Al amor nada lo detiene. Si es fuerte, si es puro, si es verdadero, es capaz de vencer los mayores obstáculos. Ni prohibiciones, ni prejuicios, ni diferencias culturales, pueden derrotarlo.
El tiempo puede postergarlo, los problemas pueden cortale los caminos, pero mientras aliente la esperanza, mientras no se marchite del todo, puede volver a florecer.
Ni siquiera la pandemia, con sus límites y restricciones, ha podido frenarlo. Los besos, los abrazos, siguieron vivos en la distancia; los sueños y los deseos no mermaron, aun detrás de las mascarillas. Si acaso, crecieron todavía más.
Y ahora, que otra vez las personas pueden tomarse las manos sin tantos temores, que pueden volver a expresarse los sentimientos fuera de las pantallas, el amor ha vuelto libremente a las calles cubanas, con toda su fuerza y variedad. El amor a la pareja, a la familia, a los amigos, a las mascotas, a la vida.
Este lunes es 14 de febrero y los cubanos agradecen la oportunidad de celebrar en directo el sentimento más universal. Besos, roces, sonrisas, grafitis, abrazos, son parte nuevamente de la cotidianidad y OnCuba los descubre a sus lectores con una inmensa felicitación a todos los enamorados. Es decir, a todos.