El 6 de septiembre de 2024, Marina Founier me envió un mensaje conmovedor, acompañado de una fotografía tomada en el poblado Victoria de Acentejo, en Santa Cruz de Tenerife: “Aquí, en la capilla de mi querida mambisa, he estado hoy, cumpliendo mi promesa de llevar a San Lázaro para que la acompañe a ella y a la Virgen de Regla”.
Mi amistad con Marina nació hace poco más de dos años a través de Facebook. Nacida en Cataluña, me contó de sus múltiples viajes a Cuba, donde siempre reservaba un tiempo para venerar a la Virgen de la Caridad del Cobre, advocación mariana que representa a la Virgen María.
Al hablar de la capilla dedicada a la Virgen de la Caridad del Cobre en Victoria de Acentejo, construida por un emigrante a su regreso de Cuba, comentamos sobre otras ermitas en España edificadas con el mismo fin. El tema nos pareció interesante, aunque comprendimos que requeriría tiempo y esfuerzo recopilar información, pues implicaba recorrer hemerotecas y contactar a varias personas radicadas en distintos lugares.
Surgimiento de la tradición en Cuba
Según el testimonio de Juan Moreno, quien junto a los hermanos indígenas Rodrigo y Juan de Hoyos buscaba sal cerca de la Bahía de Nipe en 1613, una tormenta los obligó a refugiarse durante tres días en Cayo Francés. Al calmarse el oleaje, retomaron la navegación en un pequeño bote y vieron algo blanco sobre la espuma del mar que, al acercarse, les pareció una niña. Al llegar, reconocieron la imagen de Nuestra Señora la Virgen Santísima con el Niño Jesús en los brazos, sobre una pequeña tablita con letras que decían: “Yo soy la Virgen de la Caridad (…)”.
La imagen fue trasladada al hato de Barajagua, donde permaneció un tiempo sin precisar, y allí recibió culto por parte de los indígenas de la zona. Posteriormente fue llevada a las minas de Santiago del Prado (El Cobre), donde fue venerada en la capilla del hospital para esclavos negros. Más tarde, fue reubicada en una ermita en el cerro de la mina. A finales del siglo XVII se construyó el Santuario, que fue clausurado en 1906 por derrumbes y reconstruido en 1927. Hoy es el Santuario y Basílica de Nuestra Señora de la Caridad.
Con el paso del tiempo, el culto a esta advocación mariana se extendió por toda Cuba. En 1915, un grupo de veteranos del Ejército Libertador, encabezados por los mayores generales Jesús (Rabí) Sablón Moreno y Agustín Cebreco Sánchez, solicitaron a la Santa Sede que reconociera oficialmente a la Virgen de la Caridad del Cobre como Patrona de Cuba. El papa Benedicto XV atendió favorablemente la petición mediante rescripto pontificio del 10 de mayo de 1916. En 1998, el papa Juan Pablo II la coronó Reina y Patrona de Cuba durante la Santa Misa celebrada en Santiago de Cuba.
Un suceso inesperado
Marina Founier ansiaba volver a Cuba, pero su delicado estado de salud tras sufrir un infarto se lo impedía; el médico le recomendó no hacer el agotador viaje. Cuando operaron a mi madre por tercera vez, Marina me escribió: “¡Ojalá todo salga bien para tu mamá! Le encenderé una velita a la mambisa y le pediré por ella.”
Desde niña, Marina había conocido Cuba y a su patrona a través de los relatos de Carmina, una cubana muy vinculada a su familia, a quien consideraba una segunda madre. En su segundo viaje a la isla pudo visitar la Basílica Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre y prometió que “si me dejaba regresar y me ayudaba con mi salud, ayudaría a sus hijos.” Y así fue durante 18 años.
Pasaron semanas sin que Marina respondiera mis mensajes. En noviembre, su esposo me escribió: “Marina no puede contestarte (…) No tengo buenas noticias. Mi esposa está en el cielo con la Mambisa.”
