negra, los resultados escolares son los peores y así con la actitud ante el trabajo y un montón de cosas mas. Para quitarse el “san benito” hay que cambiar la actitud y eso debe ser lo primero.
Estas diatribas, al igual que las relacionadas con la homofobia, son estériles. Esto es Cuba, señores, pongan los pies en la tierra, Cuba Socialista, y no la va a arreglar nadie. ¿Para qué sirven? Para descargar…soltar presión; y -además- para consagrar (darle cámara) a los “expertos” locales en estos temas.
Estas diatribas, al igual que las relacionadas con la homofobia, son estériles. ¿Para qué sirven? Para descargar…soltar presión; y -además- para consagrar (darle cámara) a los “expertos” locales en estos temas.
Mariana, hay algo en lo que usted dice que no me cuadra. Si a partir del año 1959, los negros tienen las mismas oportunidades para el estudio que el resto de la población y mas bien la única discriminación que conocimos en las Universidades fue Ideológica, ( “La Universidad es solo para los revolucionarios” ). Como nos explicamos que al cabo de ¡57 AÑOS!, nos encontremos con la situación de que los estudiantes negros en las Universidades tengan una presencia mínima. Podemos caer en conclusiones tales como que, hoy por hoy los blancos son los únicos revolucionarios o que al cabo de casi seis décadas todos los negros se hayan vuelto contra-revolucionarios.
Todo analisis que no tome en consideracion que ambas razas partieron de lugares distintos en la carrera por la supervivencia, no podra entender los resultados de hoy dia. Durante 300 anos los negros fueron esclavos en Cuba y al producirse la llamada independencia por la que tanto lucharon y murieron en la campina, estos no recibieron ningun tipo de recompense al final de la contienda. Vease el caso del General Quintin Banderas! Sin embargo, casi 100,000 blancos fueron importados silenciosamente de Galicia y les entregaron parcelas de tierra y prestamos para establecerse mayoritariamente en Pinar del Rio y los Espanoles y sus hijos que fueron derrotados, ocuparon todos los puestos administrativos del pais.
Y los negros? Cuando pidieron justicia, esta le fue negada e iniciaron una protesta en Oriente en 1912, fueron masacrados vilmente mas de 3000 de ellos y sus cuerpos mutilados fueron paseados por la ciudad para enviar un mensaje claro, de lo que le esperaria a quienes se opusieran. Hoy el monumento mas fastuoso de Cuba honra la memoria del carnicero de esa masacre, el General Jose Miguel Gomen en la calle G y 27, Vedado. Todavia los lideres de aquel alzamiento esperan por una cruz de palo que los recuerde!
Ninguna de las falta de disciplina, educacion o conducta que tengan los negros Cubanos en comparacion con los blancos debe justificarse, pero cuando los unos estaban en la Salle, Teresiano o Escolapios, los negros no tenian mas que un 4to Grado en la escuelita del barri, los privaron de empleos en bancos, comercios, compania electrica y Telefonica y literalmente obligados al solar, el robo y la prostitucion.
Los negros descollaron al principios de la Revolucion cuando se nivelo el terreno y todos los jugadores partieron desde el mismo lugar. En la decada de los 60-70, el grueso de los medicos, maestros y enfermeras en Cuba eran de Guantanamo y Santiago de Cuba, pero las puertas se fueron cerrando, se fueron excluyendo, surgio un leguaje codificado de Martianos y Maceistas para identificar a los que debian limitar sus avances en areas claves como cirugia, neurologia, cuidados intensive etc. Los mas jovenes llegaron a la conclusion que no valia la pena y no estudian hoy, confirmando opiniones racistas inveteradas. Medicos eminentes como Mc Cook, epidemiologos como Terry y Emigdio Leon por citar unos pocos, pudieran hablar de la interminable Carrera de obstaculos con valles que les interpusieron para llegar.
Que mas debe hacer el Coronel Dreke para ser ascendido a General, a pesar de haberse alzado a los 15 anos con el Che y haberlo seguido a traves del mundo excepto Bolivia?
