Partido Comunista reconoce ineficacia de la Tarea Ordenamiento

El Partido Comunista de Cuba (PCC) diseña un programa de estabilización macroeconómica con el propósito de corregir los actuales desequilibrios monetario, financiero y fiscal, además de sacar al país de la profunda crisis que atraviesa.

En el VII Pleno del Comité Central del PCC convocado hasta este sábado, se evaluó la propuesta junto a otras medidas económicas, de acuerdo con la información brindada por el sitio web de la Presidencia y reseñada por la agencia Efe.

También se pasó revista al cumplimiento de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución y el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social 2030, con un análisis expuesto por Alejandro Gil Fernández, titular del Ministerio de Economía y Planificación (MEP).

A su vez, se incluyeron 15 nuevos lineamientos, uno de ellos en sustitución del número 35 “que versa sobre el seguimiento a la implementación de la Tarea Ordenamiento, ya que esta no ha cumplido todos los objetivos trazados”, precisa la información.

Esa paquete de medidas económicas implementadas en medio de un contexto de crisis por el impacto de la pandemia de COVID-19 en la isla, buscaba acabar con la dualidad monetaria en el país y terminó generando serios desequilibrios microeconómicos (pérdida de poder adquisitivo) y macroeconómicos (inflación, déficit, dolarización).

“En su lugar, se propone adicionar nuevos lineamientos asociados al Programa de Estabilización Macroeconómica”, agrega.

Precisamente con el diseño de ese programa se pretende establecer “un entorno monetario, cambiario, financiero y fiscal para impulsar la recuperación y el crecimiento de la economía, la convertibilidad y funciones de la moneda nacional y la reducción de la inflación”.

Entre los lineamientos incorporados destacan además los que persiguen “el proceso efectivo de desdolarización de la economía” y el establecimiento de un tipo de cambio “económicamente fundamentado y estable”, para que “variables y precios” no estén “fijadas administrativamente”, sino que “reflejen las condiciones de la economía”.

Otros nuevos lineamientos apuntan a “reducir la emisión monetaria asociada a la actividad fiscal y cuasifiscal” para atajar la inflación y la pérdida de poder adquisitivo de salarios y pensiones. Cuba va a cerrar su cuarto ejercicio consecutivo con un déficit por encima del 10 % del producto interior bruto (PIB).

Sigue la crisis

En su exposición Gil Fernández presentó una valoración del desempeño de la economía durante 2023, en el que no se alcanzan los niveles previstos para este año, reconoció.

Esta confirmación llega pocos días después de que el Consejo de Estado aprobara una reforma de la Ley de Presupuesto de 2023 para aumentar el déficit fiscal en más de un 44 %.

Apuntó el ministro que en la actual situación las prioridades se centran en mantener la canasta básica, la generación eléctrica y la disponibilidad de combustibles, aseo y otros productos vitales.

Indicó que las afectaciones por los apagones cayeron este año un 32 % con respecto al anterior y estimó que la inflación del mercado formal se situará en el 30 % al final de año, lo que a su criterio evidencia “una desaceleración en la dinámica de crecimiento de los precios”.

Cuba sufre desde hace tres años una grave crisis con desabastecimiento de básicos como alimentos, medicinas y combustible, una inflación descontrolada, la dolarización parcial de la economía y frecuentes apagones.

La situación ha generado desde un evidente descontento social hasta una oleada migratoria sin precedentes.

La profunda y prolongada crisis se ha visto agudizada como consecuencia de la pandemia y el endurecimiento de las sanciones estadounidenses, además del poco efecto de las medidas que a lo interno ha implementado el Gobierno cubano para intentar cambiar el complejo panorama.