Al principio no supe qué hacer, hasta que decidí continuar con nuestro proyecto, pues era el mejor homenaje a ella y a su constante solidaridad con el pueblo cubano.
Iglesia de las Descalzas Reales
En la Plaza de las Descalzas, en el centro histórico de Madrid, se encuentra el monasterio construido por voluntad de Juana de Austria (1535-1573), hija menor del Emperador Carlos V y princesa de Portugal. Juana ordenó convertir en monasterio de monjas clarisas el palacio donde nació. Cuando regresó de Portugal, se estableció allí y sus restos descansan en una capilla del majestuoso inmueble.
“El edificio, que Juana de Austria no pudo ver finalizado debido a su temprana muerte, reúne las características del palacio plateresco castellano, con columnas de mármol de Génova en los patios, y salones decorados con azulejos y yeserías en la tradición morisca, pero con formas ya del Renacimiento. La sobria fachada del Monasterio hace difícil adivinar la riqueza que atesora el interior del edificio, repleto de pinturas murales, cuadros, belenes, relicarios y tapices, entre muchas obras de arte, que componen su fascinante historia. La Escalera Principal de la casa-palacio originaria es una de las piezas más relevantes, con decoración realizada con pinturas murales de los siglos XVI y XVII”.
La cubana Andrea Valdés de Montoro llevó a esta iglesia, en mayo de 1871, una imagen de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre y erigió allí un altar para tributarle culto. Posteriormente, se constituyó una asociación integrada por cubanos residentes en Madrid, bajo la dirección de Irene Montoro Valdés, baronesa de Gracia Real e hija de Andrea, “que dio gran impulso a la devoción de la Virgen”, según contaba El Fígaro en su edición del 15 de mayo de 1921.

A fines de la década de 1910, se formó una Junta de Damas, presidida por Caridad Duany de Ros, con Caridad M. de Oyarzábal en la vicepresidencia, Josefina Colmenares de Viyoso como secretaria y María Victoria Chacón Montoro como tesorera, para edificar un altar de mayor prestancia. Convocaron una suscripción entre la colonia cubana y también recibieron apoyo desde la isla caribeña para financiar la obra artística, realizada por el escultor Juan García en los talleres de la Fundación Caldeiro.
El 30 de abril de 1920, Caridad Duany fue despedida en el puerto de La Habana, partiendo hacia España con el dinero recaudado. La imagen fue bendecida por el Obispo de Madrid-Alcalá en 1921 y develada en un acto solemne al que asistieron los Reyes de España, Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenberg, el 9 de abril de ese año.
Una gacetilla publicada por Diario de la Marina describió el acontecimiento: “Las luces, las flores y demás adornos rivalizaban en esplendor. En cuanto a esplendidez, tratándose de cubanos, huelga decir que la hubo en máximo grado porque es cualidad innata en ellos. Los Reyes llegaron acompañados de la Camarera Mayor, duquesa de San Carlos, y el jefe superior de Palacio, marqués de La Torrecilla. Don Alfonso y doña Victoria entraron bajo palio cuyas varas llevaban seis sacerdotes. Hicieron su entrada los Soberanos a los acordes de la Marcha Real. Frente a la nueva y linda capilla habían colocado unos sillones de damasco encarnado y en ellos tomaron asiento los Reyes.

A la derecha del altar estaban en su reclinatorio el obispo de Madrid-Alcalá y, en sillones próximos, nuestro querido amigo el secretario de la Legación de Cuba, señor Pichardo (Manuel Serafín), que actuaba interinamente como ministro plenipotenciario, y los altos empleados de la misma. Obtenida la venia del Rey, el señor Obispo procedió a la bendición del altar, conforme a las prácticas del ritual canónico”.
Luego celebraron una misa solemne por el eterno descanso de los fundadores de la Asociación de Naturales de Cuba, residentes en Madrid. Durante tres días efectuaron actividades religiosas para festejar el suceso, con predicaciones del orador sagrado Diego Tortosa, canónico de la Catedral de Madrid.