Concluyo por decir, cuando se me responsabilizo con el Diagnostico Veterinario de la provincia de Oriente (Amancio Rodriguez – Gran Tierra, Baracoa) en 1970, acepte sabiendo que era tarea imposible de realizar. La dedicacion y horas interminables de trabajo me permitio que este fuese desde el ultimo lugar (6to al 3ro) en cuatro anos. Descubrimos un numero de enfermedades que no se sabia existian en Cuba y otras que no se conocian en el pais. La directora del Laboratorio de Higiene en Bayamo con la cual trabajaba estrechamente me dijo: Porque no regresas a la Habana Jones? Bayamo no esta preparado para una persona que ocupa tu posicion sea negro. Me negue, resisti y fui a parar a la carcel de Boniato por 4 1/2 anos de prision por delitos no cometidos, comprobables por el que quiera. Hoy el laboratorio yace en ruinas, pero nada importa, tampoco esta el negro!!
Los negros tienen el poder en Cuba
En París es igual creo que depende de sus excelentes condiciones físicas están en Zara HM y otras tiendas
“Tengo, vamos a ver,
que siendo un negro
nadie me puede detener
a la puerta de un dancing o de un bar.”
(Nicolas Guillen)
Quien no dice que la Historia es la Madre de la Ironía.
Bueno yo pienso, que no es problema de raza en si misma sino de fenotipo, quizas si estuviermaos en Noruega sería el Blancon de seguridad. Aqui las personas de raza negra tienden a tener mejor fenotipo que las de raza blanca, el porque ya es parte de la ciencia que se dedica a estudiar el fenómeno. El racismo en Cuba es como ha sido desde hace medio siglo, un fenómeno cultural como diría Geraldo A. en un entrevista hace un tiempo. Pueden existir formas discriminatorias pero no considero que sea una generalidad esa época ha quedado bien atras ya.
De donde saca Morales que más del 60 % de la población cubana no es blanca ? De su observación ?. Siendo el científico que es, está especulando. Y respecto al censo, hay otras formas de sacar el dato, como a través de los sistema de identificación, donde todo el mundo si tiene puesto su color de piel.
Por demás, NO CREO que haya racismo institucional en Cuba, pero si considero que en el mundo de los negocios privados, se está haciendo patente, como mismo se están patentizando allí la discriminación por sexo, edad, belleza y estado, ya que muchos empleadores discriminan o incluso, contratan sin mediar contrato, con lo cual sus empleados quedan indefensos.
Creo que es un error decir que eso, por mi experiencia, más de 5 años trabajando en una discoteca a finales de los 90 y principios del 2000, de seguridad, mido 1,70 y no soy negro, fui jefe de todos los custodios de esa instalación y nunca tuve problemas con mi altura ni nada de eso. Claro, siempre he practicado artes marciales y esto en eso ayudó mucho, pero no creo que necesariamente hay que ser negro y de alta estatura para custodiar discotecas, ese es mi comentario.
En realidad el fondo de este articulo no tiene tanto que ver con “los negrones de discoteca”. Representa una agenda política que ya viene caminando desde hace años entre intelectuales y políticos cubano negros tanto en la isla como en el extranjero y que han creado varias organizaciones contra la discriminación racial en Cuba. Su objetivo real es el Poder Político. Su esperanza futura se base en el aumento de la población negra y mestiza y la reducción poblacional de los blancos que se ha producido principalmente desde 1959. Si fueran mas sinceros seria una posición respetable y justificable. Después de todo, todos debemos luchar por nuestros intereses y hasta la tendencia histórica los favorece. Su problema es su ideología política y estrategia. La culpa de todos sus males son los blancos y su racismo. No asumen ninguna responsabilidad propia. Quieren logar la igualdad bajando al blanco, no subiendo ellos. Ahorra cualquier cosa es tildada de “racismo”, Desde que te miraron mal en la guagua, a por que no existen actores negros o miren ustedes que pocos negros hay en las Universidades. Junto a esto, los blancos deben de sentirse mal por su decendencia Europea y su legado cultural, cuando en realidad deben de sentirse orgullos de ella. Cualquier cosa que venga de esos lares es negativa, racista y hasta “no cubana”. Los hay hasta los que dicen que el mestizaje cubano no es mas que un producto de “violaciones en los barracones”.
Nadie tiene que sentirse mal ni por su raza ni por la cultura de sus ancestros, de sus valores, de sus concepciones de estética ni nada de eso. Ni Blancos ni Negros. Allá aquellos que se sientan “poquita cosa” sin serlo.
