Cuba cuenta actualmente con un equipo de estimulación eléctrica para el tratamiento de pacientes con epilepsia “que no responden favorablemente a los medicamentos indicados”.
De acuerdo con Granma, “Estep”, como se nombra el dispositivo, es de uso personalizado y fácil manipulación, y se sirve de baterías. Además, se ajusta automático a la concha de la oreja del paciente.
El Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos le otorgó su registro médico en 2023 por los favorables resultados de los ensayos clínicos “que mostraron una reducción significativa de la frecuencia mensual de crisis epiléptica, en el 83,33 % de los pacientes participantes en el estudio”, agrega la fuente.
“La electroestimulación de la rama auricular izquierda del nervio vago es una alternativa que ha ido ganando terreno internacionalmente para tratar la epilepsia farmacorresistente”, explicó al medio Mitchell Valdés Sosa, director general del Centro de Neurociencias de Cuba (Cneuro).
Según el especialista, este tipo de dolencia requiere, de manera general, de neurocirugía o neuroestimulación, “que son procederes invasivos y muy caros de aplicar”. En ese sentido, Step “abre promisorias perspectivas” en la terapia de esa dolencia “porque a su probada efectividad y seguridad se une el bajo costo económico y la manera sencilla de manejarlo”.
Más allá de la epilepsia, al dispositivo “se le han identificado potencialidades terapéuticas en la migraña, el insomnio, la depresión, los trastornos en el aprendizaje y la recuperación tras un accidente cerebrovascular”, señaló Valdés Sosa.
Su uso en Cuba
Actualmente, el aparato lo utilizan solo 16 pacientes, la mayoría “participantes en el ensayo piloto realizado entre mayo de 2021 y diciembre de 2022”, añade René Iván González Fernández, jefe del grupo del proyecto.
Ya se produce actualmente un lote de 140 unidades en las instalaciones de Cneuro, de los cuales una parte será empleada en un ensayo con 15 pacientes pediátricos (el anterior solo incluyó adultos), detalló González Fernández.
“De los restantes, la mayoría se prevé introducirlos en el Sistema Nacional de Salud, mientras otros deben destinarse a la comercialización en diferentes mercados”, dijo.
Mientras, aunque “la demanda es alta”, la fabricación de otros lotes depende ahora “del financiamiento requerido”, agregó el doctor.
“En dependencia de los niveles productivos que se alcancen a corto y mediano plazos, pudiéramos disponer de esa herramienta terapéutica en los hospitales que la necesiten”, concluyó.
El dispositivo es el resultado de un proyecto de investigación y desarrollo conducido por el Cneuro, el Instituto de Neurología y Neurocirugía y la Facultad de Ingeniería Mecánica de la Universidad Tecnológica de La Habana (Cujae).
La epilepsia en Cuba “tiene una prevalencia de 280 a 300 casos por cada mil habitantes”, mientras que, a nivel mundial, cerca del 30 % de las personas que padecen la enfermedad “no mejoran con el tratamiento farmacológico”, indicó Valdés Sosa a Granma.