Cataluña
A Sitges —nombre que proviene de “sitja”, depósito subterráneo para almacenar granos en catalán— arribaron cubanos que seguramente quedaron deslumbrados ante tanta belleza e historia de esta población costera, situada entre Tarragona y Barcelona, rodeada de murallas desde la época medieval.
Entre los isleños establecidos, algunos llegaron como desterrados por sus ideas políticas. Al finalizar la última guerra independentista, en 1898, varias familias decidieron no retornar a Cuba, pero mantuvieron lealtad a sus creencias religiosas.
Agustina Cordero Álvarez formaba parte de esa comunidad. En una carta publicada por El Fígaro el 11 de diciembre de 1921, relataba: “Aquí en Sitges, en 1912, y por iniciativa de la señora cubana doña Mercedes Mancedo de Vidal, doña Avelina Méndez de Amell, doña Ana Dalmau de Ferrer y la que abajo firma, secundadas por el señor párroco y vecinos de la población, se celebró y continúa hoy celebrándose en septiembre un solemne novenario en honor de la Virgen, propagándose así el culto y devoción a la Patrona de Cuba.
Las expresadas señoras obtuvieron después del sacerdote que regentaba la parroquia el valioso ofrecimiento de que en la capilla pública, que se iba a inaugurar en el edificio adquirido para Patronato Católico de enseñanza y protección a la clase obrera, se instauraría el culto a la Virgen Cubana, colocando su imagen en el altar principal de la capilla. Regocijadas y alentadas con tal ofrecimiento, las mencionadas señoras promovieron una suscripción entre la nutrida colonia cubana de esta villa y los vecinos, con el fin de reunir los fondos necesarios para adquirir la imagen, el altar y decorar la capilla con la suntuosidad correspondiente, dotándola de todo lo indispensable para celebrar los cultos con el debido esplendor”.

En 1919, luego de ser bendecida la imagen en el oratorio privado de Agustina Cordero, fue llevada en procesión por las señoras mencionadas, acompañadas por el clero, feligreses y vecinos hasta la iglesia. Una vez terminada la capilla, fue colocado el altar; desde entonces, narraba Agustina, “se le tributa reverente culto, no solo por la colonia cubana, sino por todo el pueblo de esta importante y rica villa de Cataluña.”
Según este testimonio, en la Capilla del Colegio de Madres Escolapias, en la ciudad de Barcelona, también se erigió un altar a la Virgen de la Caridad del Cobre, con dotación para celebrar una fiesta en septiembre de cada año, por iniciativa del reverendo P. Trino, nacido en Santiago de Cuba.
Además, en la iglesia de la Concepción de Melilla, en 1921 comenzaron a celebrar el culto a la Patrona de Cuba gracias a una imagen donada por el camagüeyano Federico Monteverde y su esposa, la matancera Mariana Tió. Según la revista Carteles, Monteverde era General del ejército español, Doctor en Derecho Civil y Canónico, en Filosofía y Letras, Maestro de Obras y Arquitecto, Químico y Matemático.

Galicia
Cuando Jaime Solá Mestre, fundador y propietario de la legendaria revista Vida Gallega, visitó Cuba, rememoró detalles divulgados por el Diario de la Marina, el 21 de febrero de 1912, acerca del culto a la Virgen de la Caridad del Cobre, en Grave, un pueblito de su terruño.
Su abuelo había emigrado a Cuba, donde se dedicó al comercio, y al regresar a la aldea natal “restauró una antigua y medio resquebrajada capilla campesina. Y cuando, de manos de canteros y pintores, salió reina y luminosa la capilla, púsola bajo la advocación de la Virgen con la cual había entablado místicas relaciones de devoción en la isla de los encantos antillanos. Esa Virgen es la Caridad del Cobre.