Por favor, basta ya de decir que en Cuba hay racismo contra los negros. Veamos un ejemplo clarísimo: ¿quiénes son los mejores deportistas? ¿quiénes nos regalan la mayor cantidad de medallas en competencias internacionales? Sin dudas los negros, tienen fuerza, coraje, son buenísimos en el deporte, y me enorgullece ver que aportan triunfos a mi país. Si fueran discriminados, no fueran aceptados en instituciones deportivas ni saldrían al exterior a representar nuestra bandera. Pero hay que portarse bien, y no hacer el bochorno que hizo el equipo de volleyball en Finlandia …
En Cuba no hay racismo contra los negros. Veamos un ejemplo clarísimo: ¿quiénes son los mejores deportistas? ¿quiénes nos regalan la mayor cantidad de medallas en competencias internacionales? Sin dudas los negros, tienen fuerza, coraje, son buenísimos en el deporte, y me enorgullece ver que aportan triunfos a mi país. Si fueran discriminados, no fueran aceptados en instituciones deportivas ni saldrían al exterior a representar nuestra bandera.
No hay racismo, sino pregunten al padre de mi ex, rubia. Casi la deshereda. Y su mejor amigo (dice él) es negro. Eso si lo tolera, pero mancillar su arbol genealógico???
Es un tema complejo. La primera vez que vi personal de seguridad a la entrada de algún local nocturno fue en el antiguo Teatro Oriente de Santiago de Cuba, a mediados de los años ´90, cuando Eddy´s Team, un DJ, instaló allí su cuartel general. Los señores de la seguridad tenían, en común, nada. Recuerdo claramente a tres de ellos. Un blanco ex pesista, de unos seis pies justos, pero muy corpulento. Un indio, más alto y atlético. Y un negro, el más bajo y menos pesado de los tres. Eso sí, un desquiciado a la hora de combatir. El criterio étnico no siempre aplica a rajatabla en estos temas. Aún así la problemática racial aun está pendiente de ser resuelta, en primer lugar porque no es una cuestión de blancos y negros, sino de todos los cubanos, incluidos, que quizás seamos la mayoría numérica absoluta, esos individuos supuestamente inclasificables desde el punto de vista étnica o racial. Aún así habría que formular una pregunta filosófica aunque parezca tonta: ¿Existe algún análisis, experimento o instrumento médico que al medir la concentración de melanina en piel establezca de qué color es cada cuál? ¿Acaso este debe ser un criterio que aplique a la hora de establecer la composición demográfica de la población cubana? ¿Alguien puede decirme que significa la (M) que aparece en el apartado color de piel de mi carnet de identidad? ¿Marrón? ¿Mestizo? ¿Mulato? Mucha tela por donde cortar. La cuestión étnica- racial, en Cuba, pasa por el simple hecho de sentarnos a dialogar.
Señores el racismo en cuba es una realidad pero no es exclusivo ni especialmente grave en los negocios privados veo aquí otro ataque más a la iniciativa privada ´´ “son un territorio del crecimiento de la cristalización de desigualdades sociales, un paso muy necesario para los que aspiran al retorno al capitalismo” esto es una tontería desde que comienza hasta que termina pero hay mas “Al ser negocios privados se reservan el derecho de contratación y, mientras más nivel alcanzan, más se blanquean sus empleados”, no señores el racismo es un problema de toda la sociedad y está presente en todos los sectores no se ensañen con los más débiles , los privados porque les de miedo ir hasta donde tienen que ir. Otra cosa es que el racismo no es solo de blanco a negro , sino también de negro a blanco y aun de negro a negro. Si no me crees échales un vistazo a las novias de los cantantes de moda por el patio casi todos negros y veras o si prefiere busca los negros pudientes y échales un vistazo a novias y queridas y veras un patrón en que el que puede se busca una blanca porque el ´´coco aunque sea rancio´´ o oye hablar a muchas negras sobre los hombres de su propia raza, eso es la peor forma de racismo la propia de los que reniegan de su raza y buscan negársela a su descendencia. El racismo es grave en cuba aunque no llega a extremos de países anglo sajones pero tampoco es muy diferente al de otros países latinos. Es cierto que institucionalmente las leyes son equitativas pero eso aun no ha calado del todo ha mejorado pero tiene que mejorar mas y no solo es que los blancos soltemos el racismo tenemos que soltarlo todos para yo no tener que oír, como lo he hecho ,como otros negros se burlan del que no quiere ser guapo o mal hablado, y quiere estudiar y ser culto y no ser abakua los he oído decirles ´´ deja esa flojera que tu eres negro y los negros somos de la calle´´ no es una historia ficticia.
