La tradicional ceremonia de girar tres veces en derredor de la ceiba del El Templete en vísperas del aniversario de La Habana fue pospuesta para este jueves.
Según comunicó ayer la Oficina del Historiador de la Ciudad (OHCH), la ceremonia quedó fijada para este jueves a las 8:30 pm debido a las “desfavorables condiciones meteorológicas” que el miércoles dejaron lluvias y zonas inundadas en la ciudad.
Mediante este hecho se rememora la fundación de la ciudad y se “reafirma el amor que los habaneros y cubanos profesan al Centro Histórico de la capital, declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, en 1982”, apunta la nota.
El Templete, sitio fundacional de la otrora Villa de San Cristóbal de La Habana, abriría sus puertas al público desde las 7:00 a.m. de hoy.
Una tradición, varias ceibas (o seibas)
La ceiba del Templete ha sido sustituida varias veces y el primer trasplante ocurrió a mediados del siglo XVIII.
Pero, cada 16 de noviembre hay un árbol allí para que vecinos y curiosos, atraídos por la tradición, den tres vueltas en sentido contrario a las manecillas del reloj en torno a su tronco.
Se le abraza o toca al tiempo que se piden deseos. Se palpan sus espinas y se deja correr el pensamiento.
La ceiba (seiba, para algunos de sus admiradores, como el escritor Oscar Hurtado) es un árbol sagrado, un árbol Dios: Iroko según la religión Yoruba.
…y la gran madre Seiba se levantó
entre los recuerdos de la destrucción
de la tierra…
Obras que regresan
La propia OHCH ha trabajado “para honrar a la villa de San Cristóbal y a su Eterno Historiador”, con la realización de obras de restauración en algunos de sus inmuebles patrimoniales, según apunta.
De estos trabajos, destacan los acontecidos en el Acuario del Centro Histórico y el Museo Casa de la ObraPía. Pero, la Oficina del Historiador subraya también la “intervención total e integral” de dos inmuebles con el fin de que familias puedan disfrutar de sus comodidades.
Uno de ellos fue el Palacio del Marqués de la Real Proclamación, que se encuentra ubicado en la esquina de las calles Cuba y Luz, en La Habana Vieja. Allí viven 13 familias. El otro edificio queda en Obispo 202, entre San Ignacio y Cuba.