“Yo no podré olvidar jamás los días que mi abuelo consagraba a festejar a la querida Virgen que prendió la vida religiosa de toda mi familia. Eran nuestras fiestas patronímicas en las postrimerías de septiembre, cuando el sol empieza a tener prisa en hundirse por las tardes en el seno, entonces dorado, del tranquilo mar gallego. La campanita del templo llamaba por los fieles cuando la primera sombra crepuscular caía sobre los rumorosos pinares de la aldea. Llamábase al recinto religioso y el capellán de casa ganaba, ranqueando, los peldaños ásperos del púlpito. Después de las creaciones propias de estos casos, con la mala y poca voz que Dios le había dado, cantaba a los gozos de la Virgen:
Sobre las aguas vinisteis
a dar al hombre consuelo;
como una señal del cielo
a tres os aparecisteis.’
Los feligreses, entonces, entonaban:
‘Pues te hizo la Trinidad
tan perfecta y sin igual,
líbranos de todo mal
Virgen de la Caridad”.
Así fue creciendo la fe en la Virgen, “amiga de los pescadores, protectora de los hombres, de aquellas pobres hembras que oraban por el marido ausente, que cargaban sus redes en la costa, lejos del calor del hogar y entre las inclemencias de los primeros vientos y las primeras tristonas lluvias otoñales (…) El acento de aquellos cantos no se apartó jamás de mi memoria y mil veces en mi vida pensé en la Virgen deslumbradora y sonriente, escuchando la plegaria de las pobres mujeres de los marineros de la playa del Grave. Otras tantas, en mis horas difíciles, recordé la admirable fe de mis mayores y como ellos, y como aquella gente sencilla que cantaron en las noches de novena, clavé mis ojos en el cielo para decir, en lo sagrado de las intimidades de mi alma (…) los gozos de la Virgen”.
Asturias
Mallecina es una parroquia que pertenece al concejo de Salas, en la provincia de Asturias. Frecuentemente es recorrida por senderistas, a quienes ha cautivado la belleza de su entorno natural. Sobre todo llama la atención del viajero la pradera, con su intenso verdor de la hierba y la vista formidable de las montañas cercanas, en especial el pico de Aguión. También les causa admiración y curiosidad una pequeña ermita que corona una colina, donde llegan peregrinos cada 8 de septiembre para rendir culto a la Virgen de la Caridad del Cobre. Una capilla que simboliza la hermandad entre cubanos y asturianos.
José de Arango, en un artículo publicado en La Nueva España, narraba así lo ocurrido en el año 2006, poco después de haber sido restaurado el inmueble:
“Un buen número de cubanos residentes en distintos lugares de nuestra tierra subió el día de la patrona de Asturias hasta La Puerta de Mallecina, en Salas, para honrar a otra santa patrona, la de Cuba, la Virgen de la Caridad del Cobre. Pero ha sido mucho más que una ceremonia religiosa lo que hubo en la pradera donde se levanta la ermita, construida hace más de medio siglo, con entronización de una imagen que el pasado fin de semana estuvo más adornada y honrada —flores y velas encendidas— que nunca.
“Algunas lágrimas se derramaron sobre la campiña de La Puerta en esta jornada, esplendorosa de sol y llena de nostalgia y recuerdos para muchos cubanos regresados de allá y algunos nacidos ya aquí, pero descendientes de los que se fueron un día de los concejos de Salas, Pravia, Cudillero, Grado, Tineo y Valdés —las tierras de todos estos municipios se divisaban, en la jornada bien despejada, desde La Puerta—, celebrándose una emotiva procesión siendo llevada la imagen de la Santina del Cobre por cuatro damas que son precisamente familiares directos de los creadores de este santuario de Mallecina que perpetúa la fe y la devoción a la patrona de Cuba (…)
“La procesión por la pradera del alto de La Puerta, alrededor de la ermita del Cobre y con acompañamiento de música del país y participación de un gran número de fieles, resultó muy emotiva. La campana del santuario llevando sus sones hasta el nacimiento del río Aranguín, en la ruta de las brañas, hizo que también se saltasen algunas lágrimas. El ondear de las banderas cubana y asturiana significaba un íntimo abrazo entre dos tierras hermanas en una jornada muy significativa también para todos nosotros, puesto que se celebraba, asimismo, la festividad de la Virgen de Covadonga, nuestra santa patrona”.