En Cuba donde la educación a todos los niveles es gratuita los oficios o profesiones se obtienen por el esfuerzo individual , si eres negro o blanco y quieres ser medico, ingeniero, abogado etc. solo tienes que esforzarte y estudiar (mucho sacrificio) eso es lo que realmente tienes que hacer ….. si eres victima de un estigma, es por que tu lo cultivaste.
Correcto “r”. No se como se las arreglan que o la culpa de todo es del “racismo” o ahora de la “propiedad privada”. Lo menos importante del las razas es precisamente “el color de la piel”. Otras diferencias entre las razas son mas significativas, (oseas, etc). Recientemente se ha descubierto por estudios genéticos que los europeos del norte aunque muchos tuvieran los ojos claros tenían la piel cobriza hace solo unos 7,500 años.
A quien se le ocurre decir que si hay pocos negros en las Universidades es producto del racismo. Ni del gobierno ni social. Eso no es mas que un disparate. Mencionen un solo caso. Y no hablo de después de 1959, sino también de antes de la revolución. Las razones siempre han sido socio-económicas y culturales, a no ser que usted se crea los “Cuentos de las mil y una noche de Alarcón” , no solo el de los aviones, sino el otro donde dijo que “los negros no podían caminar por Miramar porque la policía los paraba y los sacaban de allí, como si Miramar fuera una especie Birminham, Alabama de los años 50 en EEUU, cuando el tiene la suficiente edad para saber que el Balneario Universitario de la Universidad de la Habana estaba en la calle 42 y primera avenida en Miramar y por ahí se paseaba tanto negros como mulato que iban a la Universidad y eran muchos. Por lo visto mas que ahora.
Véase al inicio el comentario de “Soberano” y verán que eso mismo dicen la Derecha y la Extrema Derecha en cualquier Democracia Burguesa del mundo. Eso para que estemos claros que nuestra historia reciente y hasta nuestra convicción personal de que somos hiperigualitarios en lo personal y revolucionarios personal y socialmente nos nos evita ciertas similitudes, parece, comunes al género humano. Ya que se basan en la intolerancia al criterio ajeno, el desconocimiento por arrogancia y el miedo al cambio. Decir que en Cuba no hay racismo, no borra ese reacismo que si hay. Yo sééé, que quien lo hace, siente de verdad, en su corazón de revolucionario que así es. Pero no. Varias veces en “reuniones de amigos”, he escuchado las confesiones de “jefes” que solo ponen a prueba igual cantidad de candidat@s negr@s, mestiz@s y blanc@s para que se vea en los papeles, pero marcan bien los motivos de descalificación de los No blanc@s y no les aceptan como empelad@s. Queda como si la gente blanca es la única que demuestra cualidades, en igualdad de oportunidades. Claro, para empleos altos y medios, en los bajos son las pieles osucras las que si “dan la talla”. El compañero “Soberano” se olvida por completo de que el “punto de partida” familiar, comunitario y social de los educandos influye decisivamente en su éxito escolar.
he leido el articulo y los comentarios y todos siguen roandando en als misma nimiedades, de quien es mas racista o menos racista, en Cuba si existe la discriminacion en muchos sentidos, pero ahora, estamos viendo como se excluyen exprofesso muchos negros, homosexuelas, discapacitados… los negocios privados deben parecer pulcramente limpios y prosperos y esas persoans para el mercadod el capital sobra, la cuestion de la discriminacion es economica. Cada vez que escuchod eceir que los negros somos mas racistas que los blancos me enciende la sangre, es una gran ESTUPIDEZ y es parte del racismo aprendido, el gobierno por mas que lo intente no va a ca,biar esa perspectiva, porque en su sesgo discriminatorio, son muchos jefes blancos y occidentalizados ayudando a muchas personas negras, pobres, y sin la menor educacion. Siempre es l imagen del poder, y los discriminados no tenemos derechoa ser diferentes, cuando nos salimos de el espacio al cual se nos confiere muchos clase media saltan asustados”me invaden los marcianos”