Cuatro años después de que el Ministerio de Comercio Interior (Mincin) anunciara un proyecto para informatizar las conocidas Oficoda de la isla, suma ahora otro plan más ambicioso: desarrollar la “bodega digital” y la compra de los mandados mediante una libreta de abastecimiento electrónica.
La aspiración gubernamental es que los cubanos hagan sus compras “de forma remota” desde sus casas, una meta “aún está en desarrollo”, que la propia prensa oficial cubana reconoce como “ambiciosa”, y para la que todavía no existe una fecha definida.
Rodolfo Cabrera, director de Informática del Mincin, explicó a Granma que “la bodega virtual tiene como objetivo establecer un control en la adquisición de los productos de la canasta familiar normada y los artículos normados controlados”.
“Se actualiza al bodeguero en el sistema mediante dispositivos móviles, por lo que puede tener el control de quién compra, quién paga y la cantidad de productos que adquiere”, precisó el directivo.
El proyecto “tiene un sistema de notificaciones de los productos que lleguen a la bodega y la fecha de vencimiento de estos y de las dietas médicas, además de un acceso estadístico como forma de control para los establecimientos”, añadió.
Además, según Morales, el consumidor podrá elegir como opciones adicionales “el preempaque de los productos y el servicio de mensajería”.
Si la informatización de las Oficoda sería un “proceso paulatino”, según se dijo en su momento, el plan para la bodega y la libreta de abastecimiento virtuales está concebido “por etapas” y no se desplegará en “el total de las bodegas”, comentó a Granma Inalvis Smith, viceministra del Mincin.
“La práctica nos dirá cómo se implementará gradualmente”, señaló Smith, quien comentó que también “se evalúa la opción de que quien se acoja a esta modalidad no podrá contar con una libreta física”.
El Mincin prevé que, “una vez se termine el sistema”, la Isla de la Juventud sirva como modelo del mismo, teniendo en cuenta el 100 % de sus establecimientos comerciales brindan la posibilidad de pagar mediante pasarelas por códigos QR estáticos.
De momento, ya en la bodega El Cauto, en la Isla, avanza “el desarrollo del sistema de reservación vía online de la compra de la canasta familiar normada y otros servicios de venta a la población, tanto de los productos controlados, como de los liberados, con la opción de mensajería y el preempaque”.
De acuerdo con Yarisleydis Rodríguez, directora de la Empresa de Comercio de ese territorio, no existe aún fecha de culminación del novedoso sistema, el que deberá cumplir “ciertos parámetros de seguridad” y “debe enlazarse con otros con los que opera el Mincin para poder tener un mejor control de los núcleos y de los consumidores”.
Hasta la fecha la digitalización de las Oficodas no ha concluido y muchas oficinas todavía registran manualmente las actualizaciones de un conjunto de datos relacionados con la cifra de consumidores, las altas y bajas, las dietas médicas y otras asignaciones que se distribuyen a personas enfermas y vulnerables.
Tanto este proceso como el ahora anunciado proyecto de la bodega y la libreta de abastecimiento virtual forman parte de la estrategia de informatización y transformación digital en la isla, una de las prioridades del gobierno cubano desde que Miguel Díaz-Canel asumió la presidencia.