Acerca de los orígenes de la ermita, comenta el periodista Antonio Coppe Fernández, en el diario La Nueva España, de Oviedo, que fue edificada a mediados del siglo XX por un indiano que trajo de Cuba la imagen de la patrona, donde ocultó dólares que había ahorrado para burlar el control aduanero. Prometió a la Virgen que si no era descubierto construiría el pequeño templo para venerarla. Y cumplió la palabra empeñada.
También en Asturias se encuentra la pequeña ciudad de Navelgas, situada en las estribaciones de la Sierra de Tineo, con aproximadamente medio millar de habitantes. En la iglesia románica de San Juan, “de planta de cruz latina, con retablos barrocos, de buena hechura en el crucero, y de estilo rococó, el mayor. En una capilla del lado del evangelio, quizás la parte más primitiva de la Iglesia, se venera a la Virgen de la Caridad (…) esa devoción en Navelgas se remonta al menos al año 1655 —el calificativo de la Caridad— al que los emigrados a Cuba añadieron la expresión ‘del Cobre’ (…) y cuya devoción trajo un emigrante, como cumplimiento de una promesa, habiendo superado los peligros de un más que probable naufragio”, informa el cronista Agustín Hevia Ballina.
En su artículo “La Caridad del Cobre en un pueblín asturiano”, Ana Dolores García aporta más detalles. Nos dice que la imagen fue traída después de 1898, cuando terminó la dominación española sobre Cuba. Estuvo en la Iglesia hasta la Guerra Civil (1936-1939). Durante el conflicto, fueron quemadas en la hoguera todas las imágenes religiosas. Se renovaron finalizada la conflagración, con la excepción de la correspondiente a nuestra Cachita. Los lugareños hicieron una coleta para adquirir una nueva, pero no lograron su propósito.
Faustino Rodríguez, retornado recientemente de Cuba, pudo satisfacer el anhelo de los vecinos al encargar una imagen que fue comprada en La Habana “y colocada en el mismo lugar que ocupara años atrás la anterior. Desde aquel día (…) permanece en la iglesia de San Juan al lado del patrón”.
En la España peninsular he identificado otras ciudades y pequeños poblados donde celebran una eucaristía, cada 8 de septiembre, en honor a la Patrona de Cuba. Por ejemplo, emigrantes de la isla caribeña lo hacen en el barrio de El Canyamelar, Valencia, en la parroquia Nuestra Señora del Rosario. La imagen de “Cachita” fue traída, el 9 de noviembre de 2003, por monseñor Héctor Luis Peña, Obispo de Holguín.
Indagando acerca de lo ocurrido en los territorios españoles de ultramar, específicamente en las Islas Canarias, encontré informaciones e imágenes sorprendentes que compartiré en la segunda parte de este reportaje.
Continuará…
Fuentes consultadas:
Portuondo Zúñiga, Olga: La Virgen de la Caridad del Cobre: Símbolo de cubanía, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 1995.
Carteles
Diario de la Marina
El Fígaro
La Nueva España
Vida gallega
https://lacaridaddelnavariegu.blogspot.com/2013/04/la-caridad-del-cobre-en-asturias.html
https://www.patrimonionacional.es/visita/monasterio-de-las-descalzas-reales
https://salas.vivirasturias.com/fiestas/c/0/i/61735661/fiesta-la-virgen-la-caridad-cobre-mallecina
Agustín Hevia Ballina: “La Virgen de la Caridad del Cobre. La impresión de la pintura de Manolo Linares en la iglesia de Navelgas”, https://www.lne.es/occidente/opinion/2019/01/31/virgen-caridad-cobre-18514241.html
https://periodico-sagrada-familia-diocesis-quintana-roo.com/2023/01/17/la-caridad-del-cobre-en-un-pueblin-asturiano/
https://elignaciano.com/la-mas-universal-de-las-cubanas/
https://www.ecured.cu/index.php/Virgen_de_la_Caridad_del_Cobre