Flashazo: Hasta la playa en tren

No es un vehículo de lujo ni tiene la capacidad ideal para días de mucha concurrencia. Pero “resuelve” en medio de la crisis, y de temperaturas y precios disparados.

Pasajeros se bajan del tren a las playas del este, al llegar a la estación de ferrocarril de Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.

Pasajeros se bajan del tren a las playas del este, al llegar a la estación de ferrocarril de Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.

Desde hace un mes los habaneros tienen un poco más fácil la posibilidad de darse un chapuzón en la playa y aliviar el calor del verano.

Un tren, que parte desde el andén de Egido y Arsenal, en La Habana Vieja, va hasta las Playas del Este, en un recorrido que suele tardar entre hora y media y 2 horas, con paradas intermedias. Arenal, Guanabacoa, Bacuranao, Tarará y Guanabo forman parte de su trayectoria.  

Estación de carga, ubicada en Egido y Arsenal, en La Habana Vieja, punto de salida del tren a las playas del este. Foto: Otmaro Rodríguez.
Estación de carga, ubicada en Egido y Arsenal, en La Habana Vieja, punto de salida del tren a las playas del este. Foto: Otmaro Rodríguez.
Pasajeros se bajan del tren a las playas del este, al llegar a la estación de ferrocarril de Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Pasajeros se bajan del tren a las playas del este, al llegar a la estación de ferrocarril de Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.

No es, lógicamente, un tren de lujo. Los suyos son coches rescatados, con asientos “tiesos”, techos y paredes heridas y con la brisa del camino como bateadora emergente por el aire acondicionado. No tiene baño ni pantallas; aunque no le falta alguna bocina particular con la música de moda.

Tampoco tiene la capacidad ideal para los días de mayor concurrencia, principalmente los fines de semana. Pero “resuelve”, según le comentó uno de sus pasajeros a nuestro corresponsal Otmaro Rodríguez, quien se aventuró esta semana a hacer el viaje.

Pasajeros en el tren a las playas del este de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Pasajeros en el tren a las Playas del Este de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Pasajeros suben al tren en el Reparto Mañana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Pasajeros suben al tren en el Reparto Mañana. Foto: Otmaro Rodríguez.

Por 35 pesos, un precio surreal en tiempos de crisis económica y elevada inflación como los que vive Cuba, se puede llegar hasta la parada final, en Guanabo, e incluso por menos dinero si el viaje es hasta un punto intermedio. En un carro particular el pasaje no costaría menos de 500 pesos.

Con una capacidad aproximada de 200 pasajeros, el tren tiene una sola salida hacia las playas, de martes a jueves, a las 9:00 de la mañana, para regresar sobre las 6:00 de la tarde. De viernes a domingo sale dos veces (9:00 AM y 1:30 PM) y, por tanto, retorna a La Habana otras dos (11:10 AM y 6:35 PM).

El tren tiene tres coches de pasajeros con 70 asientos. Foto: Otmaro Rodríguez.
El tren tiene tres coches de pasajeros con 70 asientos cada uno. Foto: Otmaro Rodríguez.
Viajeros en la estación de Egido y Arsenal, en La Habana Vieja, punto de salida del tren a las playas del este. Foto: Otmaro Rodríguez.
Viajeros en la estación de Egido y Arsenal, en La Habana Vieja, punto de salida. Foto: Otmaro Rodríguez.

Como en todo transporte estatal, en el tren no está permitido fumar ni consumir bebidas alcohólicas. Tampoco se venden alimentos o refrescos, así que los pasajeros suelen cargar con toda la comida para la aventura playera. 

Familias con niños y adolescentes, parejas y grupos de amigos son viajeros habituales de un tren que lleva también a trabajadores y policías, y que en días de semana tiene incluso asientos vacíos, como comprobó nuestro fotorreportero.

El cobrador de pasajes junto a pasajeros del tren a las playas del este de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
El cobrador de pasajes junto a pasajeros del tren a las playas del este de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Niños en el tren de las playas del este de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Niños en el tren de las playas del este de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.

Al bajarse, hay que caminar hasta la playa, pero prácticamente con todo el recorrido realizado y el embullo por darse el chapuzón, a pocos les importa. La vuelta, con todo el sol del día y el salitre encima, es más pesada.   

Aun así, gracias al tren las Playas del Este no parecen tan lejanas como en otros tiempos. Y en medio de tantas dificultades, de precios y temperaturas disparadas, para muchos habaneros es, sin duda, un alivio de verano. 

Playa de Guanabo, al este de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Playa de Guanabo, al este de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Pasajeros se bajan del tren a las playas del este, al llegar a la estación de ferrocarril de Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Pasajeros se bajan del tren a las playas del este, al llegar a la estación de ferrocarril de Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Pasajeros se bajan del tren a las playas del este, al llegar a la estación de ferrocarril de Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Pasajeros se bajan del tren a las playas del este, al llegar a la estación de ferrocarril de Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Un pasajero conversa con el maquinista del tren. Foto: Otmaro Rodríguez.
Un pasajero conversa con el maquinista del tren. Foto: Otmaro Rodríguez.
Pasajeros suben al tren en una parada intermedia en el camino a las playas del este Foto: Otmaro Rodríguez.
Pasajeros suben al tren en una parada intermedia en el camino a las playas del este Foto: Otmaro Rodríguez.
Cobrador de pasajes en el tren Habana-Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Cobrador de pasajes en el tren Habana-Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Pasajeros se bajan del tren a las playas del este, al llegar a la estación de ferrocarril de Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Pasajeros se bajan del tren a las playas del este, al llegar a la estación de ferrocarril de Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Pasajeros en las afuera de la estación de trenes de Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Pasajeros en las afuera de la estación de trenes de Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Existen aproximadamente 400 metros de la estación de trenes a la Playa de Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Existen aproximadamente 400 metros de la estación de trenes a la Playa de Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Estación de Egido y Arsenal, en La Habana Vieja. Foto: Otmaro Rodríguez.
Estación de Egido y Arsenal, en La Habana Vieja. Foto: Otmaro Rodríguez.
Planta eléctrica flotante en la bahía de La Habana, vista desde el tren de Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Planta eléctrica flotante en la bahía de La Habana, vista desde el tren de Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Cementerio de Judíos en Regla, visto desde el tren de Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Cementerio de Judíos en Regla, visto desde el tren de Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Entorno por el que transita el tren Habana-Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Entorno por el que transita el tren Habana-Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Entorno por el que transita el tren Habana-Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Entorno por el que transita el tren Habana-Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Entorno por el que transita el tren Habana-Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Entorno por el que transita el tren Habana-Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Casa humilde cerca de la línea del tren Habana-Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Casa humilde cerca de la línea del tren Habana-Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Un campesino observa el paso del tren Habana-Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Un campesino observa el paso del tren Habana-Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Casa antigua cerca de la línea del tren Habana-Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Casa antigua cerca de la línea del tren Habana-Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Vivienda cerca de la línea del tren Habana-Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Vivienda cerca de la línea del tren Habana-Guanabo. Foto: Otmaro Rodríguez.

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