La pasta de guayaba, el producto estrella entre los fabricados por la empresa de alimentos de conserva La Conchita, de la provincia de Pinar del Río, ha vuelto al mercado internacional, informaron medios locales.
Según explicaron a partir de la inclusión de esta empresa en la Cartera de Oportunidades de la Cámara de Comercio de Cuba, sus producciones, que una vez se comercializaron en toda Cuba y en varios países del campo socialista, serán exportados a Europa.
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El director de La Conchita, Fidel Boza, declaró que esta es una oportunidad para que la industria vuelva a alcanzar “todo el mérito que tenía en el mundo y en el país, un anhelo materializado gracias al esfuerzo del colectivo de trabajadores”, publicó el sitio web de Telepinar.
Nuevas inversiones se materializan en la fábrica para modernizar el proceso de producción de sus conservas, de cara a la exportación y al comercio en el mercado cubano. De acuerdo con su director se lleva a cabo la construcción de una línea de mayonesa que dispondrá de una moderna tecnología.
Además, concluyeron el sistema de tratamiento de residuales, que garantizan la calidad y la inocuidad de los alimentos, para lograr los estándares necesarios para competir en el mercado internacional.
La unidad empresarial retoma también la producción de conservas que la distinguieron a lo largo de décadas, como el casco de toronja y las compotas Osito, destinadas al consumo de los niños cubanos, a través de la canasta básica.
En 2018 La Conchita se vio implicada en un escándalo por la pérdida de unas 1,445 toneladas de pulpa de mango y guayaba producidas entre 2015 y 2016, y que la prensa oficial denunció en un reportaje titulado “Toneladas de irresponsabilidad”.
Luego de esos hechos Fidel Boza asumió como nuevo director de la empresa, y aseguró en ese entonces que “bajo ningún concepto” se repetiría el estancamiento en los almacenes.
La Fábrica de Conservas y Vegetales La Conchita, que hoy emplea más de 600 trabajadores, fue fundada en 1927. Sus primeros propietarios la nombraron en homenaje a su madre: Concepción Martínez “Conchita”.
A Rusia será exportada?
ay que feliz estoy!
Muy triste que se haga una mención somera de los dueños originales de la fábrica al final del artículo y se deje entender que ahora hay otros dueños, como si hubiese sido vendida o pasado de manos legalmente. Eso no fue así. Aquí se está hablando de una fábrica robada a una familia cubana, una industria creada con el sudor y sacrificio de cubanos que tuvieron que dejarlo todo atrás, sin un centavo de compensación, como si hubiesen hecho daño a alguien, como un castigo. Esa familia reconstruyó su industria en el exilio y conservan la marca. Ojalá puedan reclamar sus derechos en el mercado internacional. No es justo que los que se robaron la industria, lucren con una marca que no les pertenece.
“Ha vuelto” se escribe con H…
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