El valle de Viñales, una de zonas estrellas del turismo cubano, está amenazada “por violaciones, ilegalidades y sobrexplotación descontrolada”, lo que ha obligado a adoptar medidas para su protección, según advierte el diario cubano Juventud Rebelde.
Viñales es uno de los sitios más visitados de la Isla, que en 2016 recibió a más de 700,000 turistas y a unos 600,000 el pasado año, de acuerdo con el Ministerio del Turismo cubano.
Entre sus valores se cuentan su singular belleza natural, marcada por sus paradigmáticos mogotes, su patrimonio arquitectónico y la conservación de procedimientos tradicionales en la agricultura y la artesanía. Por estas razones, fue declarado Monumento Nacional en 1978, Área Protegida en 1998, Paisaje Cultural de la Humanidad en 1999 y Parque Nacional desde 2001.
Para acoger el floreciente auge de viajeros, ese poblado de la provincia Pinar del Río cuenta actualmente con 2,300 habitaciones de renta y más de 130 restaurantes que ocupan a alrededor de 5,000 trabajadores privados, según José Antonio Valle, presidente del gobierno municipal.
Valle explicó que el interés despertado por Viñales generó que personas de otras regiones comenzaran a crear servicios gastronómicos y de alojamiento para el turismo en la zona de Viñales.
La directora de la Oficina Técnica de Monumentos del Centro Provincial de Patrimonio Cultural, Nidia Cabrera, señaló que el crecimiento del pueblo “es más en viviendas que demográfico, pues son muchas las campañas que incitan a visitar Viñales”, y eso, a su juicio, “ha excedido todas las capacidades”.
“La cantidad de personas que se ven no son todos pobladores, sino personal atraído por el comercio, ya que el destino es una fuente de empleo. Están los que trabajan en la construcción, los que contratan para servir, lavar y limpiar”, dijo.
No el turismo, sí las ilegalidades
Las autoridades de Viñales opinan que el turismo en sí mismo no reporta tanto riesgo para el lugar como las ilegalidades vinculadas a los servicios, en expansión “precipitada”, con el fin de responder a las demandas de los visitantes.
El aumento de las construcciones ha propiciado violaciones en el ordenamiento urbano, alturas y ampliaciones de viviendas sobredimensionadas, patios pavimentados sobre áreas de jardinería y remodelaciones hechas con formas y materiales que no se corresponden con lo establecido.
Para detener las acciones ilegales y preservar el sitio patrimonial las autoridades promueven el rescate de los parterres, el uso de la paleta de colores aprobada para el lugar, la reforestación de las principales calles, la pintura homogénea en inmuebles y el empleo de luminarias acordes con el sitio.
“Viñales tiene que permanecer con los valores identitarios que le han dado esa importancia a nivel universal, sobre todo, en lo referente al cuidado del paisaje”, aseguró el presidente de la Comisión Provincial de Monumentos, Juan Carlos Rodríguez.
Para este mes está previsto que especialistas del Instituto de Planificación Física y del Consejo Nacional de Patrimonio realicen un levantamiento “metro a metro” de las anomalías, con la colaboración de trabajadores de la zona para dictar las medidas pertinentes, apunta Juventud Rebelde.
El texto también menciona entre las violaciones asociadas a las actividades de los turistas la explotación descontrolada de los senderos destinados a caminatas que se usan para cabalgatas, por lo que cual se decidió organizar de manera más contralada la actividad de alquiler de caballos.
EFE / OnCuba