Acaba de fallecer en La Habana el artista plástico y poeta cubano Pedro de Oraá. Nacido en 1931, estudió en la academia San Alejandro. De joven se destacó por sus aportes al movimiento abstracto del concretismo. En 1957, junto a Loló Soldevilla y Sandú Daríeen fue cofundador del grupo “Diez Pintores Concretos”.
Obras suyas figuran en las colecciones del Museo Nacional de Bellas Artes, en Cuba; el Museo Universitario del Chopo, Distrito Federal, México; el Godwin-Ternbach Museum of Queens College, Nueva York; y el Museum of Finest Cuban Arts, Viena.
Entre sus obras se destacan, entre otras, El instante cernido (1953), Estación de la hierba (1957), Destrucción del horizonte (1968); Apuntes para una mítica de La Habana (1971), Suma de ecos (1989), Umbral (1997) y Vida secreta de la Giraldilla (2003).
Recibió premios como la Distinción por la Cultura Nacional (1995), el Premio Nacional de Diseño de Libros (2011) y el Premio Nacional de Artes Plásticas (2015).
Otra sensible pérdida para la cultura nacional.
Que en paz descanse.