Un proyecto privado desarrollado en la oriental provincia Las Tunas, que aprovecha “la funcionalidad, el atractivo y la libertad creativa” que ofrece la madera, se especializa en la producción de juguetes, aunque también trabaja una amplia línea de artículos decorativos y suvenires.
Según aseguró a la Agencia Cubana de Noticias (ACN) Katia Leyva Mejías, su creadora, Palitos es un emprendimiento surgido de la necesidad de proveer a su hijo de algunos juguetes inexistentes en la red comercial del país, que padece un recio desabastecimiento debido a la crisis económica aumentada por la pandemia.
En asociación con un diseñador, Leyva Mejías materializó lo que funciona también como una tienda que cuenta con una página en Facebook. Desde el principio pretendía la creación de juguetes que destacaran por su funcionalidad, durabilidad, atractivo y precios asequibles.
La inestabilidad con las materias primas hace que, sin embargo, hasta la fecha no pueden impulsar más que pequeñas producciones, pese a la demanda que asegura muestran sus productos.
Palitos impulsa también la venta de objetos decorativos y útiles para el hogar, así como suvenires que reafirman la imagen Cuba y hablan de tradición y cultura desde la sostenibilidad ecológica, destaca la fuente.
Autos, trenes, aviones, carritos para organizar fichas y lápices de colores forman parte de la producción de este negocio del sector privado o no estatal, proyecto pequeño que busca oportunidades para crecer como emprendimiento local y guía para una crianza responsable en familia, añade la ACN.
De formación Instructora de Arte, Leyva Mejías, de 34 años, sostiene que en la crianza de las niñas y niños jugar es la actividad más importante, pues a través de ella comprenden el mundo que les rodea y adquieren nuevos conocimientos, por eso apuesta por los juguetes.
Para ella, los juguetes de madera estimulan el sentido del tacto y del olfato al poseer un olor particularmente “agradable” que conecta al infante con la naturaleza y les trasmite una sensación de tranquilidad y confianza.
Además, al ser menos estructurado y sofisticado le permite al niño o la niña explorarlo con mayor libertad, motivo para que se convierta en un elemento que le acompañe en las diferentes etapas de su crecimiento convirtiéndose en un recuerdo de familia que puede dar felicidad a otras generaciones.
Los juguetes de madera son muy apreciados en todo el mundo por su valor didáctico.